No negaré que habría agradecido algunas sorpresas más sobre él durante este E3 2021, pero debo reconocer que Halo Infinite me tiene muy emocionado. Por fin podré arrastrar a mis amigos a este fantástico multijugador sin excusas.
Pero su salto al formato free-to-play no sólo significa más jugadores en PC y Xbox, también un generoso lavado de cara a las tripas del multijugador de Halo, su progreso y cómo el estudio lo mantiene vivo con el paso del tiempo. Y de regalo, parece que también están dispuestos a levantar alguna que otra ampolla dentro de la industria.
De las tragaperras al FOMO
Uno de los principales problemas de las cajas de loot, más allá de todo lo malo que comportan y que hemos recogido en el pasado en textos como en el de la psicología de las cajas de botín, era que a menudo se unían -y se unen- dos componentes tan poco elegantes como aleatoriedad y fecha de caducidad.
Si piensas en Overwatch, por ejemplo, para conseguir las skins especiales de cada evento no sólo tenías que tener mucha suerte para hacerte con esos nuevos diseños exclusivos, también tenías que jugar a tope porque no sabías cuándo iban a volver a estar disponibles -si es que eso ocurría-.
La idea apuntaba a solucionarse con el auge de los pases de batalla que, pese a existir con anterioridad, acabó popularizando Fortnite. Con dos o tres meses por delante y una lista de los premios concretos que podrás conseguir a base de jugar, todo lo malo de las cajas de loot quedaba aparentemente fuera de la ecuación, pero el tiempo acabó demostrando que lo que solucionaba por un lado se torcía por otro.
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Con la intención de mantener al jugador atado durante el tiempo que durase una temporada y un pase de batalla, la cantidad de experiencia a amasar resultaba ser enorme y, aunque el tiempo para llegar hasta el final era más que justo a ojos de unos, las horas disponibles de otros no eran suficientes para poder conseguir todos los premios.
O entrabas en la dinámica de jugar para conseguirlo todo, o era muy probable que el dinero invertido en ese pase de batalla no se saldaría con la colección completa de premios. De hecho, lo que no hubieses conseguido antes del siguiente pase de batalla se perdería para siempre, potenciando así la patología de ansiedad llamada FOMO, del inglés Fear of Missing Out -el miedo a perderse algo-.
El adiós de Halo Infinite al FOMO
Lo que loablemente plantean aquí Halo Infinite y el equipo de 343 Industries es precisamente dar el siguiente salto evolutivo. De las cajas de loot al pase de batalla, y de ahí al pase de batalla sin restricciones. Fuera límites de tiempo, descartada la opción de comprar niveles para aprovechar esa ansiedad, adiós al FOMO.
La intención de Halo Infinite es que el pase de batalla, que a diferencia de otros juegos como Call of Duty sólo incluirá elementos cosméticos, te acompañe durante todo el tiempo que necesites para completarlo. Una vez se cambie de temporada, tu pase de batalla y progreso seguirán ahí.
Como es lógico cada nueva temporada traerá consigo nuevos pases de batalla con nuevos contenidos, pero en todo momento podrás comprar tu pase tanto en los nuevos como en los pases de batalla anteriores. Si empiezas a jugar dos años después del lanzamiento, aún podrás conseguir los elementos cosméticos ofrecidos en su lanzamiento si así lo deseas.
Pudiendo elegir dónde irán los puntos generados durante la partida -por si quieres completar uno de tus pases de batalla antes que otros- desde 343 Industries aseguran también que no podrás comprar niveles para conseguir esos elementos antes. Si ves a alguien que los porta en una partida, será porque se los ha ganado a base de jugar.
Puede parecer una tontería, pero para un juego con tanto por demostrar, ir de cara y a pecho descubierto me parece una acción encomiable. Romper barreras y convencionalismos no es fácil, pero que lo haga un gigante como Halo bien puede servir de ejemplo tanto para el resto como para los que vengan después. Y si es el jugador el que sale ganando, siempre será algo a celebrar y aplaudir.
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