Cuando Goku no tiene que combatir es muy despreocupado, inocente y algo travieso, pero en el momento en el que se pone serio tiembla hasta la propia Tierra. Literalmente. Tras cinco episodios y algún amago, el episodio "Rayo" de Dragon Ball Daima abre la puerta a las transformaciones en Super Saiyan. Y lo hace entre dioses, monstruos, demonios y pequeñas grandes revelaciones. El resultado: el primer combate en serio de la temporada. Sin dar detalles te diré que no queda en tablas... ¡Y ahora queremos más!
El sexto episodio de Dragon Ball Daima tiene dos partes muy bien diferenciadas que sirven para establecer perfectamente el perfil del pequeño héroe de la aventura: primero vemos a un Goku mini siendo ese niño que nos hizo reír hace tantos años con ese humor tontorrón y simple de los primeros mangas de Akira Toriyama. Luego, vemos cómo la misma persona sonríe al tener la primera oportunidad de desatar su verdadera fuerza latente.
¿Una demostración de poder por parte de Goku mini? Más bien una más que necesaria liberación de una tensión acumulada a base de misterios y, a la vez, un mensaje para los fans que llevaban varias semanas pidiendo recuperar el espíritu y el tono de Dragon Ball Z. Incluso cuando este viaje al Reino demoníacos es una confesa vuelta a las raíces aventureras de la obra.
De este modo, el capítulo "Rayo" sirve como una muy justificada parada técnica en mitad de un viaje para decirle a los espectadores que no se va a perder ninguna de las dos perspectivas: se seguirá apostando por la comedia, la aventura y el descubrimiento, pero también se nos recuerda que Goku no se ha llevado el bastón sagrado de paseo, sino para emplearlo contra quienes se atreven a hacer el mal, y también contra cualquiera que tenga ganas de emplearse a fondo en un combate.
Un doble hito, dado que en el proceso se nos dan algunas pinceladas del verdadero propósito de esta misión que va más allá del universo conocido. Porque la fórmula que se emplea en cada episodio de Dragon Ball Daima es uno de sus aciertos: incorporar en cada nuevo episodio algo ya conocido y que nos gustaba, elementos completamente nuevos y enredar un poquito más un misterio que, de momento, sigue estando a la vista pero apartado y de fondo. ¿Suficiente para amedrentar a Goku? En absoluto.
En "Rayo" queda cada vez más patente que el espíritu de lucha de Goku, -y por extensión, en Dragon Ball- ha sido reactivado y se acabaron los calentamientos y pequeñas escaramuzas, pero también que el pequeño gran héroe va a tener que empezar a compartir a partir de este punto a los malvados, los monstruos y los villanos que se le empiecen a poner en el camino. Lo cual será interesante, no lo vamos a negar, ya que todo desemboca en multiplicar la acción que veremos en pantalla. ¡Cómo se echaban de menos esos cabellos dorados!
Lo ocurrido hasta ahora...
Lejos del planeta Tierra, la galaxia y el universo que conocimos existe el Reino demoníaco. Este se compone de tres grandes mundos y, desde hace no demasiado, todos han pasado a ser gobernados por un nuevo rey supremo llamado Gomah. Un tirano caprichoso, habilidoso con la magia, codicioso y cuyas pretensiones van más allá de lo imaginado: ha iniciado un retorcido plan para crear sus propias dragon balls.
Goma viajó al planeta Tierra y, tras usar las esferas del dragón para convertir a los héroes en niños, decidió llevarse al Reino demoníaco a Dende, el namekiano que las dotaba de poder. Ante este panorama, el campeón de la Tierra Son Goku (ahora convertido en un mocoso) inicia un viaje de rescate hacia ese lugar hostil junto al dios Kaio Shin y dos demonios que le hacen de guía: la pequeña princesa Panzy, habilidosa con la mecánica, y un misterioso piloto llamado Glorio con una puntería infalible. ¿Son estos demonios personas de fiar? Kaio Shin tiene sus reservas.
Los cuatro viajeros atraviesan el Reino Demoníaco a duras penas en una nave medio destartalada y a sabiendas que los forasteros no son bien recibidos. Ante esa situación, Goku corresponderá con bastonazos, patadas y fuerza bruta a todos los que traten de atacarle a él y sus amigos, incluyendo aquellos que no solo lo ven como un tipo extraño con cabellos de punta, sino también como su desayuno.
El episodio "Rayo" sirve de transición entre dos etapas de la temporada: seguimos teniendo ese tono tontorrón y desenfadado de un viaje a través de un mundo exótico, pero a la vez la sensación de misterio y peligro ha aumentado un poquitito: tras liberar a un pueblo de los solados reales de Gomah, el propio Goku ha pasado a ser oficialmente un fugitivo con su propia recompensa. Algo que, no lo vamos a negar, tampoco le preocupa demasiado.
Por otro lado, tras varios episodios y sin entrar en detalles, empezamos a conocer un poco mejor la participación de Glorio en esta historia al tiempo que podemos establecer en propiedad no solo cual es su verdadera fuerza en comparación con los personajes que ya conocemos, sino también su capacidad para emplear un tipo de técnicas diferentes y muy poco vistas a lo largo del manga y las series de Dragon Ball: la magia. Habilidades que despiertan el interés de Goku, todo hay que decirlo.
Mientras tanto, en la Tierra se dan los pasos necesarios para que los amigos de Goku se unan a la aventura, aunque hay un enorme problema: para viajar hasta el Reino demoníaco se necesita algo más que una nave espacial: ambos reinos están separados por una complicada red de portales y el tipo de vehículo que tienen no parece que les vaya a llevar muy lejos. Lo que está claro es que Goku seguirá metiéndose en nuevos líos y probando la comida más rara que se encuentre hasta que se reúnan. Si es que lo consiguen.
Enciclopedia Daima: Kaio Shin y la raza de los Glind
Dioses y demonios a la vez. Los Glind son una especie autóctona del Kaishin-sei (el Reino del núcleo) que una vez habitaron en el Reino demoníaco y son la raza a la que pertenecen tanto los Kaios de todas las galaxias como los Kaios Supremos de cada universo. En este segundo grupo, y a modo de ejemplo, tenemos al propio Kaio Shin, Kibito o el viejo Kaio que despertó el poder de Son Gohan durante la saga de Bu.
Su apariencia es muy similar a los Majin, los habitantes del Reino de los Demonios, con tonos de piel y colores diferentes a los terrícolas o los saiyans y orejas puntiagudas. Más allá de su apariencia, dominan la magia, su carácter suele ser reposado y contemplativo y, como especie, solo necesitan agua para vivir. Dicho esto, también pueden tomar diferentes tipos de alimentos si lo desean.
A partir de aquí hay una enorme distinción: como especie, los Glind son unos seres sin género, aunque pueden tener características masculinas o femeninas; y esto se debe a que todos nacen de los cinco árboles sagrados como si fueran frutas. Técnicamente, nace un Glind cada varios siglos y aquellos que nacen del mismo árbol se consideran hermanos entre sí. Sin embargo, no todos los Glind son iguales:
- Existen los Glind comunes, como el Kaio de la Galaxia del norte que entrenó a Goku en su pequeño planeta, cuya esperanza de vida es de aproximadamente unos 75.000 años y se podrían considerar como "frutas normales" de estos árboles sagrados.
- Y luego están los Glind excepcionales, como el propio Kaio Shin, que pueden vivir varios millones de años y son considerados como "frutas mágicas doradas" de sus respectivos árboles. Lógicamente, los márgenes de tiempo hasta que aparece uno así son enormes.
Pese a que Kaio Shin es considerado relativamente débil en comparación con Goku y los súper saiyanos, lo cierto es que además de tener una larga vida los Glind excepcionales poseen una fuerza de combate es asombrosa en comparación con las especies mortales y, como los seres del Reino demoníaco, pueden emplear la magia. Los hemos visto materializando objetos de la nada, despertando poderes latentes o incluso teletransportarse con aparente facilidad. Por no mencionar, además, que acumular milenios de conocimientos a lo largo de su existencia.
Sabemos que, como los Namekianos, hace miles de años los Glinds residentes en el Reino Demoníacos decidieron abandonarlo en naves espaciales con alguna excepción como el asistente de Gomah llamado Degesu y la Doctora Arinsu, el hermano menor y la hermana mayor de Kaio Shin respectivamente. En cualquier caso, la ocupación más habitual de los Glind nacidos como "frutas doradas" suele ser servir como Dioses de la Creación en oposición a los Dioses de la Destrucción, aunque pueden albergar mal en sus corazones como posteriormente vimos zon Zamasu en Dragon Ball Super.
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Ficha de Dragon Ball Daima 1x07: Rayo
- Dirección: Aya Komaki y Yoshitaka Yashima
- Guión: Akira Toriyama y Yuko Kakihara
- Estreno: 15 de noviembre de 2024 (internacional)
- Estudio / Productora: Toei Animation / Toei Company
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