La espera de siete días ha llegado a su fin y por fin se acaba de estrenar en Netflix el segundo acto de la segunda temporada de Arcane. Esto mismo implica que cualquiera que esté apuntado a la plataforma de streaming ya tiene la oportunidad de ver los episodios cuatro, cinco y seis de esta pedazo de serie basada en el universo de League of Legends y que cada vez apunta más alto para hacer historia por su calidad tan tremendamente magistral.
La semana pasada os pude dejar mi crítica del primer acto de esta nueva temporada, en la que comenté que me pareció alucinante absolutamente todo, desde su animación al argumento. Fueron tres capítulos simplemente sobresalientes e incluso capaces de superar a todo lo que se vio durante la primera temporada, que ya es decir porque dejó el listón altísimo. Desde luego, este inició fue simplemente sublime y realmente parecía insuperable.
No obstante, tras ver el segundo acto, todavía sigo sin dar crédito de lo que he presenciado. A medida que se acercaba el momento del final de este nuevo bloque no paraba de decir, "por favor que no se pare aquí, que siga un poco más", porque lo estaba disfrutando tantísimo que ha sido como sentir una auténtica puñalada al ver los créditos por el hecho de tener que esperar unos cuantos días para ver de qué manera cerrará esta serie con el que será su tercer y último acto.
Pero vamos paso por paso, así que lo suyo es entrar en detalles de por qué ha sido tan especial este segundo acto, aunque podéis estar tranquilos, porque todo lo que tiene que ver con los nuevos episodios está totalmente libre de spoilers.
Todo lo que ha sucedido hasta ahora
Nota: al tratarse de un resumen del primer acto para dar contexto, esta parte es la única que sí contiene spoilers.
El comienzo de la segunda temporada nos ha demostrado cómo la guerra entre Piltover y Zun se ha acrecentado más todavía por culpa del misil que disparó Jinx al edificio en el que se alojaban los miembros del Consejo. Debido a este ataque tan malicioso, los supervivientes de la ciudad de arriba decidieron no quedarse de brazos cruzados y buscar la forma de ajustar cuentas contra los habitantes de abajo, sobre todo contra la responsable detrás de todo esto.
Debido a estos acontecimientos, se empezaron a colocar carteles de "se busca" por todas partes, para que así cualquiera fuera detrás de Jinx para darle caza. Dado que la mayoría de bandas de criminales van por libre, no dudaron en sumarse a esta iniciativa con tal de cobrar una jugosa recompensa y así mantener sus negocios activos, por lo que no cabe duda de que la conocida anteriormente como Powder estaba en un serio aprieto. Aun así, a pesar de que se avecinaban tiempos muy oscuros, logró conocer a una niña pequeña llamada Isha, quien no dudó en ponerse de su lado.
Mientras tanto, Vi se unió a los Vigilantes, el departamento de policía de Piltover, para dar con su hermana y capturarla antes de que siguiese haciendo más daño a la gente. Con la ayuda de Caitlyn y otros personajes, lograron abrirse paso por las calles de Zaun hasta dar con Jinx, lo que nos dejó con una de las mejores peleas de toda la serie en la que ambas hermanas lo dieron todo para machacarse la una a la otra. En el momento de la verdad, Vi recapacita y se niega a seguir combatiendo, pero Cailtyn no opina igual y se niega en rotundo a parar con tal de llevar a cabo su misión. Sin embargo, una explosión acaba expulsándolas del lugar y Jinx logra escapar.
Debido a lo que Caitlyn considera una traición total, no quiere seguir adelante con la relación que mantenía con Vi. Harta de todo y dispuesta a poner fin a esta guerra cueste lo que cueste, es nombrada general después de que Ambessa Medarda se camele a todos los miembros del Consejo que sobrevivieron para que le otorguen el poder total a Caitlyn, quien por su mirada parece decidida a manejar la situación con puño de hierro.
Por su parte, Mel es raptada por una organización conocida como la Rosa Negra que mantiene su propia guerra contra Ambessa, mientras que Viktor se ha fusionado con el núcleo hextech, lo que le ha otorgado una especie de poderes curativos que sana todas las enfermedades de los habitantes de Zaun con los que entra en contacto, y la investigación de Jayce, Heimerdinger y Ekko por toda esta tecnología los ha atrapado de llenos en una especie de máquina de lo más extraña que nos ha dejado con más dudas que respuestas.
La trama va pillando forma a pasos agigantados y sin perder un solo ápice de calidad e interés
Nota: esta parte sí se centra en su totalidad en el recién estrenado segundo acto, así que está libre de spoilers.
A raíz de todos los sucesos que se han ido produciendo, el ejército de Piltover se ha puesto más serio que nunca a la hora de localizar a Jinx. Como era de esperar, ningún habitante de Zaun está completamente a salvo de estos soldados con muy malas pulgas, de ahí que los disturbios y los conflictos están a la orden del día constantemente. Esto no hace más que brindarnos un espectáculo puro y duro con una introducción apoteósica por el apartado artístico que se utiliza y con el temazo que suena de fondo, siendo uno de los muchos que son dignos de escuchar una y otra vez.
Debido a todos estos altercados, la ley se endurece más todavía con tal de dar con Jinx, pero no todos parecen dispuestos a ello, dado que hay quien la considera como un símbolo y la persona más capacitada para que Zaun salga adelante. Eso sí, el que este peso caiga sobre sus hombros no significa que ella esté dispuesta a aceptarlo así como si nada. En cualquier caso, esto no es más que el principio de la trama de este segundo acto que sirve para hacernos una idea plena del rumbo que tomará el argumento de ahí en adelante.
Lo cierto es que todo lo que va pasando durante cada minuto es tan brutal que no ves el momento de apartar la mirada de la pantalla ni un solo instante. La historia es tan soberbia en todos sus sentidos que te atrapa de lleno y lo único que deseas es que siga adelante. Sobre todo en este acto en el que los acontecimientos van pillando más relevancia todavía y se profundiza más todavía en las personalidades y motivaciones de ciertos personajes. En especial en aquellos que estaban más relegados a un segundo plano y que en realidad son más importantes de lo que parece.
De hecho, este acto se encarga de responder a una gran cantidad de preguntas que todavía permanecían en el aire, incluso algunas que procedían de la anterior temporada. Eso no quita que también surjan otras tantas completamente nuevas con las que espero de todo corazón que sean resueltas en los tres capítulos que quedan, porque si estos han sido tan sobresalientes, no me quiero imaginar cómo será la recta final de la serie. De todos modos, he disfrutado por completo de cada segundo de estos tres nuevos episodios en los que no han faltado los momentos que me han hecho llevarme las manos a la cabeza y a la boca de lo impactantes que han sido.
Ya no solo es que se hayan producido unos cuantos giros de guion bastantes bestiales, sino que también ha habido algunas sorpresas en cuestión de personajes. Sin entrar en demasiados detalles, solo diré que hay una en concreto que ofrece sensaciones muy diferentes a los que ya conozcan a los campeones de League of Legends y a aquellos que no tengan ni la más remota idea. No porque a unos les vaya a gustar más que a otros, sino porque una de las revelaciones en particular se vive completamente distinta para unos y otros.
Ha habido tantos momentos tan reseñables que no sabría decir cuál de ellos ha sido mi favorito. Me he reído, me he cabreado y hasta he llorado en varios momentos de este acto que en un conjunto global es lo que ha provocado que exclamase un "¡noooo!" muy grande cuando se ha terminado, porque es de los cliffhanger más descomunales que he llegado a ver. En cualquier caso, resulta sorprendente cómo una serie de animación logra transmitir tantísimas sensaciones diferentes y cómo te hace vivirlo como si fueses uno más dentro de todo este entuerto en el que se ven envueltos Piltover y Zaun y otros personajes ajenos que están involucrados.
No veo el momento de volver a hablar con algún amigo que sigue la serie de todo lo que ha pasado, porque no estamos frente a un producto que es excelente sin más y que con el tiempo se acaba olvidando. En absoluto es así. Estoy convencido de que Arcane es capaz de marcar un antes y un después y tiene todo para convertirse en una de las mejores series de animación de toda la historia, por no decir que lo es ya. Sin duda, razones no le faltan después de todo lo que nos ha ofrecido hasta la fecha y con las que vuelve a reafirmar por qué se ha ganado a pulso semejante calificativo con estos tres capítulos.
Y es que cuando crees que es imposible que todo lo que has visto hasta el momento no pueda ser más épico, que no se pueda llegar más lejos todavía con algo que te deje a cuadros, algo ocurre que provoca que te quedes sin palabras con sorpresas tras sorpresas. Qué larga se va a hacer la espera hasta el 23 de noviembre, el día en el que Arcane estrenará su tercer acto con el que concluirá esta historia que, probablemente, recordaremos para siempre.
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