Los múltiples virus desarrollados por la corporación Umbrella a lo largo de la saga Resident Evil no solo han dado vida a muertos vivientes, sino que han sido capaces de generar seres surgidos del mismísimo infierno. En la primera entrega de la saga, exceptuando al peligroso Tyrant, no existía amenaza más peligrosa en toda la Mansión Spencer que la del Hunter.
Un híbrido entre una persona y un animal que fue creado con un injerto de ADN de reptil en un embrión humano y el virus-T actuando como catalizador. Tan feroz es el ser que puede decapitar a los protagonistas de la saga de un plumazo si su salud es baja, por lo que hay que andar con mucho ojo. De hecho, Shinji Mikami le dio tanta importancia que le concedió una cinemática propia en la obra de 1996.
El desarrollador nipón es un maestro del terror que siempre ha bebido de los grandes clásicos para inspirarse y en este caso no hubo una excepción. Y es que una película tan legendaria como La matanza de Texas le sirvió a Mikami para idear al Hunter.
"Al principio de la película, hay una escena en la que el personaje entra a una casa aterradora. Una puerta está abierta, luego aparece Leatherface, golpea al personaje con un hacha y lo mata. Después, lo arrastra como si fuera un cordero. Me fascinaba ese tipo de miedo repentino.
Aunque es difícil de replicar, en el primer Resident Evil intenté algo similar con el Hunter, una criatura que aparece de la nada y te ataca."
Tal y como declara en Archipel, la secuencia que se pudo ver en las salas de cine en 1974 fueron absolutamente brutales para la época y han permanecido en el recuerdo como icónicas. Todo un villano como Leatherface ha dado pie a una franquicia muy exitosa, nacida en Estados Unidos, pero que ayudó a que Mikami fuese más creativo.
El Hunter se ha convertido en un símbolo absoluto de Resident Evil, el cual ha aparecido en un puñado de entregas de la saga de Capcom.
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