Han pasado más de 30 años desde que Gosho Aoyama comenzó la publicación de una historia que desbordaría todas sus expectativas. Detective Conan vio la luz por primera vez el 19 de enero de 1994 en la revista japonesa Shūkan Shōnen Sunday y el éxito de las aventuras de un joven detective se convirtieron en un fenómeno mundial que todavía perdura a día de hoy.
Si bien One Piece se ha ganado a pulso la popularidad y la broma alrededor de su duración prácticamente infinita, lo cierto es que el trabajo de Aoyama no se queda atrás. Son más de 1.100 capítulos publicados en el manga, lo cual se traduce en cientos y cientos de casos resueltos por Shinichi Kudo a lo largo de las décadas, especialmente con la inestimable intervención de Kogoro Mouri.
La inspiración en obras como Arsene Lupin, Sherlock Holmes y toda clase de productos de misterio ha creado un ritmo narrativo lento, pues muchas de las historias presentadas por el mangaka son autoconclusivas. Conan Edogawa se ve envuelto en un asesinato o algún tipo de conflicto violento que le obliga a que reluzcan sus artes de deducción; descubre quién es el responsable, lo demuestra ante la policía y todos regresan a casa sanos y salvos. Los casos tardan unas cuatro horas en crearse, mientras que el autor puede tardar incluso más de doce si la complejidad del mismo es muy alta.
Evidentemente, el objetivo de Conan no es otro que averiguar información importante acerca de la Organización, la agrupación que está envuelta en halo de secretismo, y que es responsable de haberle devuelto a la niñez. Aoyama no se ha olvidado de ellos y existen un buen puñado de arcos narrativos que nos presentan miembros alistados en la misma, así como datos jugosos acerca de sus actividades.
Claro, al igual que sucede con la obra de Eiichiro Oda, muchos lectores han crecido desde su infancia hasta la adultez disfrutando de las historietas. Aunque en el mundo real han pasado tres décadas, lo suyo sería que Shinichi hubiese crecido hasta superar incluso la edad que tenía cuando fue drogado con el APTX 4869, el producto que lo convirtió en niño.
Si bien todos podemos comprender que el avance del tiempo no tiene por qué ser, ni mucho menos, equivalente al de nuestras vidas, sorprenden los cambios que se producen en el propio contexto de Detective Conan. Cuando comenzó el manga, los ordenadores eran precarios comparados con los actuales, los teléfonos móviles eran prácticamente un sueño y la tecnología no había abordado de forma tan arrolladora a la sociedad.
Con todo, desde hace años podemos comprobar cómo en las tramas de Aoyama se introducen toda clase de aparatos que están a la orden del día y que, en muchas ocasiones, juegan un papel fundamental en los casos. Por lo tanto, sí que parece que avanza el tiempo dentro de Detective Conan, pero de una forma un tanto peculiar que genera dudas. Sobre ello respondió Michihiko Suwa, productor de la serie, el cual puso encima de la mesa el concepto de línea de tiempo flotante.
Estamos hablando de un recurso literario que consiste en mostrar un "presente continuo", el cual muestra a unos personajes que no envejecen necesariamente y que siempre se acomoda a los avances del mundo para representar una historia que se pretende que sea atemporal. Los Simpson son el otro gran ejemplo en Occidente de una serie profundamente autoconclusiva, aunque con matices, y con una Springfield que vive en el apogeo tecnológico actual, pero sin que sus personajes acusen el paso del tiempo.
Una vez asentada esta idea, hay que señalar que Detective Conan vive en una contradicción inherente de la que no puede escapar. Así es la serie y así terminará, con esta inconsistencia temporal, pero esto no significa que realmente no se hayan sucedido los días. Suwa explicó que desde que todo se inició en 1994 han pasado alrededor de 250 días, lo que vienen a ser un poco más de ocho meses desde el día en el que Shinichi fue drogado. Eso sí, hay que tener en cuenta que el comentario se realizó en el momento en el que el anime iba por el episodio 880.
A pesar de ello, Aoyama ha dejado claro que todo lo que hemos visto hasta el momento se comprime en menos de un año, por lo que hay un especial cuidado por su parte a la hora de no repetir festividades. Una vez más, la suspensión de la incredulidad por parte del espectador es la principal arma para superar este defecto narrativo, pues para los autores que recurren a la línea de tiempo flotante impera más el hecho de mostrar su trabajo como actual que estancarlo a la época en la que se estrenó.
Podría llegar a inferirse que Aoyama pretenda que todo termine alrededor de un año después de que Shinichi se convirtiese en un crío, aunque está por ver. Un dato muy revelador fue el que agregó TMS Entertainment, estudio que emite los episodios del anime, en el 1077. Durante los importantes eventos relacionados con Rum, se dejó bien claro que en Detective Conan era el 2 de octubre y su emisión se produjo el 25 de marzo de 2023.
Intentando hacer una aproximación, es posible pensar que Shinichi tuvo su encuentro fatídico con los hombres de negro alrededor de enero o febrero, aunque se trata de un detalle sin confirmar. Y lo más probable es que jamás se explicite lo suficiente por parte de ningún personaje, ya que no deja de ser un dato menor que produce graves contradicciones narrativas. Lo que sí sabemos es que todo terminará bien para Shinichi y Ran, pero quizás cierto pirata consiga su gran tesoro antes de que eso suceda.
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