Parece que el desarrollo de Vampire: The Masquerade - Bloodlines 2, la secuela del RPG de culto de 2004, está siendo bastante más atropellado de lo que cabría esperar. La semana pasada se anunció que el juego volvía a retrasar su lanzamiento, esta vez a 2021. Ya entonces, el estudio Hardsuit Labs anticipó que habría "cambios en la organización".
Esos cambios se han empezado a conocer ahora. El estudio ha anunciado hoy mismo el despido de dos de los miembros más importantes de Vampire: The Masquerade - Bloodlines 2. Estos son el jefe de diseño narrativo Brian Mitsoda y el director creativo Ka’ai Cluney. Según explican, ha sido una decisión conjunta entre Hardsuit Labs y Paradox, la editora del juego.
El jefe de diseño narrativo Brian Mitsoda y el director creativo Ka'ai Cluney ya no forman parte del equipo de Hardsuit Labs. Esta ha sido una decisión conjunta tomada por los jefes de Harsuit Labs y Paradox Interactive.
Apreciamos y valoramos las contribuciones de Brian y Ka'ai, que han sido instrumentales a la hora de establecer la historia y el tono oscuro del juego, y han ayudado a asegurar que lo que estamos haciendo sea un verdadero sucesor del icónico Bloodlines. Les deseamos lo mejor a ambos para el futuro.
Al mismo tiempo, Hardsuit Labs ha reclutado a Alexandre Mandryka como consultor creativo, quien además sustituirá a Ka’ai Cluney en el rol de director creativo durante las etapas finales del desarrollo. Mandryka ha trabajado en otras franquicias como Assassin's Creed o Far Cry.
Un despido inesperado
Brian Mitsoda no solo ha sido el principal diseñador narrativo de Bloodlines 2, sino que también estuvo involucrado en el desarrollo de la entrega original de 2004 como guionista. El portal Rock Paper Shotgun ha podido hablar con él acerca de su despido, del cual asegura lo siguiente: "Decir que fue un shock para mí sería quedarme corto".
El orgullo por mi trabajo, las expectativas de los fans, y el apoyo de mis compañeros de trabajo que empezaron también siendo fans son lo que me ha ayudado a continuar durante estos cinco largos años. Me siento increíblemente frustrado y decepcionado al decir que aquí es donde acaba mi trabajo en el proyecto.
El diseñador cree que la parte narrativa, de la que él estaba a cargo, no ha sido el motivo que ha propiciado este último retraso, ya que se estaban alcanzando todas las metas en este sentido. De hecho, él no formó parte de las conversaciones que decidieron el retraso.
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