Esto no es un demake hecho por fans: el juego de cartas de Pokémon que arrasa en móviles ya se jugaba en Game Boy hace más de 20 años

Así es el primer videojuego basado en las exitosas cartas de Nintendo... al que todavía puedes jugar legalmente

Cartas Pokemon Game Boy
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La fiebre amarilla de Pokémon ya no es patrimonio exclusivo de las consolas de Nintendo: al éxito de Pokémon Go le siguieron montones de iniciativas para iOS y Android lideradas por Pikachu y los monstruos de bolsillo: juegos de puzzles, MOBAS, sencillos RPGs... Hasta hay una app a la que juegas durmiendo. La última gran obsesión es JCC Pokémon Pocket y tiene a medio planeta compitiendo y coleccionando cartas, pero ¿sabías que esa misma premisa ya estaba en Game Boy Color?

El juego de cartas coleccionables de Pokémon no es merchandising, sino uno de los grandes pilares de la franquicia. De hecho, es tan importante como los videojuegos. Las primeras barajas llegaron casi a la vez que los cartuchos de Game Boy y su éxito fue prácticamente instantáneo. Tanto, que el mismo año en el que la serie animada y las ediciones Roja y Azul llegaron a occidente, en Japón ya jugaban al videojuego oficial de Pokémon Trading Card Game. Y pese a que no tenía multijugador online, podías competir con tus amigos y hasta obtener cartas aleatorias junto a ellos.

Visto con los ojos actuales podría parecer un demake echo por fans del juego de móviles, pero lo cierto es que el videojuego de Pokémon Trading Card Game se lanzó en el año 1998  y era toda una fantasía para los fans: se trataba de un juego dentro de otro juego de modo que todo transcurría en una isla creada para la ocasión dentro del universo Pokémon que servía a modo de homenaje a los juegos clásicos, pero también como hilo conductor a un juego de rol en el que competíamos con Pokémon. De manera más específica, con cartas de Pokémon.

Al igual que en la primera generación de Pokémon, y como en el juego de móviles actual, al comienzo del juego se nos da a elegir entre varios mazos (Charmander y amigos, Squirtle y amigos o Bulbasaur y amigos) y se nos invita a competir en ocho clubes repartidos a lo largo de la isla. Por supuesto tenemos nuestro propio rival y por el camino no solo vamos dominando las reglas en una versión simplificada en lo jugable y para las pequeñas pantallas del equivalente a las cartas reales, sino obteniendo recompensas. Pero, claro, coleccionar es solo una parte de la experiencia.

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Lo verdaderamente divertido era competir con otros jugadores que tuviesen el mismo cartucho, pudiendo conectar las Game Boy Color a través del mítico Game Link y, en el proceso, no solo obtener cartas aleatorias sino tratar de obtener las dos Phantom Cards de Mew y Venusaur que solo pueden conseguirse a través de un sistema que hoy parece sencillísimo pero que en su época rozaba la magia: el  Card Pop!

¿Sobres doblados? En Game Boy se usaba el revolucionario sistema de Card Pop!

La manera de conseguir nuevas cartas en el videojuego de Pokémon Trading Card Game se basaba en comprar sobres dentro del juego o avanzar en la trama y conseguir las cartas promocionales derrotando a los enemigos. Sin embargo, había un tercer sistema usando la tecnología inalámbrica de la consola. De hecho, era la única manera de obtener a Mew.

Simplemente jugando a Pokémon Trading Card Game era posible conseguir 226, pero las dos Phantom Cards secretas solo aparecían al conectar los infrarrojos de dos consolas en occidente, adjudicando una carta totalmente aleatoria a través del card Pop! Es más, en las versiones japonesas el sistema de infrarrojos estaba dentro del propio cartucho. Sin embargo, se introdujeron limitaciones para que los jugadores no abusaran de este sistema.

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Cada jugador de  Pokémon Trading Card Game en Game Boy tenía su propio número de identificación, con lo que sólo podías emplear el Card Pop! con la misma persona una vez hasta que su ID se borrase del registro, con lo cual se alentaba a que hiciésemos Card Pop! con la mayor cantidad de jugadores posible.

 Dicho esto, el juego únicamente te indica que hay un total de 228 cartas obtienes al menos una de las Phantom Cards, con lo que no tienes la sensación de que te quedas con la colección a medias si no juegas con nadie. Todo un detalle.

El sistema de Card Pop! regresó para la secuela del juego, por que la tuvo, con Pokémon TCG 2: The Invasion of Team GR!. Un juego exclusivo del mercado japonés. Sin embargo, la idea prevalecía: ofrecer la misma diversión de las cartas en una maquinita que pudieses guardar en tu bolsillo. Eso sí, en tiempos en los que los bolsillos y los pantalones en general eran muy, muy grandes.

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El juego de cartas coleccionables evolucionó del mismo modo que los videojuegos de Pokémon y, con el tiempo, se creó la alternativa digital para PCs y móviles. Sin embargo, la experiencia de jugar con tantas cartas en pantallas más reducidas resultaba demasiado complicada y se perdía el dinamismo y buena parte de la diversión. Barreras que JCC Pokémon Pocket superó con mucha holgura hasta posicionarse como un fenómeno por méritos propios.

¿Y qué pasó con el videojuego de Pokémon Trading Card Game? Pese a que no aspiramos a ver una nueva entrega en portátiles, la Gran N lo rescató a través de las Consolas Virtuales de sus sistemas y hoy mismo lo tienes incluido en la suscripción de Nintendo Switch Online. No para competir con las mucho más vistosas y sencillas versiones de móviles, sino para alegría de quienes echan de menos los modestos gráficos y las grandes sorpresas de una revolucionaria Game Boy.

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