Final Fantasy VI necesita un remake como el comer y el productor de Dragon Quest 3 HD-2D piensa lo mismo: "Me encantaría verlo"

Fue en 1994 cuando la sexta entrega de la saga de Square Enix vio la luz en la SNES

Final Fantasy VI
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Square Enix se ha puesto a manos a la obra en los últimos años para traer de vuelta algunos de sus mejores RPG. Final Fantasy VII Rebirth es el ejemplo más destacado, pero no es necesario recurrir a la espectacularidad gráfica del exclusivo de PS5. Y es que la existencia de Dragon Quest 3 HD-2D Remake permite hacer uso del estilo visual característico de Octopath Traveler para recuperar auténticas leyendas.

Masaaki Hayasaka, productor del retorno de la tercera entrega, no quiere detenerse en su esfuerzo de utilizar ese tipo de diseños y tiene muy claro cuál sería el próximo videojuego que le gustaría abordar.

"No es que tengamos planes concretos para esto, pero personalmente diría Final Fantasy VI. Octopath Traveler, el primer título HD-2D, se desarrolló tomando como referencia FFVI, ya que tenía el pixel art de mayor calidad. Me encantaría ver cómo se vería el juego que tomamos como referencia con el estilo artístico HD-2D.
Dado que este estilo artístico fue creado tomando como referencia esos títulos, es altamente compatible con juegos que originalmente se hicieron con pixel art. Esta compatibilidad probablemente es la razón por la cual la gente siente que este estilo es perfecto para este tipo de remakes."

Lo cierto es que le vendría fenomenal a Final Fantasy VI una buena capa de pintura, pues ya han pasado 30 años desde que vio la luz por la ya extinta SNES. Posteriormente recibió una adaptación a PS1 en 1999 y Game Boy Advance en 2006, por lo que ya va siendo hora de pulir y corregir con las técnicas modernas.

Además, el sexto videojuego es uno de los más queridos de toda la saga y para muchos es el mejor que jamás haya lanzado la compañía japonesa. Muchos usuarios no han tenido la oportunidad de catarlo, lo cual suma motivos para Hayasaka para respaldar su deseo.

"Rejuvenecer la base de usuarios es un desafío que acompaña a cualquier título dentro de una propiedad intelectual con una larga historia, y Dragon Quest no es una excepción. Para ser francos, si no logramos rejuvenecer a los usuarios, la IP inevitablemente desaparecerá", apunta a Inverse el responsable. Con todo, ha explicado que abordar un remake es mucho más complicado que partir de cero.

"En mi opinión, este estilo requiere un nivel más alto de sensibilidad artística, y un remake enfrenta más limitaciones a nivel de proyecto en comparación con un título completamente nuevo, lo que hace que la dificultad sea extremadamente alta. Después de todo, las expectativas de los fans del juego original son un obstáculo monumental que debemos esforzarnos por cumplir."

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