La particularidad más especial de Pokémon Amarillo reside en que la obra de Game Boy coloca a un simpático Pikachu a la espalda del jugador. La edición de Game Freak pretendía emular parte de los acontecimientos del anime, como el hecho de que el protagonista cuente con el ser amarillo o la aparición del Team Rocket original.
Pikachu no servía simplemente para caminar por detrás de nosotros, sino que podíamos ver sus diferentes estados de ánimo con una pequeña animación. Podía estar feliz, disgustado o dormido, entre otra serie de emociones, destacando aquella en la que lanzaba rayos eléctricos. Por ejemplo, si aprendía Rayo o Trueno pasaba a mostrar su nuevo movimiento al instante.
Claro, dicha animación provocaba que se iluminase durante unos segundos la zona en la que te encontrases y esa característica podía ser usada para avanzar en uno de los tramos más complejos de Pokémon Amarillo. El Túnel Roca, el cual conectaba Ciudad Celeste con Pueblo Lavanda, requería que enseñásemos Destello a un Pokémon para que nos permitiese ver entre la oscuridad. Con el método vinculado a Pikachu, era posible saber hacia dónde ir.
Esta animación es realmente rara y muy específica del contexto de aprender alguno de los dos movimientos. Lamentablemente, no se puede repetir constantemente para avanzar, ya que a los pocos pasos de haber adquirido la nueva habilidad, Pikachu ya no descargará rayos.
En cualquier caso, se trata de un detalle muy curioso, y siempre podremos recurrir a la vieja confiable de envenenar a un Pokémon del equipo para aprovechar los flashes en pantalla para ver mejor el Túnel Roca.
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