Con independencia de la generación a la que pertenezcamos, estamos viviendo en una era de hiperconexión en la que, con facilidad, nos podemos encontrar desbordados por la tecnología. La línea entre utilidad y dependencia se ha vuelto demasiado borrosa.
¿Pasas más de siete horas al día frente a tus pantallas? No te alarmes al pensarlo, ya que es bastante normal, siendo las redes sociales, los mensajes instantáneos y las diferentes plataformas de entretenimiento los contenidos que llenan nuestro valioso tiempo.
La línea entre utilidad y dependencia de nuestros ‘gadgets’ se ha vuelto demasiado borrosa
Si lo vemos desde el punto de vista de los dispositivos, los smartphones son los que monopolizan nuestra atención. ¿Quién no revisa el móvil en cuanto se despierta o justo antes de dormir?
Este es el tema que aborda un estudio realizado por ExpressVPN, centrado en los esfuerzos y las actitudes en torno al uso de pantallas. Pero es que además nos invita a conocer el minimalismo digital como una opción inteligente de llevar de manera sana dicha situación.
La televisión y el ordenador serían los siguientes gadgets en esta particular lista de “los más difíciles de dejar”, algo lógico, ya que desempeñan un papel muy importante en nuestras rutinas. Podemos destacar del informe de Express VPN que la consola de videojuegos no está entre los más complicados a la hora de crear una desconexión activa. Pero la realidad es que también suma.
Una lucha común aunque desigual en todas las generaciones
Otro de los resultados interesantes del estudio lo encontramos en las diferencias generacionales. A lo largo de todo el informe se desvela un uso, preocupación y satisfacción muy diferentes sobre el tiempo de pantalla. Comprobamos que los más jóvenes —Gen Z, Millennials—, que han crecido con smartphones y redes sociales, encuentran menos razones para desconectar.
No podemos demonizar a las herramientas y actividades como tal, ya que nos mantienen conectados, productivos y entretenidos. Pero sí es necesario parar y abrir los ojos para comprender que, quizá, en algunos casos, estamos normalizando un uso excesivo. Casi sin darnos cuenta estamos dentro de un ciclo en el que no paramos de revisar, responder y consumir.
Entre los efectos negativos que aparecen con rapidez están el estrés y la ansiedad ante el estado de alerta que nos genera la lluvia de notificaciones, el miedo a perdernos algo que está pasando o la necesidad de estar siempre disponibles para los demás.
En este escenario cada vez más reconocido por todos, el minimalismo digital se presenta como una solución para contrarrestar estos efectos negativos, ayudándonos a equilibrar nuestras actividades digitales y reales.
¿Qué es el minimalismo digital?
No vamos a llegar al estado que nos plantea el fenómeno hikikomori, en el que las personas se retiran completamente de la sociedad durante al menos seis meses y se recluyen en el hogar con el objetivo de evitar cualquier compromiso social. Pero sí nos vamos a quedar con esa intencionalidad y determinación por hacer algo ante la saturación tecnológica.
El minimalismo digital es una manera intencionada de interactuar con la tecnología, priorizando su uso para que enriquezca nuestra vida sin llegar a dominarla. Y ello no implica abandonar dispositivos o aplicaciones, sino elegir únicamente aquellos que verdaderamente contribuyan a nuestra productividad, bienestar o vínculos personales, dejando de lado todo lo innecesario que causa distracción o sobrecarga.
El minimalismo digital es un enfoque que promueve el uso intencional y reducido de la tecnología para enfocarse en lo esencial y evitar distracciones innecesarias
No debemos confundir minimalismo digital con desintoxicación digital. Mientras que el primero aboga por un cambio de estilo de vida más permanente, el segundo es una pausa temporal en el uso de dispositivos o aplicaciones.
Es interesante conocer que el término fue popularizado por Cal Newport en su libro ‘Digital Minimalism: Choosing a Focused Life in a Noisy World’, en el que expone cómo podemos rediseñar nuestra relación con la tecnología para enfocarnos en lo que realmente importa.
Adoptar el minimalismo digital no solo puede mejorar nuestra relación con la tecnología, sino que también tiene un impacto positivo en diversos aspectos de nuestra vida. Es posible conseguir una mayor concentración en tareas importantes, optimizar nuestro tiempo e incluso mejorar nuestra salud física y mental: reducir el estrés y la ansiedad, mejorar el descanso o reducir la fatiga visual, entre otras cosas.
Identifica qué te mantiene pegado a los ‘gadgets’
Es lo primero que hay que tener en cuenta para trabajar soluciones dedicadas a cada persona. Aunque las situaciones se repiten, suelen tener una incidencia diferente dependiendo de la generación de la que hablemos:
- FOMO, del inglés Fear Of Missing Out. Es el miedo a perdernos cosas que están pasando y genera una ansiedad que nos mantiene conectados a los dispositivos. Es en especial la Generación Z la que vive con más sensación de urgencia por mantenerse informada e implicada.
- Falta de motivación por desconectar. Reconocemos que es el momento de desconectar, pero no encontramos el impulso para hacerlo y seguimos interactuando con lo que nos ofrece el dispositivo.
- Necesidad laboral. El trabajo moderno presenta líneas difusas entre el tiempo profesional y el personal que hacen más difícil desconectar. Esa sensación de estar permanentemente disponibles no ayuda.
- La presión social. Estar atentos con la familia y amigos también puede conseguir que nos mantengamos pegados a nuestros dispositivos.
7 acciones para entrar de lleno en el minimalismo digital
Adoptar el minimalismo digital no requiere cambios radicales ni inmediatos en nuestra vida. Debe tomarse como un proceso progresivo que nos ayude a recuperar el control del tiempo y la atención con las cosas que verdaderamente importan. A continuación, algunas estrategias prácticas:
- Evalúa cómo estás usando la tecnología actualmente. Enumera los dispositivos y aplicaciones que te acompañan para determinar cuáles son realmente esenciales. De esta manera, descubriremos aquellos que generan distracción e incluso ansiedad.
- Elimina el ruido digital reduciendo notificaciones que no sean esenciales. Es aconsejable revisarlas en momentos programados. En la navegación podemos usar un bloqueador de anuncios para acelerar la experiencia y reducir distracciones.
- Define horarios sin tecnología. Usa herramientas como RescueTime o Screen Time para monitorizar y controlar tu tiempo en pantalla. También puedes pensar en un día a la semana libre de gadgets.
- Establece zonas libres de tecnología. Por ejemplo, el móvil no entra en el comedor o en el cuarto donde duermes.
- ¿Qué tal si hacemos un downgrade al equipo? Un reloj analógico o un móvil básico pueden entrar en escena en momentos en los que hemos decidido que no vamos a estar disponibles.
- Si estás en diferentes redes sociales, estudia si realmente todas te hacen falta o podrías considerar quedarte solo con una.
- Prioriza el contacto humano e intenta realizar llamadas o videollamadas en lugar de enviar mensajes. Fomenta actividades offline con amigos y familia.
Para terminar, en ExpressVPN nos invitan a celebrar los momentos en los que estamos desconectados cambiando del FOMO —miedo a perderse algo— al JOMO, que es sentirse alegre por perderse algo.
Comienza a tomar el control de tu relación con la tecnología.
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