Street Fighter, Mortal Kombat, Dragon Ball FighterZ, Smash Bros... Los juegos de lucha tienen un matiz muy especial: son muy sencillos de abordar, pero dominarlos requiere su tiempo. Porque de aporrear botones a la emoción del EVO Moment 37 hay un trecho enorme, aunque -afortunadamente- ya no tendremos que dejarnos las monedas para perfeccionar nuestra técnica.
Es inevitable ponerlo de ejemplo: que Ryu haya sido el molde sobre el que se ha edificado todo un género ayuda, haciendo que haya elementos comunes en la mayoría de juegos. Pero, admitámoslo, de poco nos sirve aferrarnos a éstos patrones a la hora de jugar Dead or Alive o JUMP Force.
En VidaExtra se nos ha ocurrido una idea: elaborar una pequeña guía para que puedas defenderte en la mayoría de juegos de lucha, pero también para aumentar tus posibilidades de victoria. Y, partiendo de esa base, hacer una analogía con una de las mayores obras literarias de la humanidad: el Arte de la Guerra de Sun Tzu.
Con sus más de dos mil quinientos años, El Arte de la Guerra es considerado el mejor libro de estrategia de todos los tiempos. Se dice que Napoleón, Maquiavelo y hasta Mao Tse Tung encontraron la inspiración en él. Y, con el enfoque adecuado, podrás atreverte a pasar del modo Arcade a las partidas online.
Da igual que se trate de los clásicos de Capcom, SNK y Arc System Works o aquellos juegos no tan ortodoxos: el actual denominador común es el auge de su factor competitivo. Algo que queda reflejado en la fiebre por los eSports.
Por ello, vamos a recuperar siete consejos de Sun Tzu para que los puedas usar en tu favor la próxima vez que te enfrentes a un Final Boss o te juegues subir de rango en las partidas clasificatorias online.
Lo esencial: no malgastes tus movimientos (ni aporrees botones)
Los que conocen las artes marciales no pierden el tiempo cuando efectúan sus movimientos, ni se agotan cuando atacan. Debido a esto se dice que cuando te conoces a ti mismo y conoces a los demás, la victoria no es un peligro
Pese a que el sistema de autocombos es cada vez más frecuente en los actuales juegos de lucha, eso es pan para hoy y hambre para mañana. En este aspecto, desplázate únicamente cuando tenga sentido y ataca sólo cuando sepas que vas a causar daño o provocar que tu rival se mueva hacia una posición que te sea ventajosa. A lo que hay que sumar un tercer elemento: tienes que tener presente y bajo control la velocidad y el alcance de tu personaje.
Se puede luchar con honor también, y a la vez, confundir al enemigo
El arte de la guerra se basa en el engaño. Por lo tanto, cuando es capaz de atacar, ha de aparentar incapacidad; cuando las tropas se mueven, aparentar inactividad.
Si está cerca del enemigo, ha de hacerle creer que está lejos; si está lejos, aparentar que se está cerca. Poner cebos para atraer al enemigo.
Lanzar un proyectil para forzar que nuestro enemigo salte, provocar un contraataque de manera intencionada, jugar con la ventaja del terreno y sacar partido a los movimientos a media y larga distancia si nuestro escenario permite pasos laterales. No se trata de sorprender a tu adversario, sino de llevar las riendas de lo que ocurre en pantalla .
Llevar la iniciativa no significa tener una actitud ofensiva
Los buenos guerreros hacen que los adversarios vengan a ellos, y de ningún modo se dejan atraer fuera de su fortaleza.
Lo que impulsa a los adversarios a venir hacia ti por propia decisión es la perspectiva de ganar. Lo que desanima a los adversarios de ir hacia ti es la probabilidad de sufrir daños. Cuando los adversarios están en posición favorable, debes cansarlos.
Siguiendo la línea del punto anterior, una de las estrategias más efectivas está en saber atraer al rival sin que eso nos pase factura. Es decir, usar los puntos que quedan expuestos de nuestros atacantes en su contra y -por supuesto- tener presente que una estrategia totalmente agresiva sólo funcionará con los rivales más inexpertos.
Si luchas en competitivo, no repitas siempre el mismo patrón
Determinar los cambios apropiados, significa no repetir las estrategias previas para obtener la victoria. Para lograrla, puedo adaptarme desde el principio a cualquier formación que los adversarios puedan adoptar.
Así pues, un ejército no tiene formación constante, lo mismo que el agua no tiene forma constante: se llama genio a la capacidad de obtener la victoria cambiando y adaptándose según el enemigo.
Posiblemente hayas aprendido en el tutorial o mirando en YouTube un combo terriblemente efectivo. Algo que te vendrá de perlas en el Arcade o el Modo Historia de cualquier juego. Sin embargo, lo esencial en un juego de lucha no solo es adelantarse a las circunstancias, también hay que adaptarse.
Porque, como decían los villanos de Dragon Ball, un mismo truco no funcionará dos veces. Haz que ese combo que tanto te ha costado aprender sea tu as en la manga, no tu única arma.
Cambia de estrategia según tu barra de salud
La invencibilidad es una cuestión de defensa, la vulnerabilidad, una cuestión de ataque.
La defensa es para tiempos de escasez, el ataque para tiempos de abundancia. El éxito en la guerra se alcanza cuidando de adaptarse permanentemente al propósito del enemigo.
Puede parecer de lógica, pero aprender a jugar a dos velocidades es esencial: cuando nuestra barra de salud está por encima de la mitad podemos dedicarnos a estudiar a nuestro rival y tener una actitud más ofensiva. Incluso experimentar con técnicas de desgaste. Pero cuando está por debajo de la mitad, nuestra prioridad pasa automáticamente convertirnos en el último luchador en pie.
Entrena con todos los personajes que tengas a tu disposición
Para conocer a tu Enemigo debes convertirte en tu Enemigo. Si utilizas al enemigo para derrotar al enemigo, serás poderoso en cualquier lugar a donde vayas.
Dedicarse exclusivamente a un luchador es una excelente opción para perfeccionar nuestra técnica. Pero saber usarlos todos es todavía más efectivo. No solo podrás prever los movimientos, el ritmo y su alcance, sino también sus ventajas y limitaciones. Exprimir el tutorial y alternar entre todos los personajes de vez en cuando siempre da sus frutos.
Constancia, constancia y constancia
Las victorias de los buenos guerreros no destacan por su inteligencia o su bravura. Así pues, las victorias que ganan en batalla no son debidas a la suerte.
Sus victorias no son casualidades, sino que son debidas a haberse situado previamente en posición de poder ganar con seguridad, imponiéndose sobre los que ya han perdido de antemano.
Tener reflejos ayuda en los juegos de lucha. De hecho, en la mayoría de videojuegos. Sin embargo la clave para dominar cualquier combate es la constancia. Dejar al mínimo posible el factor suerte, aprender de los errores y usar la prudencia en nuestro beneficio y no en nuestra contra.
Dicho de otro modo: nuestras victorias no son fruto de la casualidad, sino de lo que hemos aprendido. Y en los juegos de lucha siempre hay lecciones y técnicas con las que aumentar nuestro porcentaje de victorias… e incluso margen para encontrar y experimentar con nuestro propio estilo.
Ilustración de portada | Randis Albion
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