Al hablar de videojuegos favoritos y que marcan la vida de cada uno, lo más sencillo es hablar sobre géneros en concreto para no entrar en colapso. Aun así, los referentes suelen estar bastante marcados: World of Warcraft, Counter Strike, DOOM, Call of Duty, Super Mario, Halo, Gran Turismo, Street Fighter, The Elder Scrolls, etc.
Algunos de los mencionados suelen destacar un poco más debido al gran impacto que han tenido en el mundo. World of Warcraft, Super Mario y DOOM son algunos de los destacados dentro de la élite. Sin embargo, no todo el mundo se ha iniciado en sus géneros favoritos con las leyendas. Algunas personas tienen en su recuerdo otros títulos que no son tan mencionados.
En este caso, quiero centrarme en el género shooter. Si bien los más destacados están dentro del subgénero FPS, hay también auténticos juegazos en tercera persona. Ahí tenéis la saga de Gears of War, por ejemplo. Entonces, ¿cuál fue el videojuego de disparos que os marcó y enganchó a este género?
Las respuestas más comunes a nivel general suelen ser Call of Duty, Battlefield y Counter Strike. Podemos añadir DOOM, Halo, Quake y Wolfenstein por parte de los más veteranos, mientras que los más nóveles irán añadiendo entregas más recientes como Fortnite, Valorant y Rainbow Six Siege. Todos con el mismo valor dentro del tema que hay sobre la mesa.
GoldenEye: Rogue Agent, un bautizo de balas y explosiones
Si vuestro juego no está entre los mencionados, entonces estamos en el mismo barco. En mi caso, el videojuego que me enganchó a los videojuegos de disparos fue GoldenEye: Rogue Agent. Fue lanzado en 2004 por Electronic Arts para PlayStation 2, GameCube, Xbox y Nintendo DS. No os culpéis en caso no ubicarlo: tiene un 6 de media en Metacritic y las críticas de los jugadores no son mejores.
La recepción por parte de la prensa y las opiniones fueron bastante irrelevantes para un mini-yo de 12-13 añitos. No sé cómo GoldenEye: Rogue Agent llegó a mis manos, pero puedo decir sin exagerar que supuso un punto y seguido en mi vida. Me permitió convertirme en un héroe de acción, similar a todos aquellos que veía en películas ochenteras y noventeras.
No recuerdo la historia más allá de que éramos un Agente 00 que perdió un ojo por culpa del Dr. No y fue despedido por el MI6. Sin embargo, es contratado por la organización Goldfinger como nuevo agente y sujeto de pruebas de un ojo que nos otorgaba habilidades especiales. El objetivo final es la venganza. En otras palabras, la historia es una excusa para llevarnos del punto A al B mientras pegamos tiros.
La cuestión es que lo recuerdo absurdamente adictivo, hasta el punto de pasar noches enteras jugando y de descuidar mis estudios (más, si era posible). Es uno de los pocos videojuegos que he vuelto a empezar a los minutos de ver los créditos del final. En retrospectiva, admito que tuve un problema con este juego.
Locura en el casino y la presa
Mis "recuerdos en vídeo", como los suelo llamar, de GoldenEye: Rogue Agent son bastante escasos, pero sí que tengo muy presentes las emociones hizo vivir. Hay dos misiones de las ocho disponibles que gozaba como un auténtico energúmeno: Midas Casino y Hoover Dam.
Midas Casino tenía lugar en un casino de las Vegas. Los combates close-quarters (interiores) son mis preferidos y por eso esta misión era perfecta, pero superaba la perfección cuando el hotel comienza a saltar por los aires, caen escombros, fuego, enemigos a cascoporro... ¡Eran un caos increíble!
Hoover Dam era la acción ochentera hecha misión: tiroteos y explosiones en una presa que contiene un arma nuclear. La amaba tanto como la odiaba porque era el infierno en la tierra en cuanto a dificultad. Había una cantidad ingente de enemigos, tanques e incluso un helicóptero apache. Y había que superar todo eso usando los coches reventados de coberturas y cualquier arma que encontrases, incluyendo una RainGun.
Armas a dos manos + habilidades + enemigos a cascoporro
Hay otros dos aspectos que me enamoraron perdidamente. No eran nada revolucionario, pero yo no había visto cosa tan maravillosa hasta ese momento. El gunplay permitía llevar un arma a dos manos, armas duales con cualquier combinación y/o combinar un arma a una mano con granadas. Incluso podías elegir la mano en la que llevar el arma en caso de querer llevar solo una o coger escudos humanos.
El sistema de habilidades era una pasada. Lo recuerdo muchísimo cada vez que juego aventuras que combinan armas con poderes, como Bioshock. Había cuatro muy simples de entender y no habría añadido ni una más:
- Un escudo magnético que protegía de las balas.
- Un hackeador para trastear desde puertas y puentes hasta torretas.
- Un campo magnético para lanzar a enemigos u objetos.
- Una visión magnética para ver a los enemigos a través de objetos sólidos.
Cantidades absurdas de enemigos (para la época) + el gunplay mencionado + las habilidades del ojo = un jovencito absolutamente maravillado por todas las posibilidades de sembrar el caos en los diferentes escenarios que presentaba la historia, especialmente en las misiones mencionadas.
No creo que GoldenEye: Rogue Agent sea digno de una mención especial en la historia de los videojuegos (quizás su multijugador sí), máxime teniendo en cuenta leyendas mencionadas como DOOM, Wolfenstein, Call of Duty y Halo. Sin embargo, admito con orgullo que tiene una página dedicada en el libro de mi historia como jugador de videojuegos. ¿Conocíais este videojuego?, ¿qué opináis de él?, ¿qué shooters han marcado vuestra historia?
En VidaExtra | Me aburro: 13 momentos emocionantes que los FPS han matado por repetitivos
En VidaExtra | Estos son los mejores FPS multijugador y de historia que puedes jugar
En VidaExtra | He jugado la mejor campaña FPS de la historia y por fin entiendo por qué se le tiene tanto cariño
Ver 1 comentarios