Call of Duty no tardó en convertirse en uno de los grandes impulsores del panorama jugón en el mundo de YouTube y, aunque fue principalmente de la mano de streamers, también hubo cierto hueco para la creatividad. El vídeo Modern Warfare: The art of toxicity bien podría ser hijo de aquella época.
Aludiendo a la toxicidad que para algunos representa el jugar a base de escopetazos y disparos a la cabeza con duales, su creador se sirve del galop infernal de Offenbach -que muchos hemos acabado asociando a los espectáculos de cancán- para montar un vídeo brutal.
A la lluvia de escopetazos, el uso de C4 y ataques aéreos sólo le falta un RPG para acabar de hacer que alguno se rasgue las vestiduras, pero tal y como lo nombra su creador, jugar a ese nivel es en realidad un arte relativamente difícil de replicar.
Una moda que, con más agilidad, precisión y reflejos, abracé en Black Ops 2 corriendo de aquí para allá escopeta en mano y que, vista con perspectiva, me deparó algunos de los momentos más divertidos y memorables que he vivido en la franquicia.
El uso de las escopetas es un poco como los nuevos camper, da mucha rabia cuando te encuentras con uno, pero intentar hacer lo mismo para pagarles con su misma moneda es mucho más difícil de lo que podría parecer.
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