Crytek, la conocida compañía alemana responsable de títulos como 'Far Cry' o 'Crysis' y de las diversas versiones del motor gráfico CryEngine, asegura que abandonará Alemania si el gobierno, finalmente, decide prohibir los juegos violentos en su país.
Una serie de ministros del gobierno alemán (16 en concreto) han decidido ponerse de acuerdo sobre el tema y le han pedido al Bundestag (el equivalente a nuestro Parlamento) que prohíba tanto la distribución como la producción de videojuegos violentos. En varias ocasiones hemos sido testigos de la censura sufrida por ciertos videojuegos en Alemania, pero esta vez la cosa va más allá. Al hacer referencia directa a la producción el mensaje que están enviando a las desarrolladoras nacionales es el siguiente: "si hacéis juegos violentos, aquí no os queremos".
Crytek, a través de su presidente y co-fundador Cevat Yerli, ha declarado lo siguiente:
"La prohibición de juegos violentos en Alemania nos afecta directamente porque equivale a banear a los propios artistas alemanes que los crean. Si la comunidad creativa alemana no puede participar en uno de los medios culturales más importantes de nuestro futuro nos veremos obligados a trasladarnos a otros paises."
Y continúa diciendo:
"El debate político actual privará al talento alemán de su lugar en el escenario global del desarrollo de videojuegos y privará a los consumidores alemanes de un tipo de entretenimiento considerado como seguro y divertido en todo el mundo."
Como veis el tema no es para tomárselo a broma. Ministros queriendo vetar la producción de material de entretenimiento. Y todo porque allí tienen una habilidad especial para relacionar situaciones violentas sucedidas en la vida real, como el último tiroteo que tuvo lugar el pasado mes de marzo en una escuela, con ciertos videojuegos (el 'Counter-Strike', en este caso).
De momento, debido a las leyes del país, que dicen que cualquier petición popular enviada al Bundestag que haya alcanzado al menos las 50.000 firmas en menos se seis semanas ha de ser leída y debatida (en este caso existe una petición online con 67.000 firmas para intentar parar la propuesta), los planes de estos ministros se han visto algo trastocados.
En cualquier caso debemos estar atentos a lo que pase, puesto que en septiembre se llevarán a cabo las elecciones federales y habrá que ver cuál es el siguiente movimientos de los ministros censores.
Personalmente me parece poco menos que abominable que una compañía desarrolladora de videojuegos tenga que plantearse, a estas alturas, el tener que abandonar su país de origen por culpa de la censura. Sobre todo cuando estamos hablando de piezas de entretenimiento que en ningún caso son, por sí mismos, la primera y última causa capaz de generar determinados actos violentos.
Vía | GamesIndustry, GamePolitics
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