Si bien Deadpool y Lobezno ha sido uno de los mayores pelotazos de Marvel Studios desde Vengadores: Endgame, la tercera entrega de la saga protagonizada por Ryan Reynolds estuvo a punto de caer al abismo de no haber sido por el verdadero salvador de esta película: Hugh Jackman.
A través de una entrevista con el medio estadounidense Variety, el director de la película Shawn Levy aseguró que, antes de la llegada de Hugh Jackman, tanto él como Ryan Reynolds tenían previsto realizar una llamada con Kevin Feige para decirle que necesitaban un par de años más para encontrar una historia a la altura del Mercenario Bocazas.
"Trabajamos durante meses para dar en el clavo con Deadpool 3. No lo conseguimos. Todas las ideas parecían demasiado grandes para Deadpool o demasiado pequeñas para Marvel. Fracasamos. Programamos un Zoom para decirle a Kevin Feige: 'Volvamos a esto en un año o dos'".
Poco antes de esa reunión un ángel en forma de canadiense cayó del cielo. Hugh Jackman llamó a Shawn Levy y le dijo que quería volver al papel de Lobezno, pero acompañado de uno de sus mejores/peores amigos: Deadpool. A partir de aquí, el borrador del proyecto tuvo un efecto de bola de nieve que acabó en lo más alto con una cinta que ha recaudado más de mil millones de dólares en taquilla.
Ahora queda por saber cuál será el futuro de Wade Wilson y Logan en el Universo Cinematográfico de Marvel, pero está claro que la Casa de las Ideas volverán a contar con ellos en los próximos proyectos de la compañía, siendo las películas de Vengadores las entregas que más probabilidades tiene de aparecer ambos personajes.
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