Puede que el nombre de Timothée Chalamet no os diga demasiado de primeras a muchas personas, pero seguro que la cosa cambia cuando mencionamos películas como Dune: Parte 1, Dune: Parte 2, Wonka, Call Me By Your Name y en menor medida Interstellar. Y lo que queda con Dune. ¡Ahora seguro que caes!
Resulta que Chalamet tuvo que aguantar muchos años de rechazos mientras perseguía su sueño: convertirse en un actor de acción. Era una aspiración lógica debido a su juventud. Sin embargo, "Siempre recibía la misma respuesta: oh, no tienes el físico adecuado", recuerda el actor en una entrevista con Rolling Stone UK.
"Una vez me llamó un agente y me dijo: estoy harto de recibir los mismos comentarios. Vamos a dejar de proponerte proyectos grandes porque no engordas", dice Chalamet. Y es que su problema era que no conseguía engordar y/o coger volumen con los entrenamientos. "Yo intentaba engordar. No podía. Básicamente no podía. Mi metabolismo o lo que coño fuera no era capaz".
La entrevista señala que fue rechazado de El Corredor del Laberinto o Divergente. "Estaba llamando a una puerta que no se abría. Así que fui a lo que pensé que era una puerta más humilde, pero que en realidad acabó siendo explosiva para mí". Su paciencia tuvo recompensa. Dune le ha dado la oportunidad de protagonizar muchas escenas de acción épicas e incluso combates uno a uno.
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