Tenemos buenas y mejores noticias: la buena noticia es que Netflix está a punto de estrenar la tercera temporada de Castlevania, la adaptación animada de la icónica saga de juegos de Konami. Y lo que es mejor: te hemos resumido todo lo acontecido en las dos primeras temporadas para que, la hayas visto o no, solo tengas que preocuparte de las palomitas.
Partamos de algo esencial: los doce episodios que componen las dos temporadas de la serie -hasta ahora- son una libre adaptación de Castlevania III: Dracula's Curse con elementos prestados del aclamado Symphony of the Night y el también celebrado Curse of Darkness. Así, la serie nos traslada al inicio de la cronología partiendo desde las entregas de la NES, colocando estratégicamente personajes y acontecimientos bien establecidos entre los fans.
Por otro lado, si bien queda patente desde los primeros avances que la producción de la serie Castlevania busca replicar de manera intencionada el estilo de los animes japoneses, en buena parte debido a la enorme influencia de la ilustradora de la serie Ayami Kojima, así como de los animes Ninja Scroll y Vampire Hunter D; se trata de una producción estadounidense elaborada desde la tejana Powerhouse Animation Studios.
Lo cual, como podrás ver en este avance, no desmerece en absoluto las intenciones de la serie.
Con eso por delante, la iniciativa surge de un proyecto rescatado para Netflix por parte del productor Adi Shankar. Un primer intento de adaptar el metroidvania de Konami en 2007, diez años antes del estreno de la primera temporada, tomando igualmente los acontecimientos de Castlevania III como premisa de partida.
Como dato extra, la serie de Castlevania sienta las bases del Bootleg Multiverse, el multiverso del propio Shankar basado en adaptaciones animadas en clave de anime de videojuegos, el cual se expandirá con nuevos proyectos de animación relacionados con Assassin's Creed, Devil May Cry e Hyper Light Drifter.
Retomando el tema hacia Castlevania, la historia se ambienta en un universo de fantasía oscura en la que los humanos, la raza de los vampiros y todo tipo de bestias y demonios conviven en un delicado equilibrio que, como verás, está a punto de romperse por una noble causa.
La aprendiz del vampiro
Valaquia, año 1455. Una decidida joven de cabellos dorados se abre paso entre murciélagos y cuerpos empalados mientras se dirige a las colosales puertas de un castillo. La arquitectura de la fortaleza es desmesuradamente alta y retorcida. Antes de que la joven inicie la llamada al interior, unos engranajes propulsados por una misteriosa energía lumínica la reciben abriéndole paso al enorme recibidor interior, donde es recibida por una imponente figura estilizada de piel pálida, porte señorial y mirada aguda.
Ella es Lisa de Lupu, una aprendiz de médico con una enorme determinación por hacer un mundo mejor y una todavía mayor sed de conocimientos. El necesario como para no temer asomarse al infierno si consigue salvar vidas. Quien la recibe es nada menos que el señor del castillo, el mismísimo Vlad Dracula Tepes. Un ser inmortal, una inagotable fuente de conocimiento científico y el mayor enemigo de la propia humanidad. Esto último, al menos, hasta el día que conoció a Lisa.
Nos vamos a 1475. Han pasado veinte años desde que aquella joven se atrevió a adentrarse en el Castillo de Drácula. Lisa se ha ganado una merecida reputación y prestigio ayudando a los demás con medicina y ciencia. Paradójicamente, sería esto último lo que la retiene atada ante una muchedumbre, a punto de ser quemada en vida ante un tribunal eclesiástico. La acusación: brujería.
Lisa pide clemencia con sus últimas palabras de antes de iniciarse la ejecución. No para ella, sino para sus verdugos, encomendándose a la humanidad que había logrado insuflar a su marido, su leal compañero durante estos años y el padre de su hijo, el conde Drácula.
Porque Lisa sabe que el vampiro cuyo corazón tardó años en humanizar se cobrará venganza por lo que le están haciendo. Lo que Lisa Tepes nunca llegó a saber es la mesura que alcanzaría ésta venganza.
El último de su legado
El clan Belmont tampoco se lleva demasiado bien con la iglesia. El linaje de cazadores de monstruos fue excomulgado y desterrado en el pasado. Humillado a ojos de los creyentes, desde luego, pero no extinto.
El destino y una acalorada discusión en una taberna quiso que Trevor Belmont, el último de su familia, acabase a las puertas de la ciudad derruida de Gresit, la cual está sometida por una suerte de férreo gobierno clerical de día y los sanguinarios lacayos de Drácula de noche. Por suerte para todos, la llegada de Trevor mantendrá a unos y otros a raya a golpe de látigo.
El porte de Trevor y su actitud lo presentan como alguien excesivamente descuidado, aunque la generosa cicatriz que atraviesa su rostro en vertical delata que no ha llevado una vida relajada. Sin embargo, su abrigo y su ropa delatan más que sus nobles orígenes: como buen Belmont posee una destreza natural para enfrentarse con los males arcanos y un corazón noble. Lo suficiente como para ayudar a un grupo de oradores sitiados en la ciudad de Gresit en un momento desesperado.
Así, el último Belmont se ofrece a partir en rescate de Sypha Belnades, una joven erudita a la vez que una poderosa hechicera capaz de dominar la magia elemental. Y, sobre todo, una aliada decisiva de cara al asalto de demonios al que se enfrentarían ambos esa misma noche en Gresit.
Las feroces huestes demoníacas iniciaron el asalto definitivo a la ciudad sitiada de Gresit y sus habitantes, encontrando resistencia en el cazador, la erudita y un grupo de valientes habitantes de la ciudad en un momento desesperado.
Es entonces cuando las habilidades conjuntas de Trevor y Sypha obran el milagro y se imponen a las fuerzas invasoras. Una alianza casi fortuita, ya que, según el legado de los oradores, formaba parte de una antigua profecía.
Al concluir la batalla, Trevor y Sypha encontrarán de manera azarosa en los cimientos subterráneos de Gresit aquello que la erudita partió a buscar: los aposentos del Soldado Durmiente, un ser capaz de medirse con el mismísimo Drácula, a la vez que la única oportunidad de la humanidad para derrotarlo.
Lo que Trevor no sospechaba es que esa última baza contra los vampiros fuese, además, uno de ellos: el Soldado Durmiente es en realidad Alucard, el hijo de Drácula y Lisa Tampes. Por suerte, para los tres, el joven medio humano de rostro sereno, también tiene cuentas pendientes con su padre.
Alianzas en las tinieblas
La infinita venganza de Drácula sobre la humanidad puso de pie a la nación vampira, aunque los brazos ejecutores de su voluntad serían dos mortales: Vlad Drácula Tepes reclamará los servicios de los Maestros de la Forja Héctor e Isaac, cuyos dones sobre la propia vida decidirán el curso de la batalla.
Ahora bien, pese a la lealtad de la mayoría de los generales y altos mandos de los ejércitos de la noche, por miedo o por fidelidad, una voz comienza a sembrar la discordia a espaldas de Drácula: la noble general vampira Carmilla inicia sibilinamente una revuelta que busca debilitar al Señor de los Vampiros. Al menos, lo suficiente como para usurparle su puesto.
Al mismo tiempo, Trevor, Sypha y Alucard forman una singular alianza con el propósito de eliminar a Drácula y poner fin a su inagotable venganza sobre la humanidad.
Si bien la ayuda del Soldado Durmiente es inestimable, también es actualmente insuficiente, con lo que los tres parten en dirección a lo que queda de los dominios de los Belmont, donde esperan encontrar entre los archivos secretos del clan de los cazadores de vampiros el modo de derrotar al Señor de la Noche.
Por desgracia para el cazador, la erudita y el Soldado Durmiente, las huestes de los vampiros iniciarán una acometida que les obligará a adelantar sus planes, iniciándose al mismo tiempo el traicionero plan de Carmilla para derrocar a Drácula, transportando a través de los misteriosos engranajes el Castillo de Drácula a una zona ventajosa para el recién revelado ejército de la vampira.
El propio Señor de las Tinieblas y sus caudillos se verán forzados a iniciar una batalla muy diferente a la que estaban preparando contra la humanidad, revelándose el rostro de aquellos que cambiaron de bando para posicionarse en favor de Carmilla.
Así, se inicia una acometida a tres bandas entre las fuerzas de la nación vampírica y el ejército que Carmilla había congregado en secreto. Siendo los tres héroes de la humanidad quienes sentenciarán los acontecimientos provocando la inesperadareaparición del Castillo de Drácula justo encima de los archivos del Clan Belmont, llevándose por delante el grueso de las fuerzas vampíricas.
Alineando, en ese mismo movimiento, los destinos de todos los protagonistas y el mismísimo Drácula, mientras Carmilla se bate en retirada al ver torcidos sus propósitos.
El destino de Alucard
Estalla el combate definitivo entre la inusual alianza entre Trevor, Sypha y Alucard y el mismísimo Señor de los Vampiros, el cual se desarrolla por las retorcidas estancias del Castillo de Drácula, ahora cimentado sobre los archivos de los Belmont.
Una situación presumiblemente ventajosa para la alianza de héroes, viendo el debilitado estado de Drácula. Aunque no lo suficiente: no tardamos en ser testigos de cómo los héroes de la humanidad son doblegados con relativa facilidad por el casi ilimitado poder de su sombrío adversario.
Sin embargo, lo que doblegó a tan demoledor enemigo no fue la fuerza de los vampiros, sino la humanidad que se había sembrado en él: los recuerdos de Lisa Tempes y la niñez de Alucard traicionarán definitivamente la voluntad del Vampiro, rindiéndose para posteriormente, y de manera voluntaria, solicitar ser eliminado a manos de su propio hijo.
Aquello que inició la venganza de Drácula sería precisamente lo que terminaría sentenciado y poniendo fin a sus propósitos.
Tras la batalla, los tres héroes de la humanidad separan sus caminos. Trevor Beltmont y Sypha Belnades iniciarán una serie de aventuras juntos en un mundo que no teme a Drácula, mientras que Alucard custodiará el Castillo de su padre así como los secretos de los Belmont. Pero no todo el mal ha sido extinguido de raíz.
Carmilla ha sido derrotada, pero su determinación sigue intacta: la vampira se prepara para su regreso contando con el don de Héctor para restaurar vida a los muertos. Mientras tanto, Isaac, el otro Maestro de la Forja de Drácula, inicia una nueva vida en tierras lejanas, decidido a forjar su propio ejército.
¿Una nueva oportunidad para la humanidad? Por lo pronto, el tráiler de la tercera temporada, el cual puedes ver a continuación, ya nos asegura nuevas raciones de latigazos, estocadas, pirotecnias de fuego y -sobre todo- generosas raciones de purga demoníaca.
Ver 2 comentarios