Después de tanto juegazo que ha ido saliendo a la venta este año era difícil imaginarse que todavía quedaba alguna gran sorpresa por salir a la venta en las tiendas, pero efectivamente así ha sido. Todavía no es momento de cerrar las listas de los grandes bombazos que se han publicado a lo largo de todo este 2023, porque Ubisoft pretende colarse en todas ellas con Avatar: Frontiers of Pandora.
La compañía gala y el equipo de Massive Entertainment, los creadores de la saga The Division, son los encargados de intentar adaptar en forma de videojuego el precioso mundo de fantasía creado por James Cameron que hasta el momento nos ha sorprendido con dos peliculones que han arrasado en taquilla. Un éxito que tratarán de replicar los responsables detrás de este título que se pondrá a la venta esta misma semana.
Durante los últimos días he tenido la ocasión de probar este juego protagonizado por "Pitufos Gigantes", como los apodó mi compañero Rubén en sus primeras impresiones y me he sentido perfectamente como si estuviese viendo una nueva entrega de la saga cinematográfica, tanto en lo bueno como en lo malo. Lo mejor es que sigáis leyendo el siguiente análisis para descubrir el motivo.
La guerra entre humanos y na'vi en Pandora, una vez más
Antes de nada hay que señalar que la trama de este juego no es la misma que la de las películas que se han estrenado en la gran pantalla, aunque sí que mantiene algo de relación, porque en ella se mencionan los acontecimientos que tuvieron lugar en la primera entrega de Avatar, aunque la cosa no va más allá. Es decir, no veréis a Jake Sully, Neytiri y tampoco os enfrentaréis contra el aparentemente invencible Quaritch.
Por lo tanto, esto nos deja con una aventura completamente que tiene lugar en el mismo mundo de Pandora. En los primeros minutos nos cuenta una historia en la que un grupo de na'vi pertenecientes a la tribu Sarentu que fueron secuestrados cuando no eran más que unos niños y pasan a estar al cuidado de una organización militar conocida como la RDA. Es ahí cuando se produce un gran salto temporal, porque 15 años más tarde se produce una explosión en la base para extraerlos sanos y salvos a todos ellos, entre los que se encuentra nuestro personaje principal al que controlaremos.
Como venganza por todo lo sucedido se unirá a otro grupo de na'vi y humanos que están de su lado para llevar a cabo toda una rebelión, lo que da pie a una guerra entre las tribus nativas de este planeta y los invasores humanos que tratan de apoderarse de los recursos que existen en él. Una trama que a la que hayáis visto cualquiera de las películas de Avatar os resultará tremendamente familiar, lo que a la larga ha sido algo que no me ha terminado de convencer.
Las veces que he ido al cine a ver las producciones de James Cameron las he disfrutado como un enano, no lo voy a negar en absoluto, pero también soy consciente de que su argumento es más simple que el mecanismo de un chupete, que es algo que siempre se ha criticado. Por desgracia, aquí sucede exactamente lo mismo, porque a medida que iba progresando en la aventura principal e iban transcurriendo las horas no encontraba ese punto en el que algo me hiciese clic y tuviese ganas de jugar solo por saber qué iba a ocurrir a continuación.
Tampoco quiero dar la impresión de que me haya aburrido o sea un enorme punto negativo, porque tampoco es que este apartado llegue a ese punto. Simplemente no me ha enganchado tanto como otros juegos del mismo género y es algo que considero que hay que recalcar porque no es plan de que os llevéis una decepción si sois de los que buscáis encontraros algo más grandioso argumentalmente que las películas de la saga.
Dicho esto, a base de avanzar en la aventura es posible ir conociendo a otras tribus de na'vi y más humanos que no forman parte de la malvada organización militar. Desde luego no será por falta de aliados y personajes que entregarán misiones principales y secundarias. En este último caso nos entregan algunas que consisten en dar caza a alguna criatura del planeta, asaltar una base militar, recolectar algún material y en fin, el resto de típicos objetivos que se puede esperar de este tipo de tareas.
Aun así, hay veces que es difícil discernir entre cuáles son las que ayudan a avanzar en la historia y las que no, porque tampoco es que se diferencien en gran medida. En cualquier caso, el juego está localizado completamente al castellano, con voces y subtítulos, con un conjunto de voces muy bien escogidas que saben perfectamente transmitir la sensación de lo que esté ocurriendo en ese momento en pantalla. En cambio, lo que me ha extrañado es que por algún motivo la mayoría de soldados militares hablan en español latinoamericano, lo que me ha chocado porque si he escogido el castellano lo suyo es que se aplique a todos y cada uno de los personajes.
Un planeta del que no querrás escapar
Dejando de lado el tema argumental, un enorme motivo por el que siempre me ha resultado complicado apartar la vista de la pantalla con las películas de Avatar es por sus preciosos paisajes. El majestuoso mundo de Pandora es increíble y toda una delicia para la vista por sus selvas con árboles descomunales, ríos, lagos, la variopinta flora y fauna tan particular con la que cuenta, sus montañas terrestres y aéreas, etc. Es un lugar que, dejando de lado los peligros que están presentes en él, siempre he deseado que existiese para visitarlo en persona.
Naturalmente es imposible, pero al menos el videojuego de Ubisoft me ha calmado las ganas al poder brindarme perfectamente esa sensación, porque desde el primer momento que sales a explorar Pandora te encuentras ante ti un inmenso mundo abierto en el que lo único que te entran ganas es de perderte e ir a donde sea solo por ver los entornos. Y es que gráficamente es una auténtica pasada, porque se ha transmitido perfectamente la misma esencia que las entregas cinematográficas.
El realismo que presentan los escenarios es digno de aplaudir, por lo que aquellos que os hayáis quedado maravillados con el mundo de Pandora en la gran o pequeña pantalla, os sentiréis como en casa. Se ha respetado de una manera tremendamente fiel cómo es este mundo, con las mismas plantas o criaturas que hemos podido ver en alguna de las dos películas estrenadas hasta la fecha, lo que me ha venido bien para saber cómo reaccionar ante ciertas plantas o cómo combatir a determinados animales que están por estos paisajes tan verdes.
Además, un gran motivo de peso que ayuda a que la exploración sea más divertida es la jugabilidad, porque tanto el propio planeta como la forma de jugar es lo más destacado de la aventura y por lo que me ha parecido una experiencia digna de recomendar a cualquiera. Más que nada porque los controles son muy intuitivos y nuestro protagonista presume de una agilidad sin igual que le permite corretear por donde quiera, dar grandes saltos y escalar por cualquier parte gracias a su gran tamaño.
Esto nos otorga una libertad alucinante al poder avanzar horizontal y verticalmente por donde quieras. Por ejemplo en los primeros compases creía que era imposible escalar hasta la cima de una montaña, pero el juego está preparado para que cada uno pueda desplazarse por donde quiera, porque para eso hay salientes a los que es posible agarrarse o subirse, al igual que hay enredaderas enganchadas de un árbol a otro para andar por ellas o plantas con lianas por las que se puede trepar.
Eso sí, no esperéis que esto sea como muchos juegos que te indican claramente con colores el lugar por el que debes ir. Aquí cada uno debe buscarse las habichuelas sin depender de alguna ayuda, pero la verdad es que a la larga es algo que he agradecido precisamente para favorecer a la exploración y así no parar de observar todos los paisajes por los que iba pasando, porque se nota claramente que la jugabilidad está diseñada para perderse y visitar Pandora libremente.
Por supuesto hay viajes rápidos a zonas clave que se hayan encontrado previamente, porque de lo contrario os pasaríais más horas andando de un lado a otro que realizando otras tareas. Sin embargo, cuando la experiencia se ve algo más alterada es cuando consigues vincularte a tu propio Ikran, lo que vienen a ser las criaturas en forma de aves gigantes en las que te puedes subir para surcar los cielos de Pandora, algo que en parte es fantástico para poder observar desde el aire su belleza.
El problema está en que ahí se viene un poco abajo el tema de la exploración y el ver todo desde el suelo, porque gracias al Ikran los viajes se vuelven considerablemente más rápidos. Aun así, tampoco es que sea una obligación optar por esta opción, ya que está ahí para quien lo prefiera, pero lo más normal es que cuando ya llevas un buen puñado de horas a la espalda te decantes por ella.
Al menos hay otro gran motivo para ir a pie y es la capacidad de nuestro personaje de utilizar sus sentidos para captar todo lo que hay cerca de él. Gracias a ello se resaltarán qué elementos importantes hay por los alrededores, lo que sirve también para detectar a enemigos que estén detrás de muros o algo más alejados. A su vez, esta capacidad también se puede emplear para seguir rastros empleando el olfato para localizar ciertos animales, humanos u objetos que estemos buscando.
Es más, hay ciertas partes que no las he terminado de entender en las que debes ejercer de detective para buscar pistas por el terreno y así determinar qué es lo que ha pasado en ese lugar. No sé muy bien qué pintan estos momentos en un juego de acción, porque no encajan demasiado con el resto de la jugabilidad y, personalmente, es de las partes que menos me han convencido de todo el juego.
La valentía de los na'vi para afrontar cualquier adversidad
Llegados a este punto, tras hablar de su trama, sus escenarios y la exploración en ellos, es momento de tocar otro de sus pilares fundamentales, como es el de los combates, porque este título no deja de ser un FPS en el que hay que enfrentarse a los humanos y al resto de criaturas hostiles que habitan por Pandora. Para ello nuestro personaje dispone de una serie de armas que no están nada mal por los estragos que pueden llegar a causar, especialmente el arco, que es a su vez la principal.
Así dicho puede parecer sorprendente que una flecha haga más daño que una bala, pero no hablamos de una fecha de humanos, sino la de los na'vi que tienen un mayor tamaño. Así pasa que para cargarte a cualquier soldado corriente solo necesitas atinar un impacto para liquidarlo, mientras que con las balas necesitas varias, al igual que ocurre con los vehículos en forma de mechas que pilotan algunos. No obstante, en este caso, como en el de otras criaturas de gran tamaño, lo importante es localizar el punto débil para hacerles morder el polvo rápidamente.
De la misma manera que el desplazamiento y la agilidad del personaje se sienten muy rápidas, lo mismo ocurre con las peleas, porque en muchas ocasiones se vuelven muy frenéticas por el caos que se forma rápidamente en pantalla. Y es que constantemente estás siendo superado en números porque los ejércitos son muy numerosos, de manera que en cuanto hagas saltar la alarma se pondrán como una decena de guerrilleros con sus armas y sus mechas a buscarte para matarte a toda costa.
Podéis tener claro que no se andan con chiquitas y que aquí el liarla parda se castiga muy severamente. Es por eso mismo que el sigilo es tan fundamental en muchos momentos o el por qué las flechas juegan un papel tan importante, porque por ejemplo te sirven para acabar con los soldados normales sin hacer el más mínimo ruido. Claro está que si lo haces delante de otros no son tontos y se percatarán y también si encuentran el cadáver, por lo que lo suyo es tener paciencia y buscar el mejor momento para afrontar estas batallas.
Por ejemplo, en los campamentos militares, los cuales hay que asaltar para evitar que sigan contaminando el terreno, he intentado adentrarme en ellos de ambas formas. Primero he probado hacerlo sigilosamente porque en ellos ni siquiera hace falta luchar, dado que el objetivo consiste en neutralizar unas torres o tuberías y listo, pero el problema es que al haber tanto enemigo por todas partes es inevitable tener que luchar en algún momento. A pesar de que intenté hacerlo disimuladamente, fue un fracaso rotundo.
Es ahí cuando entonces probé a hacerlo en plan Rambo y fue un fracaso peor todavía, porque los soldados pegan bastante fuerte y a la que te descuides un poquito ya estarás criando malvas, especialmente los que van subidos en mechas con sus balas de artillería pesada que hacen bastante pupita. En resumidas cuentas, la primera opción es la más recomendable teniendo en cuenta que tarde o temprano tienes que combatir, así que es esencial aprovechar el entorno, como los tanques explosivos o los lugares en forma de cobertura para salir airoso.
De todos modos, a nuestro personajes es posible personalizarlo sobre la marcha. No hay un sistema de niveles como tal, pero a medida que se van cumpliendo misiones principales y secundarias va obteniendo puntos de habilidad para aumentar el daño, la vida, la resistencia a los impactos, el sigilo, etc. Todo ello en un conjunto sirve para fortalecer a nuestro protagonista y que se vea indicado en un número, como ocurre con las misiones, para así hacernos una mejor idea de si va a ser un objetivo asequible o las vamos a pasar canutas.
Las habilidades se notan una barbaridad y por eso es tan importante distribuir correctamente los puntos que van otorgando en base a la forma de jugar de cada uno. Asimismo, nuestro na'vi también dispone de piezas de equipo básicas y otras con efectos pasivos, además de poder conseguir algunas de diferentes rangos de rareza, como es habitual en los juegos de rol. Estas mismas se pueden fabricar a base de obtener materiales o fortaleciendo la amistad con las tribus del planeta, lo que servirá para adquirir toda clase de artículos cuanto mayor sea la unión con los miembros de nuestra misma raza.
Por otro lado, también se pueden cocinar platos para así recuperar puntos de salud y obtener mejoras temporales. En cambio, la navegación por los menús es un tanto confusa con opciones que no terminan de quedar muy claras o apartados en los que resulta un tanto difícil localizar algo concreto que estés buscando. Al menos la interfaz sí es más intuitiva con un menú rápido para seleccionar las armas y las comidas para no perder ni un solo instante si estás en medio de un combate, porque los enemigos no te van a dar ningún respiro.
La opinión de VidaExtra
Avatar: Frontiers of Pandora no viene a reinventar la rueda y a ofrecerte un mundo abierto completamente diferente a cualquier otra propuesta del mismo género que hayas visto. Tiene por supuesto ese mundo tan majestuoso como es el de Pandora por el que no paras de tener ganas de recorrerlo de un lado a otro constantemente por lo increíblemente precioso que luce constantemente, porque en este sentido sí que se puede admitir que gráficamente es de los escenarios más impresionantes que puede ver en un videojuego.
Lo demás, pues no dejan de ser cosas que ya están presentes en otros FPS, así que se podría decir que el mayor motivo para hacerte con el juego es su propio universo, sus propios animales, plantas, personajes, etc. Básicamente, todo lo que te haya podido gustar de las películas de James Cameron lo vas a encontrar aquí sin ninguna duda, porque es una representación muy fiel de estos largometrajes con su propia historia que podría ser mejor, pero no es tan mala como para causar rechazo.
En definitiva, Avatar: Frontiers of Pandora es el último gran juegazo de este 2023 y una de estas propuestas que fácilmente gozaréis cuando os pongáis a los mandos. Tal vez no sea perfecto, pero su ambientación y su jugabilidad son puntos tan excelentes que logran dejarte con una experiencia de las que te pueden entretener muy fácilmente de principio a fin.
Como apunte final, señalar que el análisis lo he llevado a cabo en la versión para PC y su rendimiento ha sido sublime. En todo momento la acción ha ido a 60 fps, no he sufrido ni un solo parón, así que eso me ha ayudado a disfrutar más todavía de la exploración y los combates sin problemas.
Precio de Avatar: Frontiers of Pandora
Los que queráis haceros con la edición física de Avatar: Frontiers of Pandora la tenéis disponible en Amazon con su edición limitada por 71,99 euros. Con respecto a su versión digital, la versión para PC en Ubisoft Store tiene un precio de 69,99 euros, mientras que en PS5 y Xbox Series X/S cuesta 79,99 euros en PlayStation Store y la tienda de Microsoft, respectivamente.
Avatar: Frontiers of Pandora Limited Edition (Exclusivo Amazon) (PS5)
Duración de Avatar: Frontiers of Pandora
La aventura principal de Avatar: Frontiers of Pandora os puede durar alrededor de unas 20 horas aproximadamente, pero como hay tantas misiones secundarias es fácil que la cantidad aumente considerablemente, llegando a las 40-50 horas si sois de los que queréis ir a por el 100%.
Avatar: Frontiers of Pandora
Plataformas | PC (versión analizada), PS5 y Xbox Series X/S |
---|---|
Multijugador | Sí (1-2) |
Desarrollador | Massive Entertainment |
Compañía | Ubisoft |
Lanzamiento | 7 de diciembre de 2023 |
Lo mejor
- Recorrer el magistral mundo de Pandora.
- Sabe captar perfectamente la misma esencia de las películas.
- La exploración se siente muy ágil y divertida, como los combates.
Lo peor
- Argumentalmente flojea la mayor parte del tiempo.
- Las partes en las que tienes que ejercer de detective.
- Las misiones principales y secundarias son muy similares.
Ver 2 comentarios