Hay muchas maneras de abordar el terror en los videojuegos, y todas ellas se manifiestan en Alone in the Dark. Un remake integral del clásico de culto que estableció los pilares de los Survival Horrors y que, en pleno 2024, reivindica los aciertos del clásico con toques de Jazz mientras toma mucho prestado de los actuales referentes. Arrastrándonos a las raíces del miedo experimentado con mando o ratón. Al de los sustitos, al genuino terror psicológico y al horror ambiental. ¡Que mal lo he pasado en Derceto! Pero es que, en el fondo, eso era exactamente lo que quería.
La mansión maldita que nos obsesionó en 1992 reabre sus puertas y, pese a que todo lo que hay dentro es nuevo -o más bien desconocido- logra atraparte. Tanto en lo que tiene que ver con la redibujada trama que Pieces Interactive ha elaborado para la ocasión, con el beneplácito y el asesoramiento de sus creadores originales, como en lo que respecta a su manera de lograr que te sumerjas en esa pesadilla que, poco a poco, socava la voluntad y la mente de sus protagonistas. Arrastrándote al infierno (de manera literal) con cada paso dado. Con cada puerta abierta. Con cada nuevo descubrimiento y puzle resuelto. Al entrar en una habitación en la que todavía no has entrado a sabiendas de que tu revolver sólo quedan dos balas.
Una puesta al día integral, pero también un profundo homenaje al Alone in the Dark original. Un doble mérito con extra de riesgo, teniendo en cuenta todos los puntos de ruptura que se crean crea con respecto al juego de Infogrames: la premisa es muy diferente, la trama tiene en cuenta toda la trilogía y sabe ser selectivo a la hora de añadir elementos o replantear la experiencia.
De hecho, desde el principio queda muy claro que, contradiciendo el propio título, ya no estaremos solos en la oscuridad: Emily Hartwood y el detective Edward Carnby entran juntos a Derceto y no tardan en conocer a quienes ocupan sus habitaciones. Gente muy libertina y estrafalaria, desde luego. Pero con un aire verdaderamente perturbador. Atrapados entre las mismas puertas que deberemos abrir, forzar y que, tarde o temprano, nos harán plantearnos si realmente queremos saber qué hay al otro lado.
Eso sí, la pregunta y el desafío que este remake no tardará en plantearnos son los mismos que el visionario Frederick Raynal, quien participa en el nuevo Alone in de Dark, nos hizo hace más de tres décadas: ¿podremos escapar de esta pesadilla? Y no nos referimos solo a las paredes de la propia mansión. Entre otras cosas, porque cuando peor lo pasaremos será precisamente cuando no las veamos y se nos sugiera ir más allá de sus muros. Directos a la boca del lobo.
El terror lovecraftiano de Derceto regresa
Nada más empezar Alone in the Dark el juego te pone en la cara una escena familiar que, salvo que lo hayas jugado recientemente, posiblemente hayas olvidado: un sapo atraviesa una carretera rural y esquiva por la mínima el típico coche de la década de los años 30. El salto visual está ahí, pero en lugar de llegar sano y salvo al lago que hay al otro lado, como pasaba en 1992, nuestro amigo verdoso acaba entrando en las fauces de un caimán. Planteándote, como jugador, si correrás la misma suerte en tu partida que todavía no ha empezado.
En muchos aspectos, una vez acabas el juego, te das cuenta de que esa escena del sapo simboliza el giro que Pieces Interactive le quiere dar al videojuego de culto: lograr que quien se conoce el original al dedillo se sorprenda, no dejarlo indiferente y, sobre todo, llegar a los actuales jugadores que se han criado con los nuevos videojuegos de terror. Porque, y esto es importante, los protagonistas del juego entran en la casa por su propio pie, pero la primera gran diferencia del Alone in the Dark clásico es que no se nos desafía a abandonar la mansión de Derceto en primera instancia, sino resolverla como un gran puzle. Y eso, a la larga, acaba jugando en favor de la iniciativa.
El nuevo rombo de este renacer de Alone in the Dark pasa a manos de Mikael Hedberg, a quien le debemos juegos como SOMA y Amnesia. Y eso se nota una barbaridad. Tanto en el diseño de la aventura con la manera de concebir los puzles o abordar el terror psicológico. Porque, y esto es crucial, en lugar de apostar por las "cámaras fijas" y los controles tipo tanque nuestros dos protagonistas se desenvuelven de una manera muy similar a Silent Hill, habilitando una vista desde el hombro para los tiroteos. Eso sí, ya te adelanto en ningún momento se coquetea con la acción de Resident Evil 4 y todo lo que vino después. Alone in the Dark es terror psicológico, y tocará atesorar las pocas balas que encuentres.
Sin entrar en detalles sobre la nueva trama, dividida en cinco capítulos a razón de cuatro más el encuentro final, la premisa gira en torno a la desaparición de Jeremy Hartwood, el cual está recluido en Derceto junto con otros pacientes que están siendo tratados por su complicado trasfondo o por sus particulares comportamientos. Se nos da a escoger entre jugar como su sobrina Emily Hartwood o el detective privado Edward Carnby al que ésta ha contratado, de modo que la idea original pasa por llegar a la enorme mansión, e intentar averiguar qué ha pasado con Jeremy. El problema: elijamos a quien elijamos acabaremos expuestos a situaciones completamente paranormales y, de manera inevitable, acabaremos solos ante la oscuridad. Solos en el mejor de los casos.
El nuevo Alone in The Dark se apoya en dos rostros conocidos para darle vida a la pareja protagonista. A Jodie Comer la conocimos en Killing Eve y David Harbour es todo un experto en asuntos paranormales tras su paso por Stranger Things, aunque hace no tanto lo vimos en la película Gran Turismo. Las actuaciones de ambos son un añadido que aporta valor al conjunto, aunque en este caso las voces no están en español. Eso sí, todos los diálogos y textos del juego están locutados. Y eso se agradece, ya que vas a necesitar leer tanto o más que las propias balas.
Hasta terminar el capítulo 2, y a diferencia del Alone in the Dark original, tienes un relativo acceso libre la mansión de Derceto limitado por las puertas con llave que poco a poco te irás encontrando a base de investigar y descubrir puzles. De hecho, el primer capítulo casi roza el terror ambiental al ser excesivamente comedido en lo que se refiere al desafío y el suspenso. Algo que, de manera gradual va in crescendo hasta difuminar la realidad con la pesadilla, lo cual puede pasar en cualquier momento. Al apagarse la luz de súbito, al abrir la puerta o simplemente ves como todo parpadea y te encuentras en un entorno hostil. ¿Y qué pasa con los enemigos? Precisamente ahí es dónde más se ha buscado afianzar las sensaciones originales.
Un homenaje excepcional para un clásico. Una puesta al día con sorpresas
El nuevo Alone in the Dark rompe en muchos de sus aspectos con el clásico. De manera intencionada. Es más, acierta al hacerlo: dudo mucho que un joven de ahora experimente el mismo terror que yo sentí en mi PC cuando aquellos personajes poligonales (revolucionarios para su época) hacían lo imposible para escapar de Derceto. Sin embargo, se deja que el jugador elija hasta qué punto desea verse atrapado en la mansión. No solo en lo que respecta a los diferentes grados de dificultad, sino en lo que respecta a las pistas, ayudas visuales o el simple hecho de resaltar los puntos de interacción. Algo que -siendo justos- no teníamos en 1992 y nos hacía perder tardes enteras viendo qué podíamos hacer o cuales eran los elementos interactivos de cada escenario.
¿Eso quiere decir que Pieces Interactive ha reinventado el juego? No exactamente: lo que ha hecho es preservar todo lo esencial. Reorganizarlo para que los nostálgicos sientan la misma incertidumbre que en el original, adaptarlo a los nuevos estándares de los juegos de terror, siendo más próximos en los resultados a la saga Amnesia, la serie Outcast o los juegos más recientes de The Bloober Team. Tomando pinceladas de todos ellos en lo que se refiere a las mecánicas de juego, pero empapandose siempre en la esencia de la trilogía de Infogrames. Para alegría de los fans de Alone in the Dark.
A nivel artístico, el nuevo Alone in the Dark logra una ambientación extraordinaria reimaginando Derceto, fragmentándola en secciones jugables que se prestan siempre a una revisita. Bien porque algo quedó pendiente o llevando la acción de manera súbita al mundo de las pesadillas sacando partido del motor Unreal. Y, si bien, los únicos dos modelos de personajes (humanos) a destacar pasan por los protagonistas, hay que admitir que el resto de inquilinos dan nuevos matices a la ambientación y sustancia a la trama.
Eso no quiere decir que todo sean aciertos, que conste. Además de tres cierres inesperados del juego en la versión de Xbox, lo cual derivó en regresar a los últimos puntos de guardado manual perdiendo parte de lo logrado, nos topamos con varios problemas a considerar, incluyendo la desaparición de una llave esencial del inventario para poder seguir avanzando en la trama. ¿La solución? Empezar de nuevo la partida. De cero. Lo bueno es que si sabes ir a tiro fijo, el juego se hace mucho más ligero a costa de sacrificar esa tensión que se experimenta por primera vez y se reparte generosamente entre tramo y tramo. No como las pocas balas que se nos dan en pequeñas cantidades.
De hecho, la primera vez que juegues a Alone in the Dark no notarás ningún cambio al elegir jugar con Emily Hartwood o Edward Carnby: la historia es totalmente compartida y solo cambian determinadas cinemáticas, ya que una es la sobrina de jeremy y el otro un detective que está ahí trabajando. Es más, se han introducido interesantes pinceladas de trasfondo, como que al pobre Edward le caducó su licencia el mes pasado y tiene que soportar todo este lío por una cuestión de deudas. Algo que el juego no te dice, sino que debes deducir a base de repasar los documentos de tu inventario. Porque, como el original, en Alone in the Dark no se avanza a base de tiros o garrotazos, sino sumergiéndote en su mundo. Leyendo cada documento. Resolviendo puzles. Eso sí, para sobrevivir a sus peligros lo mejor es desbloquear la escopeta de la entrada. Y eso requiere tener que dar más de un rodeo.
Sin embargo, y esto es lo esencial, es en la segunda jugada cuando el juego gana nuevos matices. Cuando a base de recolectar coleccionables, y sin ahondar demasiado, te encuentras con finales secretos y situaciones algo diferentes. Promoviendo algo que cada vez está más en desuso: que nos pasemos varias veces el mismo juego. Quizás por curiosidad, o puede que porque una parte de nosotros se quedó encerrada en la mansión Derceto.
La opinión de VidaExtra
Estar a la altura del decano de los Survival Horrors es un enorme desafío que el nuevo Alone in the Dark aborda desde una perspectiva diferente a la nostalgia o la fidelidad incondicional: Pieces Interactive rinde un enorme y sincero tributo a todo lo que supuso el juego de Infogrames, a las sensaciones que logró despertar y al genuino sentimiento de incertidumbre y las temáticas lovecraftianas cuyo calado llega a nuestros días. Y pese a que hay mucho de otras sagas de terror psicológico en sus nuevos cimientos, en ningún momento se pierde la perspectiva y se reivindica todo lo que es, ha sido y debe simbolizar el poner los pies en Derceto.
Hay aspectos que, quizás, no llenen a quién venga a buscar un Resident Evil ambientado en los años posteriores a la Gran Depresión. Porque el nuevo Alone in the Dark no lo es ni lo pretende: se trata de una experiencia que tarda todo un capítulo en pillar emoción, que reparte sustitos por aquí y por allá y que tiene muy acotados los momentos de acción mientras promueve la incertidumbre entre las pistas de los libros. Y, cuando menos te lo esperas, te lanza sin previo aviso hacia su mundo de pesadillas. Sabiendo cuándo ponerte contra las cuerdas y cuando apostarlo todo a la ambientación y la narrativa.
Logrando atrapar al jugador de nuevo en la maldita mansión de Derceto. Tanto en lo que respecta al desarrollo del juego, como en su manera de promover de manera proactiva que nos impliquemos en los acontecimientos. Que resolvamos puzles y nos enfrentemos a criaturas nacidas de pactos malditos y rituales vudú. Que celebremos encontrar un triste remo cuando nos quedamos sin balas y, en última instancia, de darle un más que merecido regreso a Alone in the Dark a través de un remake que, quizás, no esté a la vanguardia del género de los Survival Horrors, pero logra hacer algo todavía mayor: retener la esencia de la obra maestra de Frederick Raynal y llevarla a los sistemas actuales.
Precio de Alone in the Dark
El precio oficial de Alone in the Dark es de 59,99 euros en PC, Xbox Series X y PS5. Como reclamo añadido, se incluye el Derceto 1992 Costume Pack que cambia los modelos de los protagonistas por los del videojuego original. Lo cual es un detalle extra para los nostálgicos. Con todo, si apostamos por las ediciones en disco es posible adquirirlo por algo menos en según que punto de venta.
Como alternativa a la edición estándar de Alone in the Dark tenemos la edición Digital Deluxe, valorada en 69,99 euros, que suma algunos filtros vintage y añade algo verdaderamente interesante: la posibilidad de activar los comentarios del director, el equipo y el creador del juego de 1992, los cuales aparecen como micrófonos y desde el principio.
Alone in the Dark PS5 BLX/ESP
Junto con estas dos opciones, THQ Nordic ofrece una edición de coleccionista valorada en 199,99 euros y de la que solo se han producido 5.000 unidades desde su tienda online. Junto a la copia del juego se incluyen todos los extras de la edición Digital Deluxe, una miniatura, un set de pegatinas para la pared, un muñeco vudú para colgar en la puerta, un Steelbook que brilla en la oscuridad y una figura de 26 cm basada en el Hombre Oscuro, el antagonista del juego.
Por último, pero no menos importante, puedes descargar y jugar al prólogo de Alone in the Dark gratis, el cual es un paseo por Derceto a través del personaje de Grace. Una toma de contacto desde un tercer punto de vista de la historia.
Duración de Alone in the Dark
Puedes terminar Alone in the Dark en tres horas o menos. No es una exageración ya que hay un logro que te salta al hacerlo. Lo cual implica que sabes exactamente qué hacer, a dónde ir y también que vas a evitar todos los enfrentamientos opcionales. Dicho lo cual, y esto es esencial, durante mi primera partida completa me saltó otro logro al superar las ocho horas de juego.
A modo de referencia, si desactivas los comentarios y no te dispersas demasiado, en dificultad normal seguramente completes los cinco capítulos de Alone in the Dark y llegues al primer final en unas 10 o 12 horas. Quizás menos. Lo cual no está mal para un Survival Horror que deja margen a la rejugabilidad.
Alone in the Dark
Plataformas | Xbox Series X / S (versión analizada), PS5 y PC |
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Multijugador | No |
Desarrollador | Pieces Interactive |
Compañía | THQ Nordic |
Lanzamiento | 20 de marzo de 2024 |
Lo mejor
- Un remake que sabe reinventar el clásico para los fans e infundir genuino terror psicológico
- La mansión de Derceto sigue siendo esa pesadilla en la que merece la pena zambillirse
- La trama pide ser jugada al menos tres veces
Lo peor
- Los tiroteos y las secuencias de acción son algo en lo que se cojea, aunque no es el plato fuerte de la experiencia
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