Había visto vídeos de gameplay, infinidad de tráilers, imágenes a gran resolución y declaraciones de sus creadores, pero no fui consciente de lo que tenía entre manos con la llegada de ‘Horizon Zero Dawn’ hasta que tuve el juego delante durante unos minutos: Sony y Guerrilla han hecho un juego de Ubisoft.
Ojo, a lo mejor alguien cree que estoy diciendo esto con recochineo, pero nada más lejos de la realidad. Ubisoft acogió el concepto del mundo abierto y lo transformó hasta crear una entidad propia con juegos como ‘Assassin’s Creed’ y ‘Watch Dogs 2’. Grandes escenarios con una historia detrás, misiones secundarias, coleccionables, personalización de personaje… Todo lo que precisamente ofrece ‘Horizon Zero Dawn’.
Jugando a Horizon Zero Dawn
La demo probada se partía en dos secciones, una en la que el equipo de Guerrilla nos enseñaba el juego y otra en la que, por fin, pudimos acercarnos a los mandos y poner a prueba lo visto unos minutos antes. Durante la primera se centraron más en la parte gruesa del juego, iniciando un nivel de la historia en el que su protagonista, Aloy, se acerca aun pueblo previamente masacrado por unas máquinas fuera de control.
Allí habla con sus gentes, se nos da la posibilidad de iniciar misiones secundarias, comprar trajes y accesorios… Y tras un breve paseo se encaran hacia el siguiente objetivo, dar caza a las máquinas que han liado semejante pifostio mermando la población de la zona.
El combate contra los bichos es el que luego protagonizamos a los mandos, no vía historia sino mediante una de las muchas misiones de caza con objetivos que hay en el juego. Aniquila a X bicho de forma sigilosa, monta a este otro y roba los recursos que transporta un tercero.
Lo hacemos, sin embargo, en una zona cerrada de la que no podemos salir, lo suficientemente amplia para albergar varios grupos de robots y escenarios (bosque, camino, lago) pero también tristemente cercada para que no se nos vaya la pinza intentando ir más allá de lo que toca.
La lucha contra las máquinas
Con una visión que bien podría ser la vista de águila de ‘Assassin’s Creed’ controlamos a los enemigos. Podemos marcar a un objetivo, comprobar qué bichos son agresivos o dóciles, visualizar los patrones de movimiento de estos últimos o incluso conocer sus puntos fuertes y flacos de cara a nuestro ataque.
Una vez elegida nuestra primera víctima nos tiramos por una tirolina hasta caer en una zona de hierba alta, donde nos agazapamos con un movimiento de sigilo y nos acercamos a las huellas por las que pasará un mecanizado a medio camino entre una avestruz y un raptor.
Matar al primero con sigilo es fácil, un simple botón y Aloy se echa encima hasta abatirlo, pero la acción alerta al resto de bestias, primero a las indefensas cabras gigantes que están pastando por la zona y, de rebote, al resto de vigilantes que estaban por allí. Toca salir por patas, esquivar los ataques rodando por el suelo e intentar aclararnos con las armas que tenemos a nuestra disposición, desde minas explosivas hasta el característico arco del que hace gala el juego.
Será con este y las fechas explosivas cuando intentaremos destrozar a los tres bichos que vienen a por nosotros, preferiblemente disparándole al ojo central que poseen para maximizar el daño. No es nada fácil, los condenados se mueven con una agilidad exasperante, y el tener a otros dos pisándote los talones mientras te centras en uno convierten la tarea en algo bastante estresante.
Una sana competencia frente al modelo Ubisoft
Bien por ello, al fin y al cabo aquí lo que se premia es el sigilo de un cazador y está bien saber de antemano qué nos espera cuando intentemos ir de Rambo por la vida frente a las criaturas de ‘Horizon Zero Dawn’. Siempre tenemos esa opción, pero hay que tener muy presente que no va a ser un camino fácil y que sólo aquellos que maximicen los recursos obtenidos, ya sea para comprar o crear munición, podrán salir airosos de situaciones así.
En cierto sentido, tanto por su ambientación salvaje como por el hecho de ir recogiendo flores o robando recursos a los robots, en ciertos momentos me recordó bastante a ‘Far Cry Primal’, lo que aumentó aún más esa similitud con la estrategia de mecánicas y añadidos de Ubisoft en su repertorio de juegos.
La prueba no fue suficiente para saber hasta qué punto Guerrilla puede superar ese estándar y, en cierta medida, encontrarme con esa realidad hizo que ‘Horizon Zero Dawn’ bajase de las nubes del hype en las que lo tenía colocado. Fue algo así como volverme más consciente de que ya he jugado a esto, aunque lo he hecho con una ambientación muy distinta.
Ahora espero que el juego final ayude a completar el puzle, que me entregue sorpresas y mecánicas destinadas a conseguir que vea en él algo más que una vuelta de tuerca a ese estilo y, en definitiva, que suponga una competencia sana para que Ubisoft siga insistiendo en mejorar sus títulos ahora que otra compañía pretende acercarse a un sistema que parecían haber monopolizado. Sea como sea, si ‘Horizon Zero Dawn’ funciona, acabaremos ganando todos.
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