Double Dragon en 1987 fue el punto de inflexión dentro de los juegos de "yo contra el barrio", donde Technõs Japan apostó por un entorno con distintos planos siguiendo la estela de su propio Renegade, estrenado un año antes en recreativas. Sin embargo, el mayor boom se produjo en 1989 con Golden Axe y Final Fight.
Tanto SEGA como Capcom fueron dos de las compañías de referencia dentro de los beat 'em up, aunque finalmente la compañía de Osaka se llevase la palma con una ingente cantidad de juegos más que notables y un dominio aplastante en el género. Hoy nos apetece recordar, precisamente, el que lo impulsó todo en los 90.
No diga Street Fighter '89, diga Final Fight
Hay que volver a incidir en aquel Double Dragon de 1987 para reflejar el impacto que tuvo en juegos posteriores, porque la secuela de aquel Street Fighter de Capcom estrenado ese mismo año sufrió un cambio de planteamiento en 1989 debido a eso. Se iba a llamar Street Fighter '89, pero al adoptar el estilo de los beat 'em up, se acabó llamando finalmente Final Fight. Y con otros protagonistas.
Ambientado en la ficticia Metro City, todo parecía ir sobre ruedas bajo el nuevo mandato del alcalde Mike Haggar, un antiguo luchador profesional de lucha libre, puesto que el nivel de crímenes se redujo considerablemente. Hasta que una banda conocida como los Mad Gears secuestró a su hija Jessica, causando, para más inri, el caos en la ciudad y poniendo en una tesitura muy difícil al alcalde y los suyos, con el deber de rescatarla y que los malos pagasen por sus crímenes.
Lo bueno es que este juego nos permitía jugar con el propio alcalde, todo un peso pesado que sigue imponiendo cada vez que protagoniza algún cameo (como en los Marvel vs. Capcom). Aunque no tuvo que afrontar esa misión solo, al acompañarle Cody (el novio de Jessica, la hija de Mike) y su amigo (ninja) Guy.
Independientemente de su historia, machacada hasta la extenuación en aquella época, Final Fight llamó mucho la atención por el enorme tamaño de todos los personajes en pantalla y con un alto nivel de detalles. La paleta de colores era una maravilla, pero es que en movimiento era una completa gozada, dejando en pañales lo visto hasta ese entonces en los dos primeros Double Dragon (años 87 y 88) o el citado Golden Axe de 1989. Incluso los escenarios tenían vida propia.
Viéndolo en perspectiva, hay muchas similitudes entre este clásico de Capcom y el posterior Street Fighter II de 1991. De hecho, algunas animaciones, como la de los cuerpos en llamas, son idénticas. Y conviene recordar, por otro lado, que los protagonistas (y varios enemigos) de este beat 'em up han sido invitados en la saga Street Fighter Alpha y en otros capítulos más actuales del famoso versus.
Un clásico que necesita volver a toda costa
No es el único paralelismo que hay respecto al posterior Street Fighter II, puesto que ambos títulos comparten la fase de bonus para destrozar un coche. Pero, lógicamente, el estilo de juego en Final Fight es diferente al ser un beat 'em up. Uno que, hoy en día, se muestra más limitado de lo que nos gustaría al contar con pocos ataques, la ausencia de correr (sobre todo) o saltar entre distintos planos.
No ha perdido, eso sí, su arrollador carisma. De hecho, lo ha ganado con el paso del tiempo gracias a la aparición de Cody, Guy, Haggar, Sodom, Poison o Abigail en Street Fighter V y otras entregas pasadas del juego de lucha más mediático.
Sigue gozando de buena variedad entre sus protagonistas, al plantear estilos de combate distintos. Así pues, Haggar sería el homónimo de Zangief, capaz de agarrar a sus enemigos y saltar con ellos para hacerles un piledriver. O dar giros sobre sí mismo para azotarlos a la desesperada. Mientras que Guy es frenético y puede saltar por las paredes de modo parecido a Chun-Li. ¿Y Cody? Sería Ryu.
Hay aspectos que nos parecen mejorables en la actualidad, cómo no, por ejemplo que se repitan en exceso los enemigos (con nombres que hacen referencias a bandas de rock, siendo bastante descarado lo de Guns 'N Roses al tener a Axl y Slash) o que jugasen sucio de vez en cuando, siendo muy difícil controlar ciertas situaciones cuando se juntaban tantos en tan poco tiempo. Además, no le pegó el uso de las trampas en la cuarta fase, como a las Tortugas Ninja de Konami del 89.
Con Streets of Rage 4 volviendo al ruedo próximamente, resulta extraño que Capcom tan solo se acuerde de Final Fight de cara a los recopilatorios, puesto que han pasado muchos años desde su última entrega bajo el estilo clásico. Tanto Final Fight 2 como Final Fight 3 salieron en exclusiva para Super Nintendo entre 1993 y 1995, respectivamente. Porque la saga se iría al traste con el juego de lucha Final Fight Revenge en 1999 y Final Fight: Streetwise en 2006. Al menos la GoRetro! Portable se acordó del chibi Mighty Final Fight de NES del año 1993...
¿Ha aguantado bien el paso del tiempo?
Sí, pero resulta mejorable hoy en día. Por mucho encanto que siga desprendiendo Final Fight, no puede ocultar sus carencias a nivel jugable en un género que ha ido evoluciando mucho desde entonces. Sin ir más lejos, la propia Capcom con Alien vs. Predator, el toque RPG en los Dungeons & Dragons de recreativas, o SEGA con la secuela de Streets of Rage. Pero hay que rendirse ante este clásico de 1989.
Final Fight
Plataformas | Arcade (versión analizada), SNES, SEGA Mega-CD, Amiga 500, Atari ST, Game Boy Advance y un largo etc |
---|---|
Multijugador | Sí, local (dos jugadores) |
Desarrollador | Capcom |
Compañía | Capcom |
Lanzamiento | 1989 |
Precio | 9,49 euros (retrocompatible) |
Lo mejor
- Dibujó el camino de los beat 'em up de los 90
- Gran variedad entre sus tres protagonistas
- Que la saga siga "viva" en Street Fighter
Lo peor
- Limitado a nivel jugable
- Repite en exceso a los enemigos
- Que no haya contado con un regreso triunfal en 2019
Ver 4 comentarios