Tras situarnos en dos escenarios donde ‘Assassin's Creed’ funcionó realmente bien, la tercera parte causó sensaciones encontradas. Mientras había quienes amaban el juego, otros lo encontraban tedioso y aprovechando mal las capacidades que ofrecía. Eso sí, hubo un consenso claro: la parte de barcos y piratas gustó. Tanto que Ubisoft ha decidido que su cuarta entrega gire alrededor de ella. Probamos ‘Assassin's Creed IV: Black Flag’ y hoy os lo contamos.
La vida pirata es la vida mejor
Esta vez no avanzamos en el tiempo sino al contrario, volvemos atrás sobre los pasos de Connor Kenway para llegar hasta su abuelo, Edward Kenway. Un temido pirata, aliado de Barbanegra, que busca fortuna en las Bahamas, Cuba y el sur de Florida a la vez que da buena cuenta de los templarios de la zona.
Ubisoft ha sido muy inteligente y ha aprovechado a la perfección una idea que en ‘Assassin's Creed III’ sólo se utilizó como una excusa para introducir al protagonista de la historia. Partimos de esa base, la mejoramos y nos sale un juego de piratas donde podemos movernos por libertad por las zonas ya mencionadas.
Esta sensación, como experiencia de sandboxing, es bastante divertida. Se nota que está viva y merece la pena perderse un poco y recorrer, como en su día hicimos en la Florencia renacentista, por los mares para encontrar tesoros en tierra y debajo del agua también, ya que en algunas zonas podremos bucear para rescatar barcos naufragados.
La sensación es buena, pero quizá en el hecho de querer hacerlo divertido y vivo se ha perdido un poco de realismo. Los mares están repletos de barcos y aunque se puede navegar sin problemas dan la sensación de estar bastante más vivos y transitados que las islas donde hay ciudades.
Paramos en una pequeña isla para empezar nuestra primera misión y familiarizarnos con los controles. Nada nuevo bajo el sol: los mismos movimientos básicos de siempre. Exploramos la isla, para movernos saltando de un lado a otro y, de paso, cumpliendo con los objetivos principales (y secundarios) para seguir adelante.
Tras los primeros compases realizando las primeras misiones que hacen de tutorial, nos topamos con los combates. Esta vez Ubisoft ha hecho un esfuerzo por presentarnos un reto y tendremos que estar más atentos en defensa para contraatacar en vez de soltar espadazos a diestro y siniestro.
La sensación es buena, y encaja más con el perfil de nuestro protagonista. Un asesino que, cuando no puede ser sigiloso, prefiere los huecos de sus atacantes para atacarles y tomar ventaja. Completamos este asesinato por encargo, siguen presentes sí, y exploramos una de las primeras ciudades.
Explorar el mundo nos recuerda a las sensaciones que nos dejó 'Assassin's Creed II'
A pesar de ser más pequeñas, dan la sensación de ser vivas. Por supuesto, olvidaros de nuevo de moveros como una ardilla de un edificio a otro. Son pequeños pueblos, no grandes ciudades. A pesar de eso, se mantienen elementos claves de la franquicia como las Atalayas, los cofres, los objetos secretos y las tiendas.
Quizá esta nueva entrega sea la que más posibilidades de personalización no ofrezca. No sólo sobre Edward y su arsenal sino también sobre nuestro barco, al que podremos personalizar de muchas formas para hacerlo más resistente y potente contra los enemigos que nos encontremos en alta mar.
Cuando pienso en juegos de barcos y piratas no puedo dejar de pensar en aquel divertido ‘Overboard!’ para Playstation y ordenador. Barcos a cañonazos con un estilo cómico y una mecánica de juego que enganchaba con facilidad. El tiempo ha pasado desde aquel título de 1997.
Ahora Ubisoft nos pone en la piel del capitán para que vivamos, en tercera persona, la experiencia de navegar en barco y tener combates navales. Una puesta en escena muy peliculera con el subrayado musical, nuestros compañeros gritando y cantando mientras damos órdenes para empezar a lanzar cañonazos contra quienes buscan hundirnos.
El sistema es divertido y, como en el anterior juego, resulta fácil meterse en él. Eso sí, dominarlo es más complicado y en algunos momentos se puede hacer frustrante ser perseguido por dos barcos y no saber a quién atacar primero. Hay muchas armas con las que atacar y la experiencia es bastante gratificante.
Los cambios en el tiempo también estarán presentes y más allá de ser animaciones jugarán a nuestro favor o en contra: corrientes de viento que dirigirán nuestro ritmo, oleaje a veces bastante bravo e intenso… La ambientación está realmente conseguida y parece que Ubisoft le ha cogido el gustillo a esto de los escenarios tropicales.
Seguimos avanzando por los mares del Caribe y nos encontramos una misión curiosa: bucear para recuperar unas medicinas en el barco. Sin duda, un añadido curioso y aunque muchos juegos han explorado esta posibilidad, ‘Assassin's Creed IV: Black Flag’ lo hace francamente bien.
Un control sencillo y un fondo marino repleto de naturaleza, barcos y también tiburones. Edward es bastante viril, pero no tanto como para liarse a puñetazos con una de estas bestias por lo que, si nos detectan, lo mejor será esconder en la maleza. Lástima no podemos explorar todo y se limite a una serie de puntos concretos pero la idea es muy buena.
‘Assassin's Creed IV: Black Flag’ conclusiones tras probarlo
Ubisoft ha sabido resarcirse de una entrega que no terminó de convencer. Ha sido lista y en vez de reinventar la franquicia con un escenario nuevo ha decidido volver a los inicios de la tercera entrega para montar un juego sobre un concepto que no hubo apenas discusión sobre si su calidad.
Posiblemente, esta entrega de Ubisoft sea la que mejor explore, desde el prisma de la acción en tercera persona, lo que significa ser un pirata (y asesino de templarios) y surcar los mares con nuestro barco. La sensación que nos ha dejado es que lo ha hecho de forma bastante acertada, aunque a veces navegar puede ser aburrido en algunos momentos.
En lo que se refiere a la historia poco podemos contar y sólo esperamos que sirva para avanzar la trama de Desmond. Mientras tanto, seguiremos disfrutando matando templarios en alta mar y campando a nuestras anchas por agua y tierra.
Plataformas: PC, PS3, PS4 (versión analizada), Wii U, Xbox 360 y Xbox One Desarrollador: Ubisoft Montreal Distribuidor: Ubisoft Lanzamiento: 31 de Octubre 2013 Precio: 69,90 euros (en Amazon
lo tenéis a 55,45 euros)
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