Análisis de Commandos 2 HD Remaster: el retorno de un clásico que sigue siendo tan grande como adictivo

Imaginemos por unos minutos que el 2001 nunca ocurrió. Que la secuela original de Commandos nunca se llegó a lanzar y que es ahora, por primera vez, cuando nos acercamos a esta mezcla de estrategia y sigilo de la mano de Commandos 2 HD Remaster. Esa es la intención del siguiente texto.

Y es que el verse mejor, tener menos tiempos de carga y gozar de un apartado sonoro renovado es lo esperado -y cumplido-, pero saber qué tal le ha sentado el paso del tiempo a este Commandos 2 HD Remaster es aún más importante si cabe. Al fin y al cabo tener 20 años a la espalda puede afectarle a cualquiera.

El juego que marcó un antes y un después

La mejor forma de describir a Commandos 2 HD Remaster es la de hablar de un juego de estrategia en tiempo real centrado en el sigilo. Controlando a un grupo de soldados más cerca de la guerrilla que de la pelea en el frente, deberemos abrirnos paso por las líneas enemigas mientras vivimos la reimaginación de momentos cumbre de la Segunda Guerra Mundial.

Desde las custodiadas bases de la Alemania nazi hasta las costas del Pacífico controladas por Japón, nuestro papel en cada una de las misiones perseguirá distintos objetivos que van desde salvar a un compañero a recuperar un artefacto clave para el avance de la contienda.

Con distintos personajes controlables en un mismo escenario, la exploración y estudio del mapa es clave para poder avanzar sin que suene la alarma. Controlar la posición de los enemigos y sus patrullas, así como las posibilidades que ofrece el escenario para cada uno de los protagonistas, es una tarea alejada a kilómetros de lo que cualquiera podría entender por fácil.

Commandos 2 HD Remaster es un juego que se crece y sabe explotar las limitaciones. Están las que inevitablemente hacen referencia a lo técnico de su época (luego hablamos sobre eso), pero en realidad me refiero a las autoimpuestas por cada personaje para que tengas la necesidad de que colaboren entre ellos para avanzar.

Estrategia medida al milímetro

Con distintas habilidades para cada uno de ellos, conocer hasta qué punto pueden llegar o no cada uno es de vital importancia antes de realizar cualquier movimiento. Pongámonos en la piel del Ladrón por ejemplo. Un ávido escalador que puede encaramarse por paredes y tuberías pero que, en cambio, no puede atar a sus víctimas, sólo noquearlas durante un breve espacio de tiempo.

Así, adentrarte con él en un edificio sin ayuda externa tiene dos opciones, o te conoces al dedillo las patrullas para ir noqueando enemigos hasta conseguir lo que buscabas o, de lo contrario, vas a pasarlo realmente mal. Más aún cuando vienes de una misión en la que el cuchillo del Boina Verde, capaz de reventar enemigos y no tener ni la necesidad de atarlos, ha campado a sus anchas durante media partida.

Lo mismo ocurre cuando toca mover vehículos, poner bombas o acabar con enemigos bien custodiados con un rifle francotirador. Hay acciones comunes que comparten, pero es bastante probable que para dar ese último paso tengas que acudir a otro compañero.

Tanto es así que a menudo resulta incluso interesante plantearse la posibilidad de limpiar por completo el mapa. Ir aniquilando enemigos poco a poco para tener más fácil el ir de aquí para allí sin problemas. Una tarea que puede alargarse durante horas para cada nivel y que requiere tirar de guardado rápido para poder volver atrás cuando las cosas se pongan feas con un paso en falso.

Una experiencia desafiante, pero no imposible

Por suerte, dentro de lo complicado que es, el juego hace varias concesiones para equilibrar un poco el permanecer en mapas enormes cargados de enemigos patrullando. Los conos de visión de los enemigos, activados al pulsar sobre ellos o pulsando en un punto concreto para remarcar quién podría verte si te mueves allí, son cortos y ofrecen cierto margen de maniobra para echarte al suelo o salir por patas antes de que suene la alarma.

Su inteligencia artificial puede llegarles a jugar una mala pasada si tenemos a todos los personajes armados y creamos una trampa para que acudan cayendo como moscas, pero más allá de ser una opción totalmente viable, muchas veces la alarma provocará más problemas que soluciones.

Que puedas revivirlos con botiquines si algo sale mal también es una enorme ventaja, pero una en la que recaerás menos veces de las que crees. Sigue saliendo más a cuenta tener la partida guardada cada dos por tres y acudir ahí cuando no veas otra salida.

Se agradecería que además pusiesen las cosas un poco más fácil a nivel de cámaras y exploración. Con vista desde los cuatro puntos cardinales, no hay opción a moverte entre ellos como lo harías con una cámara 3D, sino que debes ir saltando entre una y otra perspectiva, perdiendo así otros puntos de vista que vendrían de perlas para controlar una zona antes de moverte.

Mejores gráficos (y poco más)

Con dos tutoriales renovados que añaden alguna pista adicional para superar los dos primeros niveles, el montante de misiones entre las principales y las de bonificación sube a más de 20. Contando que el mínimo que podría llevarnos cada una de ellas es cercano -o superando- a la hora, queda claro que no es en absoluto un juego corto.

Si bien es cierto que acudir sólo a los objetivos principales puede hacer la cosa más llevadera, es fácil liarse la manta a la cabeza e ir en busca de los secundarios. Total, qué más da un par de guardias adicionales cuando llevas escondiendo cadáveres en un lavabo durante los últimos 30 minutos.

Eso sí, a Commandos 2 HD Remaster hay que venir cargados de paciencia. No sólo de cara a que controlar a los personajes y llevarlos de aquí para allí no es coser y cantar, también porque controlar las posibles rutas y plantear la mejor forma de superar cada nivel no es algo que se domine a la primera.

Por otro lado es lo suficientemente adictivo como para que todas esas citadas horas se pasen volando. Incluso tras caer en una misión por haber errado al momento de decidir una estrategia, el volver a las andadas para intentar otro enfoque es algo que sale prácticamente solo.

La opinión de VidaExtra

Commandos 2 HD Remaster es el mismo juegazo que tu mente recordaba pero con mejores gráficos. O la misma pequeña joya de la que habrás oído hablar mil veces si aún no habías tenido la oportunidad de probarla. Las mejoras le han sentado genial a unas texturas que estaban hechas para un monitor de tubo y el cambio se nota.

Que más allá de eso no haya novedades jugables o técnicas que merezca la pena reseñar es algo que te apenará más o menos dependiendo de lo purista que seas con estas cosas. Yo reconozco haber echado de menos mejoras como las de la cámara o la interfaz, pero más allá de estar algo anclado en su propio pasado, sorprende hasta qué punto Commandos 2 HD Remaster sigue siendo un juego muy disfrutable.