Ayer conocíamos la noticia de que Xbox One iba a comenzar a venderse separada de Kinect para competir con el resto de consolas. El movimiento de Microsoft responde a una demanda de muchos jugadores que no utilizan el dispositivo para más que encender y apagar la consola. Al conocer la noticia a muchos se nos pasó por la cabeza si Microsoft pensaba compensar a los compradores del pack original, el cual siempre fue más caro. La respuesta es rápida: no se plantean compensar a los jugadores.
Según un representante de Microsoft no van a seguir la estrategia de Nintendo cuando la 3DS bajó de precio porque (según sus propias palabras) "como muchos primeros productos es de esperar que estos evolucionen o cambien con el tiempo, y Kinect sigue siendo una parte integral de la experiencia Xbox, tanto a nivel de juegos como de centro de entretenimiento".
La frase lo explica bastante bien y en parte tiene razón. Sacar la consola sin Kinect no significa que vayan a desechar el dispositivo ni mucho menos, si no que dan una opción a cierto tipo de jugadores de no tenerlo. Es como si los que tenemos una PS3 Fat pidiéramos dinero a Sony cuando sacaron la PS3 Slim, va a ser que no.
Vía | Eurogamer
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