Hay censuras y cambios en la localización que son más fáciles de entender que otros. Por ejemplo, cuando el primer juego de Dragon Ball para NES llegó a occidente se eliminó la licencia y la obsesión del Maestro Roshi ya no era la lencería, sino los sándwiches. Entonces, ¿por qué la propia Nintendo decidió censurar el aparentemente inocente Ice Climber? Siendo más específicos, eliminando a todas las focas del juego.
Antes de empezar toca ponernos en contexto: Ice Climber fue lanzado en 1985, es un legítimo heredero del legado arcade que tuvo Nintendo antes de apostar a lo grande por las consolas y formó parte del catálogo de lanzamiento de la NES en Estados Unidos. Dicho de otro modo: aquel movimiento se hizo de manera completamente intencionada y específicamente para la ocasión. Si no has jugado todavía (lo tienes en casi todas las consolas recientes de la Gran N y se incluye con Switch Online) la premisa es escalar a martillazos por montañas. Hasta ahí todo normal.
El problema de base (nunca mejor dicho) surge al aparecer el primero de los enemigos del juego en la falda de la montaña: antes de toparse con feroces osos polares, cóndores y otros enemigos que les entorpecen el paso, los intrépidos escaladores Popo y Nana se ven prácticamente obligados a golpear focas. De hecho, la portada japonesa original lo dejaba implícito. Para los jugadores nipones tenía su lógica, al considerarse animales procedentes de un clima muy frío, pero en occidente la cosa no era tan sencillo.
La caza de focas, en especial de focas bebés, fue un enorme motivo de controversia que sensibilizó a varias generaciones. Pese a que durante siglos fue algo más o menos común, se estima que en Groenlandia el drástico aumento de caza con arpón empezó a poner en un peligro a varias de las especies y para la década de 1970s la cosa se había disparado completamente en regiones del norte del Atlántico.
En consecuencia, se decidió concienciar a la población, controlar fuertemente su cacería, proteger a las focas bebés y a grandes rasgos, proteger la especie. Y, claro, en mitad de ese torbellino, una Nintendo que llegaba de Japón con sus juegos y el propósito de entretener, y que con Ice Climber proponía a las familias americanas atizar con martillazos a focas que, no lo vamos a negar, tampoco parecían demasiado amenazadoras.
¿La solución por parte de la Gran N? Tan sencilla como efectiva: erradicar a las focas de Ice Climber y sustituirlas por otra cosa. Algo que, mereciese ser golpeado y no causase polémica. Por ejemplo... ¡Hombres las Nieves! Porque, hasta dónde se sabe, éstos jamás han estado en peligro de extinción. Incluso no está claro que existan.
Siendo justos, Nintendo no eliminó del todo a las focas de su saga. De hecho, lo que hizo fue abrazar el cambio a nivel internacional: el enemigo es llamado Topi en Super Smash Bros. Melee, y dependiendo de la versión del juego que tengas su trofeo será el de una foca o el del Hombre de las Nieves. Lo cual no impidió que uno de los dos pusiese caritas con las que es complicado propiciar martillazos. Tú mismo puedes sacar las conclusiones.
Una de las grandes claves del éxito de Nintendo a nivel internacional fue su manera de adaptarse a cada público. En ocasiones perdimos elementos que fueron recuperados con el tiempo, en otras se hicieron cambiazos con sagas enteras, como la secuela de Super Mario Bros. o varias entregas de Final Fantasy, pero fundamentalmente se trataba de pequeños cambios sutiles en cada título. Una atención al detalle y un cuidado muy especial con los jugadores como prioridad que, siendo sinceros, marcó la diferencia.
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