En VidaExtra vivimos por los videojuegos. Los de sobremesa, los de PC, los de móviles. Y, por supuesto, los de Switch. Un sistema que, de manera sibilina, ha conseguido igualar al PC como la meca del indie, que está sumando a buen ritmo los bombazos de las Third Parties, que puedes llevar donde quieras y, cómo no, cuenta con exclusivos de ensueño.
A todos los que te escribimos cada día desde esta, la que es tu casa, nos chiflan los videojuegos, lo cual no quiere decir que todos juguemos a lo mismo: cada editor tiene sus gustos y sus debilidades. Y, claro, dedica sus horas libres a jugar a lo que de verdad le apasiona.
Como resultado, la consola dos-en-uno de la Nintendo ha conseguido congregarnos a algunos por los mismos motivos y a otros por temas muy diferentes.
Así, hablando entre nosotros, surgió una idea: poner en común el uso que cada uno le da a la consola de Nintendo. Los juegos a los que más tiempo le dedicamos y cómo y de qué manera sacamos partido a su propuesta de juego. A fin de cuentas, y como cantaba Un pingüino en mi ascensor, en la diversidad está la diversión.
El proceso a la hora de escribir estas líneas ha sido bastante libre. El tema en común ha sido “Los juegos más jugados en Switch de los editores de VidaExtra” tomando inicialmente como referencia algo más o menos tangible como son las horas de juego.
Eso sí, también hemos querido añadir otros factores extra ya que, a fin de cuentas, no todo se reduce al tiempo de juego, sino a cómo aprovechamos y disfrutamos de la consola. Como resultado, aquí tienes las experiencias de Alex, Jarkendia, Sergio, Jon y el que te escribe con los juegos de Nintendo Switch.
Frankie
Con The Witcher III y Overwatch recién estrenados pensé que alguno de estos dos imprescindibles de la Switch acabaría entrando en el top 10. Ambos son pozos inagotables de horas. Sin embargo, repasando la media de horas de la mayoría de mis juegos de Switch la cosa está muy, muy repartida. Lo cual no quita que haya tres que se impongan al resto.
The Legend of Zelda: Breath of the Wild ha sido el juego al que, de largo, más horas he dedicado desde que tengo la consola: 250 horazas. Una cantidad respetable que, dos años después de su lanzamiento, no ha podido ser igualada. Parte de la culpa la tienen sus dos expansiones. Y, siendo sinceros, creo que solo la anunciada secuela podrá hacerle sombra.
La aventura de Nintendo es inagotable y convierte las investigaciones y el mero hecho de cabalgar y deslizarse por el aire sin rumbo en un tipo de arte en sí mismo. Premiando la curiosidad y cada pequeña aventura con santuarios, poderosos enemigos y experimentos realmente locos que han conseguido disparar la imaginación de fans de todo el mundo.
En segunda posición nos encontramos una nota discordante: Dragon Ball FighterZ. Si bien uso la Nintendo Switch para jugar en portátil a mis juegos de lucha favoritos (Mortal Kombat 11, Smash Bros. Ultimate, Street Fighter Collection…) también reconozco que las casi 100 horas invertidas en el online del juego de Dragon Ball me han pillado por sorpresa.
La tercera posición le pertenece a Octopath Traveller, aunque si quiero ser justo es una plaza a medio compartir con Skyrim. La cantidad de horas de ambos está muy igualada y la ventaja real del título de Square Enix es el factor novedad frente a un título al que ya le había dado ingentes cantidades de horas en otros sistemas.
Con todo, ambos no se alejan demasiado del resto de puestos de honor cubiertos por Super Smash Bros., Mario Kart, FIFA 19 y otras apuestas que, por cierto, he disfrutado en compañía, compartiendo sofá (y Joy Con), recuperando los piques de y la diversión de los fines de semana. Unos en los que Switch es una protagonista más.
Alex CD
Nuestro Alex tuvo la enorme responsabilidad de ofrecernos los análisis de varios de los juegos clave de Switch, en especial, de aquel primer año tan loco de la consola. Y se nota, por sus palabras, que lo pasó de maravilla con ellos. Por ello, hemos recopilado algunas de sus impresiones con los tres juegos a los que, según el contador de su consola, más tiempo ha dedicado.
El juego al que más horas ha dedicado: The Legend of Zelda Breath of The Wild. Sin duda, es uno de los juegos más especiales a los que he tenido la oportunidad de jugar, una experiencia inolvidable y un título imprescindible para cualquier amante de los videojuegos. es un juego maravilloso en todos los sentidos. Es enorme, tanto en extensión como en duración, es divertido, es inteligente, es desafiante.
El segundo juego con más horas: Splatoon 2. Loco, refrescante y divertido como pocos. Para el que le ha echado horas al juego original, esta secuela es un más y mejor que además saca provecho de todas las opciones que ofrece la Nintendo Switch, que no son pocas, y para el que va a llegar por primera vez a esta saga, Splatoon 2 es todo lo que se perdió en su momento y más.
Cerrando el Top 3: Super Mario Odyssey. Diversión pura y dura. Es lo primero que respondería si alguien me preguntara qué es lo que ofrece un juego como Super Mario Odyssey. Eso, y un maravilloso retorno a la infancia, a la capacidad de maravillarnos constantemente, a la felicidad del que sabe que se ha topado con algo de lo que no quiere desprenderse nunca más. Algo por lo que olvidarse del mundo.
Jonathan León
Jon sigue la misma estela de Alex y la mía: quedó fascinado por la inagotable Hyrule, pero también se ha perdido durante horas con la última gran aventura de Mario. Sin embargo, hay un juego que destaca por delante de estos dos: el crossover definitivo de los videojuegos.
He de confesar que tengo un problema, y se llama Super Smash Bros. Ultimate. Por algún motivo que desconozco, intenté conseguir todos los espíritus del juego, una tarea innecesaria y tediosa que en realidad solo era una excusa con la que seguir jugando. Antes de Ultimate no sabía jugar a Smash (más allá del estilo casual con objetos al que estaba acostumbrado), pero empecé a darle al NO ITEMS FINAL DESTINATION por las risas en casa de un amigo, una cosa llevo a la otra, y aquí estamos.
De tanto entrenar online, pasé de perder siempre contra él a ganarle bastantes veces. Y en esas 295 horas no cuentan las que jugamos en su propia Switch. Es mi juego recurrente, ni siquiera le dedico sesiones largas, pero entre partida y partida, combinándolo con otros títulos que me he estado pasando, al final he estado todo el año con él. Lo dicho, tengo un problema, pero ojalá todos mis problemas fueran así.
En segunda posición, The Legend of Zelda: Breath of the Wild. Ultimamente, cuando un juego dura más de diez horas ya me da pereza acabarlo. Uno tiene demasiadas cosas a las que jugar, encima por trabajo, y es difícil gestionar el tiempo cuando la mayoría de títulos relevantes se van a las 30 horas fácilmente. Me gustaría que todos los juegos fueran mucho más cortos (no me tengáis en cuenta los otros de esta lista, porfa), pero al mismo tiempo me contradigo a mí mismo, porque me encantaría que Breath of the Wild durara para siempre.
Creo que es la única vez en la que 100 horas me han parecido pocas. Retrasé una y otra vez mi enfrentamiento contra Ganon porque quería ver qué era aquella parte del mapa que no había explorado, o darle un tiento a una nueva prueba heroica que me trajera de cabeza. No quería terminarlo, la verdad.
Cerrando el podio, Super Mario Odyssey: Quizás fuera porque al principio fue mi único juego en Switch, o tal vez tuviera algo que ver con que me pilló en una época de mucho estrés y Mario era mi terapia, pero el caso es que le dediqué 60 horazas la mar de felices.
Donde muchos ven una cantidad de lunas absurda y formas simples de conseguirlas, para mí era una forma de ver con qué nuevo reto me sorprendía esta vez. Acabé consiguiendo las 880 lunas principales. Después de eso, lo aparqué con la sensación de haber sido una de las experiencias más divertidas de toda mi vida
Jarkendia
Jarkendia compagina los exclusivos de la consola con las pequeñas grandes joyas de los indies. Decidió no lanzarse a por ella de lanzamiento, pero -finalmente- acabó siendo nuestro pionero con la Realidad Virtual de Nintendo. Una experiencia a través del sello Nintendo Labo con sus pros y sus contras.
Teniendo en cuenta que compré la Nintendo Switch poco antes del lanzamiento de Super Mario Odyssey, es evidente que este plataformas del fontanero bigotudo pluriempleado y transformista de Nintendo sea uno de los juegos a los que más he jugado en esta consola. Y eso que aún no me lo he pasado porque lo he ido jugando a los pocos y para obtener el máximo de lunas primero.
Fue la excusa perfecta que tuve en 2017 para volver con la mascota de Nintendo y su nueva consola, principalmente porque nunca llegué a exprimir debidamente los dos Super Mario Galaxy de Wii, los cuáles sigo esperando remasterizados para Nintendo Switch, y porque el evocador The Legend of Zelda: Breath of the Wild ya lo había disfrutado en Wii U.
Super Mario Odyssey me sigue pareciendo de lo mejor de su catálogo por lo completísimo y variado que es, donde cada región es un mundo repleto de secretos en forma de energilunas y monedas, con el incentivo de ver ese más de medio centenar de transformaciones para Mario. Incluso no salió tan mal parado con Nintendo Labo VR.
El otro culpable de que cayese en las redes de Nintendo Switch en 2017 fue una de las mayores sorpresas del E3 de ese año, Mario & Rabbids: Kingdom Battle. Una especie de XCOM aparentemente más simplón y colorido que acababa teniendo su intríngulis en fases avanzadas. Un juego de Ubisoft en exclusiva para Switch que demostró que a veces esos crossovers tan extraños pueden funcionar muy bien. Hasta parecía hecho por Nintendo.
Sorprende, por otro lado, que haya comprado de lanzamiento el remake de Link's Awakening y Fire Emblem: Three Houses y aún no los haya empezado por falta de tiempo. O más bien por saber que si empiezo el SRPG de Intelligent Systems perdería más de 100 horas sin pestañear, por eso prefiero esperar a la temporada estival, más propensa a quedarse en casa por el frío y por tener más tiempo libre por el descanso familiar.
De ahí que al resto de juegos de Nintendo Switch no les haya dedicado tantas horas en comparación, y porque para los multiplataforma siempre priorizo sobre el resto de sistemas. Siempre hay excepciones, claro está, porque cuando se anunció Super Meat Boy para Switch no le pude decir que no gracias a la naturaleza híbrida de la consola (ideal para viajes en tren) y porque esa conversión vino acompañada de un modo local competitivo.
Sergio Cejas
Sergio siempre ha apostado fuerte por las grandes sagas de Nintendo, y todavía más en Switch. Hace poco nos regaló su análisis de Ring Fit Adventures, pero, para él, su mayor sorpresa de este año ha sido Fire Emblem: Three Houses. El juego que, según nos cuenta, más horas ha reclamado en su consola.
Como todas las consolas de Nintendo, el motivo principal por el que Nintendo Switch se vino a mi casa fue simplemente para disfrutar de los juegos de la gran N, que son los que a la larga me acaban proporcionando más ratos de entretenimiento. Además, otra de las grandes razones que influyó en su compra fue el hecho de que The Legend of Zelda: Breath of the Wild iba a ser un título de lanzamiento.
Como gran aficionado de la saga, me he quedado fascinado con todo lo que ha aportado esta entrega, hasta el punto de considerarla mi favorita de la serie. Aun así, a pesar de haber terminado la aventura hasta en dos ocasiones, en ninguna de ellas he logrado alcanzar el 100% por falta de tiempo y por otros lanzamientos que se han ido produciendo.
En este caso, Breath of the Wild se coloca como mi tercer título más jugado con unas 90 horas. Por delante, aunque por muy poco, se sitúa Pokémon: Let's Go, Eevee! con unas 100 horas. El fascinante remake de Pokémon Amarillo que, si bien ha generado mucha controversia por su sistema de atrapar a los Pokémon, a mi me ha encantado por poder volver a recorrer Kanto una vez más con los cambios que se han implementado.
Eso sí, he de reconocer que el mayor motivo por el que se queda con el segundo lugar de la tabla ha sido solo porque me he dedicado a atrapar Pokémon shinys. Debido a su extrema rareza al final te acabas pasando horas y horas delante de la pantalla hasta que al final te aparece uno, que no siempre suele ocurrir. Lo que no me cabe duda es que Pokémon Espada le arrebatará esa plaza en cuestión de unas semanas.
Y el que se queda con la primera posición en cuanto a horas, y muy merecidamente, es Fire Emblem: Three Houses con más de 160 horas. En su momento cuando tuve la fortuna de analizarlo dije que es uno de los tres mejores juegos que se han llegado a desarrollar para Nintendo Switch. Desde el primer día me enganchó por completo el sobresaliente SRPG de Intelligent Systems.
Por el momento he finalizado dos de sus cuatro campañas, ya que la duración de cada una suele rondar las 70-80 horas, y sin duda no me arrepiento de haber invertido ni una sola de ellas en las dos partidas que he concluido. Una vez más el tiempo ha jugado en mi contra, porque de lo contrario tengo claro que la cantidad de horas que le he dedicado se habría doblado hasta que llegara a completar las dos historias que me faltan.
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