Dicen que las segundas partes u oportunidades nunca son buenas y tienen razón en algunos casos, pero no siempre es así. Ha pasado poco más de un año desde que jugué por primera vez a Star Citizen durante un free fly o acceso gratuito y no puedo decir que acabase con ganas de quedarme, al menos no muchas.
Mi experiencia en Star Citizen entonces fue una locura. Me costó muchísimo llegar hasta los hangares y no digamos hacer despegar la nave sin ver tutoriales en Youtube... porque el juego tampoco es que ayude mucho. Si bien Cloud Imperium Games ha añadido ayudas para los nuevos jugadores con el tiempo, sigue siendo muy insuficiente.
El actual Free Fly está a punto de terminar, pero he conseguido sacar tiempo para darle una segunda oportunidad y ver si puedo sobrevivir en su universo. Todo apunta a que estamos a las puertas de buenos tiempos para el simulador espacial y llevo demasiado siguiendo su desarrollo para quedarme fuera. He regresado y esta vez es para quedarme.
Desplegando las alas en Star Citizen
Esta vez hice las cosas como debía. Ya tenía ciertas nociones básicas de cómo funcionan algunas cosas, pero todavía me quedaba una asignatura pendiente: aprender a volar. Star Citizen es un pozo muy profundo y complejo, pero cuya bajada no es tan complicada cuando se hace acompañado de otra persona con la suficiente paciencia.
Mi amigo, Madapls, volvió a convencerme para descargar el juego y darle otra oportunidad. Era el momento de aprender a volar y dejar de suspirar viendo directos en Twitch. Este nuevo Free Fly era el momento perfecto. Después de instalarlo y realizar algunas modificaciones en los ajustes, mi personaje despertó en Area 18.
La primera prueba fue encontrar el camino hacia los hangares, guiado por los mapas de la ciudad y el minimapa de la interfaz. No fue complicado porque todo está muy bien señalizado en Star Citizen. Tardé 10 minutos exactos en estar subido en una Avenger Titan de Aegis Dynamics (AEGS), una nave preciosísima cedida por el juego para el acceso gratuito.
Viniendo de No Man's Sky y Starfield, donde despegar es pulsar un botón, admito que me causaba mucho respeto el proceso de Star Citizen... pero al fin y al cabo es eso: un proceso mecánico para despegar y aterrizar. Encender la nave y sus motores, solicitar permiso para despegar y la apertura del hangar, revisar los estabilizadores, mantener centrada la nave, despegar, plegar el tren de aterrizaje y finalmente volar.
El aprendizaje es complejo, pero la ejecución es absurdamente simple una vez la conoces. No confundir simple con fácil. Puedes memorizar la teoría y aun así acabar estampado o con una multa. Empezar en Star Citizen con un maestro o guía es lo mejor que te puede pasar y creo que forma parte del encanto de iniciarse en el juego.
"Ahora pon tercera persona con F4", me dijo mi amigo tras abandonar el hangar. Quería que disfrutase de un momento espectacular: el sonido de la Avenger Titan saliendo escopetada hacia el cielo y el efecto de las toberas al acelerar al máximo. Tengo suerte de tener un reactor nuclear por PC, así que puedo disfrutar el juego en calidades altas. Esto juega en otra liga.
La siguiente lección de mi clase vuelo fue la más difícil: aterrizar la nave en la estación Baijini Point, mi actual casa. He aterrizado muchas veces en Elite Dangerous, así que más o menos imaginaba el proceso... y aun así lo hice con un nudo en la garganta. Lo más complicado es controlar la velocidad y la posición de la nave en todo momento, es la clave para que meterla en el hangar sea coser y cantar. Y lo hice, no sin dificultades y con evidencias de que aún no tenía claros los controles.
El siguiente paso de la aventura fue un tour por la estación y la compra de equipamiento, todo cortesía de mi amigo. También paramos unos minutos a comer y beber. Y lo siguiente fue el plato fuerte: mi primer encargo en Star Citizen. Delivery o transporte: llevar un paquete de un punto a otro. Lo que viene a ser un Glovo espacial. Genial porque es el trabajo que me apetece hacer en el juego.
Recoger, llevar y entregar el paquete fue extremadamente fácil, y también útil porque tuve que despegar y aterrizar en varias ocasiones. Además, aprendí el proceso de aproximarse a un planeta y a una zona de aterrizaje en tierra. Di gracias una vez más por tener un sherpa cuando vi otra Avenger Titan estampada junto a la zona de entrega. Luego volví a la estación y ahí acabó mi primera aventura. Es todo lo que podéis ver en el vídeo que comparto a continuación.
Hora de volar en solitario
Aquí acaba el primer capítulo de mi aventura. Eran las 4 de la madrugada, así que decidí irme a la cama. Me dormí pensando en lo mucho que me apetecía volar en solitario, hacer entregas de un lado para otro con mi propia nave y conocer nuevos lugares. Tenía claro que lo primero que haría al despertar sería iniciar Star Citizen para probarme a mí mismo sin ayuda.
¡Y así lo hice! La mañana del pasado domingo, antes de seguir con XDefiant para el análisis, estuvo dedicada a hacer un par de entregas. A excepción de un bug que hizo a mi personaje caer al infinito (y su correspondiente reinicio), todo fue sobre ruedas. Había memorizado los procesos de despegar, aterrizar y volar. Si bien fui lento y algo torpe, pude hacerlo sin ayuda de nadie. Y creo que fue en ese momento cuando rompí el muro de entrada al juego, que echa para atrás a tantas personas.
Eso sí, agradecí haber tenido un maestro como mi amigo, porque muchas localizaciones de Star Citizen están ahora mismo llenas de naves estampadas y abandonadas, personas que por una u otra razón han dejado o reiniciado el juego al llegar a ese punto.
Me siento especialmente orgulloso de la última entrega antes de escribir esta publicación. El destino del paquete era una base minera situada en unas montañas de una luna. Ni siquiera tenía pista de aterrizaje, así que tuve que emplear alrededor de cinco minutos para posar la nave en un lugar más o menos decente... y digo "más o menos" porque mirad cómo quedó la rampa en la siguiente imagen.
De vuelta a la estación espacial, solo podía pensar en que por fin había roto la barrera de entrada de Star Citizen. Ahora estoy seguro de que quiero comprar uno de los packs de iniciación, que incluye el juego y una nave, especialmente porque ahora hay dos de ofertas con motivo del evento Invictus.
El 'pack más recomendado incluye Star Citizen + Avenger Titan (nave), pero me gusta sufrir y siempre quiero empezar desde lo más bajo, así que voy a decantarme por el pack Star Citizen + Aurora MR. No por ser el más barato, sino porque es una nave pequeñita y con muchas limitaciones, perfecto para empezar desde lo más bajo. El primer objetivo será la nave Cutter. ¡Deseadme suerte!
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