"Si lo de Kakaroto es instinto, lo mío es puro ego. Llámalo sublimación del ego, o "Ultraego", si quieres"
La fuerza de los saiyans de Dragon Ball no tiene límites. Literalmente. Sus barreras son constantemente derribadas a base de duro entrenamiento, orgullo y genuina pasión por el combate. En el caso específico de Vegeta, el príncipe de la raza guerrera, hay un factor adicional que marca la diferencia frente a sus adversarios: el ego. Y eso, alimentado por el poder de los dioses de la destrucción, deriva en una transformación que jamás se ha visto en la pequeña o gran pantalla. Hasta ahora.
La contribución de Toyotaro a Dragon Ball Super va más allá de dibujar mensualmente los guiones de Akira Toriyama para la V-JUMP o tener que dar las entrevistas en su nombre. Muchos de los personajes creados desde el renacimiento de Dragon Ball, a partir de La Batalla de los Dioses, llevan su firma. Desde dioses de la destrucción a varios de los principales villanos y nuevos héroes de las sagas de Moro y Granolah. ¡Incluyendolos a ambos!
Lógicamente, si los personajes y los acontecimientos dibujados por Toyotaro que solo se han mostrado en el manga pertenecen a la cronología oficial de Dragon Ball, lo mismo se aplica a transformaciones que son, por derecho propio canon absoluto de la gran obra de Akira Toriyama. Incluyendo la forma más poderosa de Vegeta hasta la fecha: el Ultraego.
¿La enésima (y previsible) jugada en la que un nuevo color de pelo refleja un enorme aumento de fuerza impensable hace dos páginas? A efectos prácticos, se podría decir que es un resumen que no va demasiado desencaminado de lo que ocurre al desatar el poder del Ultraego. Pero, siendo justos, el modo en el que Toyotaro y Akira Toriyama equilibraron la balanza de cara al Ultrainstinto de Son Goku es mucho más original y prometedor de cara al fan de Dragon Ball.
Entre otras cosas, porque la nueva manera de extraer más fuerza de combate del príncipe saiyan augura combates a una nueva escala de epicidad.
Qué es el Ultraego y de dónde ha salido
Hay dos posibles respuestas a la aparición del Ultraego en Dragon Ball. La más sencilla es que se mostró por primera vez en el capítulo 74 "Vegeta vs. Granolah" de Dragon Ball Super, dibujado por Toyotaro y con historia del propio Akira Toriyama. Lo puedes leer en el volumen 17 de la serie (disponible en español), el cual, de hecho, hace referencia a través de su título de portada al auténtico origen de esta transformación: "El poder de un Dios de la Destrucción".
Por ponernos en contexto, en Dragon Ball Super tanto Vegeta como Son Goku fueron entrenados en el Planeta de Bills, el Dios de la Destrucción de su universo. Sin embargo, Bills se dedicaba a dormir y comer mientras Whis, el ángel guía, les adiestraba para despertar su instinto más allá de los límites de su poder de combate. Algo que, no sin enorme esfuerzo, Goku logró adquiriendo el Ultrainstinto.
A efectos prácticos, y a diferencia de las transformaciones de Super Saiyan, el Ultrainstinto (o traducido literalmente del japonés, la Doctrina Egoísta) no es un sencillo aumento de fuerza, poder, la resistencia o la velocidad, sino un estado en el que el usuario es capaz combatir de manera instintiva, sin ataduras emocionales o la necesidad de tener que pensar las acciones. Evitando dejarse llevar por la emoción de la batalla. Lógicamente, a los saiyans eso les cuesta una barbaridad, y a Vegeta de manera especial.
Viendo el Ultrainstinto en todo su incalculable poder a través de Son Goku, Vegeta tomó la determinación de que superaría a su mayor rival a través de su propio estilo. Usando su propia voluntad. Lo cual derivó primero en un salto evolutivo de la transformación Super Saiyan Dios Super Saiyan (o Super Saiyan Blue) y, lo más interesante, en el interés de Bills, el dios de la destrucción que hasta ese momento solo miraba de reojo los entrenamientos de los saiyans. Al punto en que, hasta accedió a enseñarle cómo usar el poder de un Dios de la Destrucción.
Interesado en su enorme potencial, la doble lección que Bills enseñó a Vegeta, es que el poder de la destrucción en bruto es ilimitado siempre que se elimine cualquier ápice de miramiento sobrante. El proceso previo es eliminar cualquier resquicio de duda en el corazón (Volumen 16 de Dragon Ball Super "El mejor guerrero del Universo") y conquistar por completo su propia voluntad.
La otra lección es nutrir su fuerza con una clase de instinto diferente a la técnica de Goku: el genuino deseo de destruir.
"En mi estado actual, cuanto más arde mi espíritu de combate más fuerte me hago."
La manifestación de este estado implica también un cambio en el usuario: el color de cabello pasa a ser púrpura imperial, las pupilas pasan a ser de color magenta, las cejas desaparecen de manera muy parecida a la de los Super Saiyan 3 y se observa un aumento drástico de la rigidez muscular. Además, su aura pasa a tener una consistencia flamígera en lugar de manifestarse de forma lumínica. Y en lo que respecta a su poder, no solo tiene acceso completo a las artes de la destrucción, sino una resistencia y fuerza bruta incalculables.
El punto débil del Ultraego de Vegeta
Vegeta comenzó a entender la naturaleza del Ultraego siendo adiestrado (a lo bruto) por el Dios de la destrucción, pero sólo logró alcanzar ese estado por primera vez en batalla. A Son Goku le pasó lo mismo con el Ultrainstinto hasta que logró dominarlo. De modo que, técnicamente, se trata de una técnica que encaja muy bien con su carácter, pero que necesita ser entrenada muchísimo más para alcanzar su máxima eficiencia.
Un requisito adicional, al menos que sepamos, es que Vegeta experimente un intenso deseo de batalla para despertar esa temeridad y desapego con el que despertar tu temible poder. De modo que el príncipe saiyan incrementa esa emoción de una manera muy poco ortodoxa: convertir el daño recibido en pasíón por el combate. Haciendo, según sus palabras, que su sangre saiyan hierva.
"El daño no es más que combustible para mí. ¿Te das cuenta de lo que eso significa? ¡Sólo me estoy volviendo más fuerte!"
Lógicamente, esto es un arma de doble filo: la resistencia del Ultraego es enorme, pero de poco sirve volverse más poderoso si Vegeta acaba acumulando demasiado daño físico. Pero, como comentamos, una parte sustancial del proceso es eliminar cualquier duda en el corazón.
En muchos aspectos, el Ultraego recuerda al sacrificio que Vegeta hizo al dejarse poseer por Babidi antes de que se resucitase a Majin Bu. Y, de no ser por el cabello y los ojos, su complexión es realmente parecida. Sin embargo, a diferencia de entonces, y como él mismo aseguró, el poder del Ultraego es propio. Nace de él. Y una vez despertado brota sin medida.
¿Esto significa que el daño se convierte en fuerza? En absoluto: Vegeta alimentar su sed de batalla con los ataques recibidos, como si fuese el combustible, pero puede ser eliminado si recibe más del que su cuerpo es capaz de soportar. Es decir, si un enemigo le da un golpe lo suficientemente potente, no solo perderá su instinto guerrero, sino que desaparecerá la transformación e incluso puede ser noqueado de manera fulminante. Lógicamente, muy pocos seres vivos tienen un nivel de fuerza igual o superior al del Ultraego.
El Ultraego de Vegeta frente al Ultrainstinto de Son Goku
A partir de este punto toca hacer una mención obligada: comparar el ultrainstinto de Son Goku con el Ultraego de Vegeta. O, por lo menos, especular de manera razonable sobre quién es más fuerte actualmente.
Vegeta se refiere al Ultrainstinto de Goku como una "técnica de chichinabo" (capítulo 75 "El poder de un dios de la destrucción") ya que lo que éste hace es zafar los ataques enemigos y desatar su poder de manera intuitiva, mientras que su Ultraego consiste en alimentar el espíritu de la batalla. En realidad, cada transformación casa con la personalidad de su correspondiente saiyan.
La única analogía que podríamos hacer al respecto pasa por que Goku lucha con el poder y las técnicas de los Ángeles, mientras que Vegeta con los de los Dioses de la Destrucción. Es más, Bills le regaló a Vegeta un adorno para la oreja izquierda que llevan todos aquellos que Dominan el poder de la Destrucción. Y, ya puestos, le alentó a dejar claro que su técnica era mejor que la del ángel Whis.
"Ve y demuestra que la técnica de la Destrucción es más poderosa que la de los Ángeles"
Hasta la fecha solo es posible especular sobre cual de las dos transformaciones es más poderosa, pero al final se reduce a tres aspectos muy específicos:
- Son Goku está más acostumbrado a usar el instinto y ha dominado la transformación, aunque es extremadamente poco disciplinado.
- Vegeta alimenta el Ultraego de pura pasión, aunque todavía está lejos de dominar sus posibilidades en este estado. ¿Será capaz de llevar la sed de destrucción al límite?
- A efectos prácticos, Toyotaro y Akira Toriyama han establecido que ambas formas se crearon para ser las dos caras de la misma moneda. Algo parecido al Yin y el Yan, con lo que sus límites están sujetos a la propia voluntad de Goku y Vegeta, de modo que el resultado de cada batalla puede ser diferente.
Con todo, ni siquiera podemos establecer un desempate más allá del papel. El Ultrainstinto de Son Goku ha sido llevado a numerosos formatos: hemos jugado con él en prácticamente todos los títulos recientes de Dragon Ball, lo hemos visto en la animación y en los diferentes mangas asociados a la franquicia y hay hasta Funkos con el saiyan de cabellos plateados. ¿para cuando el poder de la destrucción recibirá ese tratamiento?
¿Veremos el Ultraego en los videojuegos?
El manga de Dragon Ball Super de Toyotaro y Akira Toriyama es canon y, por regla de tres, todo lo que ocurre en él forma parte de la continuidad de Dragon Ball. En él se muestran acontecimientos de manera diferente a la serie de televisión e incluso historias que jamás han llegado a las pequeñas y grandes pantallas.
Y no solo eso, en el manga de Dragon Ball Super hay hasta dos sagas enteras, con sus propios personajes y villanos, que no han aparecido en otros medios. Incluyendo la saga de Granolah y, por extensión, la transformación de Ultraego de Vegeta.
No es que la Shueisha no haya seguido explorando el universo DragonBall desde nuevos puntos de vista: ahí tenemos la película de Dragon Ball Super: Broly, la serie de animación y los cómics de Super Dragon Ball Heroes y la más reciente Dragon Ball Super: Super Hero que, por cierto, fue adaptada y expandida al papel de mano de los propios Toyotaro y Toriyama. ¿Y qué pasa con los videojuegos?
La buena noticia es que Bandai Namco poco a poco ha ido añadiendo los argumentos de Dragon Ball Super a todos los juegos que continúan expandiéndose, incluyendo Dragon Ball Xenoverse 2, Super Dragon Ball Heroes o Dragon Ball Legends. Y pese a que ha pasado mucho tiempo desde que se cerró el panel de personajes de Dragon Ball FighterZ, la propuesta de lucha sigue sumando novedades.
Sin embargo, ahora hay una oportunidad estupenda para que Ultraego de Vegeta haga una entrada triunfal: Dragon Ball Sparking! ZERO promete recuperar la esencia de la saga Budokai Tenkaichi con el mayor y más épico panel de personajes de Dragon Ball jamás visto, incluyendo los protagonistas y villanos más recientes y las transformaciones que fueron introducidas a partir de Dragon Ball Super.
De modo que, de manera oficial, la puerta está abierta a que, al igual que Piccolo Naranja, Gohan Beast y Goku Ultrainstinto, veamos por fin a Vegeta Ultraego en los videojuegos. Ya bien sea como transformación, como variante de color o, en el peor de los escenarios, como un mod para la versión de PC.
Bandai Namco es plenamente consciente de esto último, así que -pese a que su prioridad pasa por Dragon Ball Daima y el 40 aniversario de la obra de Toriyama- no descartamos en absoluto que se adelante y, en el proceso, deje experimentar a los fans con el poder de los Dioses de la destrucción. Sobre todo, en los entornos diseñados para ser demolidos de Dragon Ball Sparking! ZERO.
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