En el mundo de Pokémon existen más de 1.000 especies diferentes repartidas en un total de nueve regiones, cada una con sus propias criaturas. Para poder capturarlas a todas se puede recurrir a lanzar una Poké Ball u otro modelo sin más y cruzar los dedos para que la suerte esté de nuestro lado. Aun así, lo mejor es debilitar la vida de los Pokémon para que así resulte más sencilla esta tarea.
Cuanta menos vida tengan, más probabilidades habrá de que se queden dentro de la Poké Ball, así que eso conlleva que los Pokémon de nuestro equipo deben combatir contra aquellos en estado salvaje para hacerse con ellos. Una mecánica que lleva presente desde los inicios y no ha cambiado jamás, ya que se trata de una de las características más esenciales de la saga.
Sin embargo, la serie anime se encargó de desmentir semejante hecho. ¿Para qué dejar el trabajo sucio a nuestros compañeros cuando nos podemos ocupar nosotros mismos? No es lo normal que alguien se líe a puñetazos y patadas contra un Pokémon, pero sí que hubo alguien a quien le trajo sin cuidado todo esto y fue a Jessie, la antagonista que forma parte del Team Rocket y no para de perseguir, junto con la ayuda de James y Meowth, a Ash y sus amigos.
El Team Rocket también son entrenadores Pokémon y disponen de sus propias criaturas que sacan a escena para combatir y hasta para capturar a otras, aunque en ocasiones muy contadas. Fue entonces cuando la serie pegó un giro tremendo y nos dejó con una escena de lo más sorprendente y desternillante, porque la mismísima Jessie se encarga de pegar una soberana paliza a un Seviper.
En realidad, tiene un motivo y es que esta serpiente le pega un mordisco a su larga melena y se la corta en dos. Bien es sabido que Jessie adora su pelo, por lo que perderlo en este capítulo de la región de Hoenn provoca uno de sus enfados más bestias, lo que hace que se lance con toda su cólera a por Seviper, propinándole unos buenos Golpes Furia y lo termine de rematar con una Mega Patada, dejándolo simplemente para el arrastre.
No contenta con eso, está a punto de molerlo a puñetazos cuando James reacciona y le dice que aproveche para capturarlo, lo que provoca que su compañera se calme y le dé la razón. Es entonces cuando le lanza una Poké Ball y, como no podía ser de otra forma, se hace con él debido a que no podía oponer ninguna resistencia tras acabar tan machacado.
También es cierto que esta es la única vez que sucede algo así en toda la serie en general, algo que resulta comprensible, porque no es la premisa en la que se basa el universo de Pokémon y tampoco debe de resultar muy fácil pegar a uno de ellos. Tal vez a un Caterpie o un Magikarp, pero seguro que nadie reúne el suficiente valor como para plantarle cara a un Mewtwo o un Gyarados sin la ayuda de ningún Pokémon.
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