La saga Pokémon nos lleva acompañando desde hace casi 30 años y desde entonces se han publicado más de un centenar de videojuegos diferentes, decenas de películas y más de mil capítulos de la serie anime, pero también se han puesto a la venta infinidad de productos de merchandising y mucho más que en un conjunto global han convertido a la franquicia en una de las más populares del mundo.
Aun así, después de tantas décadas siempre ha existido una controversia relacionada con la saga que no mucha gente ha visto con buenos ojos. Y es que la finalidad principal de Pokémon ha sido la de entrenar a criaturas para que estas se fortalezcan y luchen unas contra otras, siendo ellas las que acaban recibiendo golpes, impactos muy fuertes, rayos, bolas de fuego, pedradas, etc., mientras los entrenadores son los que se acaban llevando todos los elogios.
Todo esto es lo que provoca que haya gente que no lo termine de ver demasiado bien por el hecho de hacer que los Pokémon combatan entre ellos y acaben sufriendo tantísimo en ciertos combates, incluso llegando al punto de quedar inconscientes y tener que acudir al Centro Pokémon para que sanen sus heridas. Además, algunos son atizados duramente con el fin de poder arrojarles una Poké Ball y así capturarlos, obligándoles a que abandonen su libertad.
Mientras todo esto se ha tratado siempre como algo muy natural en los videojuegos, fue la serie anime la que logró dar con una explicación a esta situación tan polémica. De hecho, no sucedió en un episodio completamente aleatorio o en uno en el que la serie ya estuviese muy avanzada. Fue en el primer capítulo de todos, en el que Ash se encontró con Pikachu por primera vez, el mismo en el que comenzó su viaje como aspirante a ser el mejor entrenador Pokémon del mundo.
Tras un intento fallido de capturar a un Pidgey y de que un Rattata trate de robarle a Ash la comida que tiene en su mochila, el entrenador de Pueblo Paleta opta por lanzar una piedra a un Spearow para tratar de hacerse con él, provocando que entre en cólera y decida atacarle. Sin embargo, acto seguido este Pokémon pájaro se fija en Pikachu y no duda en lanzarse de cabeza a por él, aunque este ni siquiera le haya atacado y no le haya hecho nada.
Es entonces cuando, ante la preocupación de Ash, la Pokédex resuelve el gran misterio al soltar el siguiente mensaje:
Un Pokémon salvaje tiende a tener celos de los Pokémon entrenados por los humanos.
Por lo tanto, esto explica por qué los Pokémon salvajes sienten tanta aversión a los Pokémon de los entrenadores y por eso deciden atacarlos. Lo curioso es el hecho de que sientan celos de aquellos que son entrenados por humanos, porque sin duda resulta un tanto extraño partiendo de la base indicada previamente que al pasar a estar encerrados en una Poké Ball pierden por completo su libertad al tener que seguir órdenes a partir de ese momento.
Entonces, ¿a los Pokémon no les importa recibir órdenes de los humanos y tampoco permanecer encerrados en el interior de una Poké Ball? Aun así, acerca de esto último, precisamente en este mismo episodio la Pokédex menciona que los Pokémon deben permanecer encerrados en el interior de una Poké Ball mientras reciben entrenamiento, pero también señala que hay algunas especies que lo odian y prefieren estar en libertad, de ahí que Pikachu jamás haya entrado en la suya desde la primera vez que vio a Ash.
En cualquier caso, esto nos lleva a la conclusión de que a los Pokémon no les debe importar luchar con uñas y dientes. Todo apunta a que forma parte de su naturaleza y de ahí que en el fondo no les importe recibir órdenes de los humanos, porque si sienten celos es porque a ellos también les gustaría estar en ese lugar. Por otro lado, la serie Horizontes Pokémon ya dejó claro que los Pokémon viven con toda clase de lujos en el interior de las Poké Ball.
Entonces, si sienten celos, ¿por qué se resisten a ser capturados y luchan contra los Pokémon y los entrenadores? Desde luego este punto es un tanto contradictorio y en la serie anime jamás se ha vuelto hacer hincapié en este hecho, al igual que también se ha pasado por alto en los videojuegos, por lo que será una duda que probablemente nunca se llegará a resolver del todo.
Sea como sea, la próxima vez que juguéis a cualquier entrega, cuidad bien de vuestros Pokémon como si fuesen vuestros amigos del alma y permaneced tranquilos porque si luchan es más que nada porque ellos mismos lo ven como algo normal y corriente.
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