Algunas series anime y manga no necesitan decenas de tomos, que cuenten con varias temporadas o que duren una buena cantidad de años para pasar a ser muy reconocidas o muy emblemáticas. Un buen ejemplo de ello lo tenemos con Death Note, la obra creada por Tsugumi Oba que estuvo compuesta por un total de 13 volúmenes en el caso de su manga y recibió un total de 39 capítulos en su paso por televisión con su versión anime, que incluso fue localizada al castellano.
La serie se llegó a hacer bastante popular por su trama tan interesante e inquietante. No obstante, lo curioso es que originalmente se creó un prototipo en el que el argumento iba a ser un tanto diferente y modificó una serie de detalles muy relevantes que hubiesen provocado que la serie definitiva no hubiese tenido mucho que ver con la que conocemos. Sobre todo porque su protagonista iba a ser otro llamado Taro Kagami, alguien muy distinto a Light Yagami.
A partir de aquí hay spoilers relacionados con la trama de Death Note y su prototipo.
Todos aquellos que hayáis visto o leído Death Note sabréis que Light es en realidad el villano de la serie por ser un auténtico asesino que no tuvo ningún reparo a la hora de acabar con la vida de infinidad de personas. Por mucho que él pensaba que era lo mejor para eliminar a los criminales y hacer del mundo un lugar más seguro, al final estaba estableciendo su propia ley al creerse un dios que podía hacer lo que él quisiera.
Esto era posible gracias al Death Note, un libro en el que puedes escribir el nombre de una persona y automáticamente esta morirá. Incluso puedes decir de qué manera será, pero el omitir la forma en la que ocurre provoca que fallezca de un ataque al corazón. En general, parte de toda esa premisa es la que estuvo presente en este capítulo en forma de prototipo. Sin embargo, como hemos señalado previamente, el personaje principal era alguien llamado Taro Kagami.
Esta historia se publicó en agosto de 2003, cuatro meses antes de la publicación del manga final. La trama nos deja con este estudiante que un día se encuentra en el suelo con el susodicho libro y lo utiliza como si fuera un diario. En él empieza a escribir acerca de que sufre acoso por parte de dos de sus compañeros y al día siguiente ambos mueren por un ataque al corazón. Taro se sorprende mucho, pero piensa que es una simple casualidad.
Para su desgracia, ese mismo día otros tres compañeros deciden tomar el relevo y se dedican también a molestarle y golpearle sin parar. De nuevo acude al libro para hablar sobre todo lo ocurrido en su diario, escribiendo sus nombres, pero tras esto le da por examinar qué significa "Death" en el nombre de Death Note que aparece en la portada y se da cuenta que pone "muerte". Al día siguiente los tres compañeros han muerto y es entonces cuando Taro comprende que él es el responsable.
De hecho, es entonces cuando Ryuk, el mismo shinigami que en la versión final, aparece en escena para contarle todo acerca del poder con el que cuenta el Death Note. Debido a que Taro es mucho mejor persona que Light, entra en pánico al invadirle un sentimiento de culpa y de terror brutal, dado que no se considera un asesino y no quiere ser el responsable de la muerte de nadie más. Ahí tenemos una diferencia bastante significativa en comparación con Light.
Como prueba de su bondad tras considerar que había asesinado a sus compañeros de clase accidentalmente, le preguntó a Ryuk si existía una manera de devolverlos a la vida. Es entonces cuando este le dice que sí y le entrega el llamado Death Eraser. Básicamente, es un borrador cuya función consiste en devolver a la vida a todos los que han sido asesinados por el Death Note con tan solo borrar los nombres, aunque solo funciona con aquellos cuyos cuerpos no han sido destruidos, quemados, etc.
Así pues, se trata de un poder bestial el que se entregó a Taro y que no se conservó en la versión definitiva de la serie. De hecho, Light habría sido realmente imparable si hubiese tenido en su poder la capacidad de poder matar y devolver a la vida a todos aquellos que le diese la gana, porque entonces habría tenido un mayor control de todo lo que sucede. Por lo tanto, es probable que este fuese un buen motivo de peso para que Tsugumi Oba decidiera eliminar esta posibilidad de la versión definitiva para que así al menos existiese la forma de que Light pasase por tantos problemas para llevar a cabo sus maquiavélicos planes.
Volviendo a la historia de Taro, por mucho que se niega en rotundo a emplear de nuevo el Death Note, se acaba enterando de la existencia de otro más que acaba en las manos de Miura, otro estudiante que también sufría acoso y que no tenía ningún reparo a la hora de asesinar a otras personas. Nuestro protagonista acaba evitando que siga cometiendo más actos delictivos al arrebatarle el libro y deciden entregárselo a la policía.
Dado que no les creen, optan por ponerlo en práctica una vez más, pero rápidamente revierten el trágico suceso borrando el nombre con el Death Eraser, lo que permite a los detectives comprobar la veracidad del poder de este libro, el cual es quemado para que nadie más pueda hacer uso de él nunca más. Aun así, Taro se queda con el suyo, pero no vuelve a utilizarlo nunca más al renunciar a su poder y querer vivir una vida como un estudiante más. Eso sí, no cabe duda de que Light no habría seguido ese ejemplo jamás, por lo que al final nos quedamos con dos historias muy parecidas y diferentes al mismo tiempo.
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