Más de un año después de que viera la luz hardware gaming de última generación, con las consolas de Sony y Microsoft y las tarjetas gráficas de NVIDIA y AMD a la cabeza, nos encontramos en un buen momento para hacernos con un PC gaming por piezas. A día de hoy, podemos crear configuraciones de lo más interesantes con todo tipo de componentes. Por lo que si tenemos un PC bastante antiguo, y queremos renovar el resto del equipo, no tendremos mayores problemas para acceder al hardware.
Entre este hardware hay un componente que no tiene un impacto tan directo en la calidad gráfica o en los FPS en juegos como sí pudieran tener GPU, CPU o RAM. Esto provoca que, a menudo, no le demos la importancia que deberíamos pero que, sin embargo, no debemos escatimar en él puesto que es una de las piedras angulares de todo equipo gaming. Hablamos, cómo no, de la fuente de alimentación.
Encargada de recibir la corriente eléctrica de nuestra red, transformarla y repartirla del modo correcto entre todos los componentes, la fuente de alimentación tiene una gran importancia en cualquier equipo; un buen modelo hace que todo funcione sin inconvenientes, pero una mala elección puede traducirse en un rendimiento irregular y poco satisfactorio, e incluso derivar en problemas graves en el resto del hardware, llegando a dejar inutilizado por completo un PC.
Así que, con esto en mente, a continuación vamos a repasar qué aspectos debemos tener en cuenta a la hora de hacernos con una fuente de alimentación para nuestro PC gaming, ya sea porque vamos a montar uno de cero o porque queremos renovar la actual. Para, posteriormente, recopilar algunos de los modelos más interesantes que encontramos en el mercado a día de hoy, con opciones para todo tipo de necesidades, gustos, preferencias y bolsillos. Vamos con ello.
Índice de Contenidos (3)
Nuestra selección de fuentes de alimentación, en un vistazo
- EVGA 600 W1, una buena opción a un buen precio para gama media
- Aerocool LUXRGB1000M, con luces RGB para darle un toque de color
- Mars Gaming MPVU750M, con certificación 80 Plus Silver
- Corsair RM850, una opción completamente modular
- Corsair RM1000x, un modelo más pro para quienes lo necesitan
Fuentes de alimentación para PC gaming: aspectos a tener en cuenta
- Certificación. Uno de los primeros datos que solemos mirar a la hora de adquirir una fuente de alimentación es su certificación. Representada con la terminología "80 Plus", seguido de una categoría, esta nos habla de la eficiencia energética que es capaz de alcanzar cada modelo. Y que, cuanto mayor sea, mejor en términos de aprovechamiento del suministro de energía que recibe. No es algo que deba obsesionarnos, puesto que la mayoría de las fuentes de alimentación del mercado destinadas a equipos gaming ya son suficientemente eficientes como para que no nos preocupemos. Pero aun así, no está de más saber que de peor a mejor van de la siguiente manera: 80 Plus, 80 Plus Bronze, Silver, Gold, Platinum y Titanium. Siendo las Gold las más habituales por contar con un gran equilibrio entre coste y calidad.
- Potencia. Un aspecto que sí puede limitarnos, y mucho, a la hora de usar una fuente de alimentación pasa por la cantidad de vatios que ofrezca. Cada uno de los componentes del PC consume cierta potencia. Y esto afecta a todos, desde los más importantes, como la tarjeta gráfica o el procesador, a otros tantos mucho menos importantes como las tiras LED, los ventiladores o los periféricos. No todos los PC gaming son iguales, y cada pieza de hardware consume una determinada cantidad máxima de vatios cuando se encuentra a plena carga. Por lo que teniendo en cuenta la elección de todos los componentes, la fuente de alimentación que usemos deberá de ser capaz de suministrar toda esa potencia para evitar problemas de rendimiento. E incluso su pueden sobrar unos cuantos vatios, mejor que mejor; mejor ir sobrados que quedarnos cortos. Cuando hablamos de equipos gaming, lo lógico es partir de fuentes de 600 W en adelante, siendo las de 700, 800 o más las más recomendables si el hardware es muy actual y de gama alta (por ejemplo, una RTX 4090 de NVIDIA). Pero lo mejor es que nos fijemos en las especificaciones de cada componente (CPU, GPU, RAM, número de ventiladores, RGB, cantidad de discos duros que usemos...) y hagamos la suma del consumo total para no quedarnos por debajo ni pagar demasiado por una fuente que no vamos a aprovechar.
- Calidad de los componentes. También es importante la calidad de los componentes que cada fabricante incorpora a sus fuentes de alimentación. Las mejores del mercado lo son precisamente por encerrar componentes de calidad, lo que se traduce en fiabilidad a largo plazo, tranquilidad y buen funcionamiento. Una buena fuente de alimentación puede durarnos años y años y ser el componente central sobre el que podemos ir actualizando equipos futuros. Pero una de mala calidad puede suponer una serie de problemas leves como puede ser la aparición de coil whine (ese molesto sonido eléctrico que usuarios de consolas y PC conocen bastante bien) a otros, mucho más importantes, como que un error de funcionamiento de la fuente de alimentación se lleve por delante alguna o todas las piezas de hardware de nuestro equipo. En este sentido, lo mejor es informarse bien de cada modelo en concreto para saber qué nos llevamos a casa; leyendo opiniones de otros usuarios, acudiendo a foros especializados, viendo análisis en vídeo...
- Tipos de fuentes de alimentación: modulares, semimodulares... Bien, una vez tenemos claros los aspectos fundamentales de las fuentes de alimentación para saber cuál es exactamente la que necesitamos en nuestro equipo, nos encontramos con una terminología que si bien no afecta al funcionamiento como tal de este componente, sí que puede traernos más de un dolor de cabeza. Hablamos de cómo sean los cables que van de la fuente al resto del hardware: fijos o no. Hace años, las fuentes de alimentación venían con un manojo de cables fijos que no aprovechábamos al completo por no resultar necesarios muchos de ellos. Y todos los que no cumplían ninguna función tenían que estar ahí, ocupando sitio dentro de la torre e incluso entorpeciendo el flujo de aire. Ahora también existen fuentes de este tipo, que además son las más económicas, pero si queremos una buena gestión del cableado no estaría de más ir a por un modelo semimodular o completamente modular; las primeras traen fijos los cables básicos que necesitaremos usar sí o sí (el conector de 24 pines de la placa base, por ejemplo) y podemos conectar y desconectar el resto según los necesitemos o no. En las segundas cada cable se puede conectar y desconectar a nuestro antojo, así que podemos usar exclusivamente los necesarios y así no tener cables de sobra molestando dentro de la caja. Y si con el tiempo ampliamos hardware, siempre podemos conectar el que necesitemos en el momento.
- Tamaño, diseño y fabricación. Como sucede con el resto de componentes, dependiendo del fabricante cada fuente es diferente y cuenta con más o menos añadidos. Por ejemplo, el ventilador es de mejor o peor calidad, e incluso hay fuentes cuyos ventiladores se apagan por completo cuando el equipo está en reposo. Respecto al tamaño, lo habitual es encontrarnos con unas dimensiones estándar para cajas ATX, pero hay modelos más reducidos para setups pequeños. Y cómo no, si queremos la fiesta del RGB podemos hacernos con alguna de las fuentes de alimentación que incorporan luces de colores. Como vemos, hay alternativas para todo tipo de gustos y necesidades.
- Precio. Finalmente, pero no por ello menos importante, está el factor precio. Decíamos antes que a la hora de configurar un PC gaming solemos dar más importancia (y, por tanto, mayor porcentaje del presupuesto) a componentes como la tarjeta gráfica o el procesador. Pero no deberíamos escatimar ni un euro en la fuente de alimentación ya que aunque no nos va a dar más FPS ni menos latencia, afecta directamente a todos y cada uno de los complementos de nuestro equipo. En el mercado hay fuentes por apenas unas decenas de euros, aunque estas deberían ser nuestra última opción. Por precios de en torno a los 100 euros, sin embargo, encontramos alternativas mucho más interesantes, con mejor calidad y mayor fiabilidad. Y de hacia arriba, podemos destinar todo el presupuesto que queramos.
Fuentes de alimentación: modelos recomendados
EVGA 600 W1
Todos conocemos al fabricante EVGA por sus tarjetas gráficas. Pero además, también se dedica a traernos fuentes de alimentación como esta W1 a un precio de 52,95 euros al momento de escribir este artículo. Cuenta con certificación 80 Plus, con unas excelentes valoraciones (algo importante en estos componentes) y es de 600 W. Esto último se traduce en potencia para equipos de gama media con unos componentes no demasiado exigentes: gráficas de la serie RTX 2000 de NVIDIA e incluso alguna RTX 3060. Eso sí, para contener su precio pierde la modularidad.
EVGA 600 W1, 80+ WHITE 600W, Fuente de Alimentación 100-W1-0600-K2
Aerocool LUXRGB1000M
Acercándonos a la barrera de los 100 euros, y por 96,59 euros en PcComponentes al momento de escribir este artículo, se encuentra la famosa Aerocool, una de las fuentes de alimentación más queridas y vendidas de todo el panorama gaming. Con una certificación 80 Plus Gold y una potencia de 1000 W, permite montar un hardware bastante potente, incluso con componentes de última generación muy demandantes de energía.
Aerocool LUXRGB1000M, Fuente Alimentación Modular 1000W, RGB, 80Plus Gold 90% Efic
Mars Gaming MPVU750M
De Mars Gaming, y para quienes prefieran un modelo completamente modular, tenemos la también excelente MPVU750M por 74,00 euros en Amazon al momento de escribir este artículo. De 750 W y con certificación 80 Plus Silver, esta fuente de alimentación destaca por un diseño en rojo y una estética elegante.
Mars Gaming MPVU750M, Fuente Alimentación Full Modular 750W ATX
Corsair RM850
Nos acercamos al final con otra Corsair: la RM850 en color blanco, a un precio de 148,07 euros al momento de escribir este artículo. Es completamente modular, cuenta con certificación 80 Plus Gold y 850 W de potencia a los que se les resisten pocos componentes. Se trata de una de las mejores opciones en su rango de precios, a lo que hay que sumar la tecnología Zero RPM, que se traduce en la ausencia de ruido en reposo.
Corsair RM850 2021, RM Series, 850 Watts 80 Plus Gold Fuente de Alimentación ATX Totalmente Modular, Conectores Triples EPS12V, Poco Ruido, Modo de Zero RPM, Condensadores de 105 °C, Blanco
Corsair RM1000x
Finalmente, y con 1000 W que no se quedan cortos prácticamente con ninguna configuración de hardware que se nos ocurra, por mucho que consuma, encontramos la Corsair RM1000x por 154,89 euros al momento de escribir este artículo. Ideal para los usuarios más exigentes, es modular, incorpora un gran número de conexiones de todo tipo (PCIe, SATA...) y cuenta con certificación 80 Plus Gold. Así como con unos condensadores japoneses de alta calidad.
Corsair RM1000x 80 PLUS Gold Fuente de Alimentación 1000 Vatios ATX Totalmente Modular (Ventilador con Levitación Magnética de 135 mm, Condensadores Japoneses, Amplia Compatibilidad) EU, Negro
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