Pasar tantas horas jugando a Fallout 76 acaba pasando factura. No puedes estar siempre pegando tiros como un energúmeno en eventos públicos, operaciones y expediciones. A ver... sí que puedes, pero es un ritmo que abandoné hace años al dejar de jugar a Battlefield, Call of Duty y Rainbow Six Siege, entre otros FPS.
La experiencia de Bethesda también invita a reclinar la silla o echarte en el sillón para pasar momentos tranquilos, que no requieren atención para no acabar empalado por cualquier enemigo. La mayoría de jugadores suele aprovechar estos momentos de relax para construir o modificar sus C.A.M.P, así se llaman los campamentos o bases en Fallout 76.
Las rutas por bases de jugadores es otra actividad relajante, aunque nada barata. Suelo hacer viaje rápido, echo un vistazo a sus construcciones y compro algunos planos, siempre que no se flipen demasiado con los precios. Eso de poner armas y planos a 9.000 chapas es colarse un poco. Y también incoherente: los únicos que tienen tantas chapas son los que ya tienen lo que venden. ¡No lo vas a vender, pedazo de loco!
Una bonita casa que esconde un búnker enorme
Mi última ruta acabó casi antes de comenzar: no viajé más allá de la primera parada. Su dueño, llamado X-Navarxos-X, estaba allí haciendo sus cosas, así que me acerqué para saludarle. Es mi forma de pedir permiso para explorar su casa. Respondió a mi saludo, así que entendí que era amistoso.
Después de ver las dos plantas de su pequeña mansión, adornadas hasta los topes, comencé la búsqueda de la tienda. Suelen ser máquinas expendedoras, pero existen muchas skins que las convierten en cajas registradoras, robots y más. Esto, sumado a que soy un despistado profesional, provoca que muchas veces sea toda una odisea encontrarlas. Suerte que muchos jugadores ponen luces y flechas.
Si me hubiese fijado mejor, habría visto la entrada a la tienda desde un principio... pero uno tiene sus taras. Me acerqué al jugador al borde de la desesperación e hice el gesto del dinero para hacerle entender que quería comprar cosas. Lo entendió al instante. Me llevó a la puerta de la casa, donde había varios carteles luminosos y otro que ponía "Market". Y aquí es donde comienza la demencia.
La entrada del búnker es un pequeño tráiler de lo que hay dentro: alfombras presidenciales y del enclave, bancos en los laterales, una torreta y un mostrador con dos maniquíes, uno uniformado y otro trajeado. Destacar que la mesa cuenta con una máquina de escribir, una radio y un flexo. Y esto solo es el principio.
La siguiente habitación era una sala de espera y consiguió dejarme boquiabierto. He visto muchas salvadas en C.A.M.Ps a lo largo de los años, pero nunca nada tan ordenado y bien escenificado. Más maniquíes uniformados y de traje, almacenes para depositar las armas, teléfonos, banderas, sillones y mesas, alfombras, lámparas perfectamente colocadas... Era una locura, ¡pero había más!
Este búnker presidencial es como la película Mad Max: Fury Road: mejora conforme avanzas. Nunca decae. Crucé otra entrada de búnker y aparecí en la siguiente sala: un pedazo de almacén pensado para clientes. Tiendas en forma de robots, una habitación con mesas de trabajo y otra con un gimnasio, zona de recreativas y finalmente un bar.
Un poco más adelante, dentro de la misma estancia, encontré una sala de vigilancia o seguridad (intuyo): banderas, escritorios, centralitas, televisores... Llegados a este punto, me quedó claro que a este jugador le encanta la estética militar, concretamente la estética militar que vemos en las películas Hollywoodienses. Decidí avanzar a la siguiente sala porque estaba impaciente por desvelar qué más secretos ocultaba el búnker.
Imaginé muchos escenarios posibles, pero admito que no pensé en un taller y laboratorios. Era obvio que esta zona estaba más allá de lo público y que se construyó para albergar a las tropas: un montón de mesas de trabajo de todo tipo, un laboratorio donde se experimenta con todo tipo de seres y un monumento acompañado por dos estatuas de leones.
El enorme ventanal circular que había sobre el monumento llamó mi atención. Suele ser la oficina del supervisor en los Refugios de Vault-Tech, pero en este caso era algo ligeramente diferente. Lo único que pude ver desde abajo fue el respaldo de una silla enorme, clásica de la realeza. Me esperaba una sala del trono o algo así.
Teniendo en cuenta la temática militar, debí imaginar que se trataba de la sala del presidente. El jugador era menos pretencioso de lo que esperaba. Colocó dos maniquíes que hacen las veces de presidente y otro hombre trajeado, imagino que algún vicepresidente o algo por el estilo. No podía dejar de pensar en cuántas horas habría dedicado a construir y adornar todo esto.
Las dos últimas salas del búnker consiguieron hacerme flipar hasta tal punto de salir y volver a entrar, pero esta vez grabando todo el proceso para contarlo en una pequeña historia. Esta historia, de hecho. Interpreté que la penúltima zona era una sala nuclear con oficinas, el lugar desde donde se aprieta el botón rojo para lanzar las bombas. Obviamente, no tenía un silo como tal, pero me pareció obvio que esa era la intención.
La última sala fue la que más me impresionó. Junto a unos almacenes, entré a una habitación que sin duda era la sala de guerra o estrategia. El jugador unió varias meses y las utilizó para crear un mapa de guerra con tanques, aviones y latas para simular edificios. ¿Sabéis cuánto tiempo le ha podido llevar hacer todo eso?, ¿cuántas veces habrá necesitado varios minutos para cuadrar un solo elemento en las mesas? Lo agregué. No lo conocía de nada, pero necesitaba tener su base a mano.
Salí del búnker casi dando volteretas en la vida real. Lo único que podía repetirme una y otra vez era: "La madre que lo parió..." Eché un último vistazo a la casa para incluirla en el vídeo y detuve la grabación. Estaba muy cansado y necesitaba irme a la cama, pero no podía sin saber que había aceptado la solicitud de amistad. La probabilidad de volver a encontrarme con este jugador en un servidor no es muy alta. ¡Menudo fenómeno! Uno de mis C.A.M.Ps favoritos de Fallout 76, tengo pruebas y cero dudas.
En VidaExtra | Conquisté el Mar Resplandeciente de Fallout 4 hace casi 10 años, pero Fallout 76 me ha ablandado y he vuelto a pasar miedo
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