Sony está decidida a someter a su consola, PlayStation 3, a un severo régimen. Primero, del modelo original, decidió recortar la retro compatibilidad por hardware. Y a pesar de que consiguió mejorar el rendimiento (económico y tan sólo de cara a sus beneficios) del sistema, no debió quedarse totalmente satisfecha.
Unos meses después la pobre PS3 se vio sometida a una verdadera terapia de choque. Se le eliminaron puertos, cualquier rastro de retro compatibilidad y se le redujo la capacidad de disco duro, pasando de 60 a 40 Gb.
Y ahora, a la tercera, parece que el proceso de adelgazamiento va a seguir una pauta lógica que, por primera vez, no va a afectar negativamente a lo que los usuarios compramos. Sony está decidida a pasar el Cell y el RSX de su PS3, procesador central y gráfico respectivamente, de 90nm a 65nm.
"El Cell y el RSX usados en las PS3 originales estaban siendo fabricados con una tecnología de 90nm. Dentro de unos meses, todos pasarán a ser de 65nm." afirmó Kaz Hirai.
Con esta reducción en el tamaño de los procesadores se conseguirá disminuir el coste de fabricación, mejorar la ventilación, la duración de los componentes internos al estar sometidos a mucha menos calor, reducir el ruido que la consola produce y, por supuesto, regular el consumo de energía del aparato.
Como decía antes, se trata de una buena noticia. Pasar a una nueva etapa en la que la tecnología garantiza menos consumo y mayor duración de componentes siempre es positivo. Aunque la nueva fase tecnológica comporte un menor coste en la fabricación de consolas, ya sabéis que no debemos esperar una rebaja en su precio, sería más fácil que Nintendo decidiese colocar "product placement" de PlayBoy en sus juegos.
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