Seguro que más de uno todavía conserva su querida PS3 en algún rincón de su casa, pues la tercera consola de Sony nos ofreció infinidad de horas de diversión. Lanzada en marzo de 2007 en Europa -aunque a finales de 2006 ya había aparecido en los mercados japoneses y norteamericanos-, la plataforma tenía que competir contra la Xbox 360 y Wii.
Ambos sistemas arrasaban sin compasión y lo cierto es que el precio de lanzamiento era absurdamente alto en territorio europeo, ya que la compañía tecnológica marcó un precio de 599 euros para la versión de 60GB. Fue el único modelo que se vendió en un inicio, pero lo cierto es que en Estados Unidos y Japón podían disfrutar de la variante de 20GB; un almacenamiento que hoy en día resulta absolutamente ridículo.
Actualmente podemos introducir un disco de PS1 en cualquier PS3 y el sistema leerá sin problemas el contenido para poder jugar, pero no sucede lo mismo con PS2. Sony se saltó la retrocompatibilidad con su anterior generación, aunque eso no fue siempre así; los primeros compradores de una PS3 sí que podían jugar de forma nativa con sus títulos de toda la vida.
Concretamente en los modelos CECHAxx (60GB) y CECHBxx (20GB), los cuales poseían una característica muy preciada para cualquier jugador, ya que en su interior incluían Emotion Engine y Graphics Synthesizer, o lo que es lo mismo, la CPU y la GPU de PS2. Un detalle que se valoró mucho, pero a cambio encarecía ostensiblemente el coste de fabricación y, por tanto, el precio.
Jak & Daxter, Devil May Cry, Kingdom Hearts... absolutamente todas las obras que tuviésemos en la estantería seguirían teniendo vida más allá del fin de PS2, el cual realmente se prolongó bastante más. Con todo, la decisión de abaratar costes era inevitable en el seno de Sony y es por ello que la conocida como versión FAT se sustituyó en agosto de 2007 por las CECHE de 80GB en regiones NTSC y CECHC de 60GB en territorios PAL. Exteriormente seguía siendo prácticamente igual, aunque en sus tripas había cambiado algo.
Uno de los chips relacionados a la retrocompatibilidad con PS2 desapareció, por lo que esta función quedó limitada, aunque no eliminada por completo. Sony no podría garantizar que todos los juegos fuesen a funcionar y el último enlace con el pasado cayó en cuanto los modelos CECHG01 (noviembre de 2007) y CECHH01 (marzo de 2008) de 40GB vieron la luz.
Todo el hardware relacionado con PS2 se eliminó de la placa base, así como los lectores de tarjetas de memoria integrados y Sony ya advertía de este cambio con un mensaje en el exterior de las cajas donde la PS3 venía embalada. El precio descendió hasta los 399 euros, los cuales eran mucho más asequibles.
SOFTWARE/MEDIOS COMPATIBLES*.
Este modelo del sistema PLAYSTATION®3 está diseñado para reproducir software con formato PLAYSTATION®3 y tiene compatibilidad limitada con versiones anteriores. Este sistema no es compatible con el software de formato PlayStation®2 ni lo reproducirá. Algunos programas de formato PlayStation® pueden reproducirse en este sistema. Para obtener más información, visite www.us.playstation.com.
Consulte la documentación del producto para obtener más información.
La compatibilidad con PS1 siguió existiendo hasta el fin de la producción de la plataforma en 2017, por lo que los clásicos de 64 bits fueron plenamente funcionales. Posteriormente llegó la PS3 Slim en septiembre de 2009 por 299 euros y el extremo del ahorro se materializó con la PS3 Super Slim de 12 GB por 179 euros en noviembre de 2013, aunque ya con la PS4 ya en muchos hogares.
¿En qué se tradujo la desaparición de la retrocompatibilidad de PS2? El mercado de segunda mano vio cómo florecían modelos primigenios de PS3 con dicha función a precios absolutamente desorbitados. Hay quienes exigen en eBay el pago de más del doble de lo que llegó a costar en su día, lo cual es una auténtica barbaridad. Por si fuera poco, al contar con el doble de gráficas y procesadores poseen demasiados puntos de posible sobrecalentamiento, lo cual las predispone a fallar con mayor facilidad que el resto de alternativas.
Por lo tanto, lo mejor que puedes hacer es revisar si tu propia PS3 pertenece al grupo de lujo que permite hacer funcionar PS2 y conservarla con mucho cariño.
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