Cuando hace unos días nos planteábamos hasta qué punto GTA 6 podría estar a la altura de las expectativas nos referíamos principalmente a lo técnico y la innovación, pero también a historias como esta que muchos jugadores se perdieron en la entrega anterior.
Si acudes al cementerio de Pacific Bluffs de GTA V, justo en el punto del mapa que te compartimos a continuación, podrás encontrar uno de los huevos de pascua más emotivos que nos ha dado la franquicia de Rockstar desde su concepción al intentar crear un juego de carreras.
El huevo de pascua más triste de GTA
Cuando llegues a dicho cementerio no tardarás en ver a un perro paseando por la zona. La posibilidad de que aparezca no es muy remota con cualquier personaje, pero parece que acudir con Franklin nos asegura aún más dar con el can.
El tema es que, si seguimos al perrete, este nos llevará hasta una tumba concreta con un ramo de flores, donde se sentará durante el resto del día como si estuviese esperando a un dueño ya desaparecido. Y por increíble que parezca, eso es precisamente lo que está haciendo.
Pese a ser una imagen bastante impactante, el can también es lo suficiente pequeño como para que lo pasemos por alto incluso si estamos realizando una misión por la zona, lo que sumado a cierta aleatoriedad en su aparición y la necesidad de estar ahí en cierta hora del día, hizo que el huevo de pascua se mantuviese oculto durante varios años tras el lanzamiento de GTA V.
Hace apenas un par de años, entre Reddit, YouTube y TikTok, se viralizó esta particular historia del perro sorprendiendo a gran parte de la comunidad y, de paso, recordándonos también a lo ocurrido con la historia del mítico perro Hachiko del imaginario nipón. No tardamos mucho en descubrir que en realidad el perrete nos tocaba mucho más de cerca.
Hasta tiene una película en Disney+
Convertido en leyenda a principios del siglo pasado, y habiendo aparecido no sólo en ese cementerio de GTA, sino también en el imaginario de varios libros y películas como el famoso Mundodisco de Terry Pratchet, El ladrón de cuerpos de Robert Wise, o incluso una película llamada Greyfriars Bobby que puedes ver en Disney+, basta con viajar a Edimburgo para conocer de dónde viene su historia.
Se trata de un Skye Terrier que perteneció a un oficial de policía llamado John Gray. Tras su muerte, el agente fue enterrado en el cementerio de Geyfriars Kirkyard, y su fiel can permaneció junto a su tumba durante el resto de sus días.
La historia cuenta que permaneció 14 años guardando la tumba de su dueño hasta morir de cáncer en 1872. La ciudad, que no tardó en percatarse de la lealtad del can, se encargó de cuidar al perro hasta su muerte. La tumba del mismo puede encontrarse a escasos metros de la de su dueño, y el collar que portaba está expuesto en el museo de la ciudad.
Es curioso como, sin importar si están hablando de una historia del Salvaje Oeste o de una gran urbe como Los Santos o Vice City, el origen de Rockstar siempre sale a relucir con historias como estas. A ver con qué otros easter egg nos sorprenden en el nuevo GTA 6.
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