Pese a lo que podríamos presuponer de una GDC por aquello de estar ante la vanguardia de la técnica, la gran revolución que nos propone Fortnite tiene poco que ver con la potencia gráfica. Sin comerlo ni beberlo, Fortnite ahora es Roblox, y eso es una excelente noticia.
Lo presentado por Epic con el editor de Unreal Engine y Fortnite Creativo 2.0 es la última voltereta que ha dado la democratización del desarrollo de videojuegos.
Viendo lo que ha ocurrido con Roblox, tener la oportunidad de poder crear nuestros propios niveles, y hasta juegos que poco o nada tienen que ver con la concepción que tenemos de Fortnite hasta la fecha, es a todas luces una de las cosas más ilusionantes que nos ha dado hasta ahora la nueva generación.
Fortnite Creativo 2.0, mucho más que un editor
Tras probar los tres niveles que Epic ha liberado hasta la fecha, y bichear un poco entre lo que la comunidad ha podido crear ya en la beta, creo que es justo decir que la revolución aún no está en la mesa, sigue en el horno y aún le queda una buena temporada para terminar de explotar.
Lo jugado se sigue pareciendo demasiado a Fortnite como para poder apreciar el salto que se viene, pero en cualquier caso basta con echarle un ojo a la conferencia y trastear un poco con el editor para entender hasta qué punto esto puede llegar a cambiar las reglas del juego.
Que comunidad y jugadores tengan a su alcance la posibilidad de aterrizar con mayor o menor acierto, y mayor o menor dificultad -luego hablamos sobre eso-, las ideas que tienen en la cabeza, es abrir las puertas a una montaña de contenido que bien puede convertir a Fortnite en el siguiente gran salto de un potencial que otras propuestas como LittleBigPlanet o Dreams ya se encargaron de demostrar.
El ejemplo más cercano es el de Roblox. El propio Tim Sweeney reconocía en la conferencia que los 70 millones de usuarios mensuales de Fortnite palidecen en comparación con los 250 millones con los que cuenta Roblox. Con las herramientas y el empuje adecuado, es fácil vislumbrar un futuro en el que la tortilla termine dándose la vuelta. Van a por ese pastel, y van con todo.
Un panorama ilusionante
Lo mejor de todo es que ambas cosas están ya ahí. Unreal Engine 5 es el clavo ardiendo al que seguimos agarrándonos con esperanza en esta nueva generación que, ahora sí, parece que empieza a arrancar, así que tener un horizonte en el que poder montar algo tocho ahí con relativa facilidad no es descabellado.
Está lejos de ser un simple editor de niveles como lo era Fortnite Creativo hasta la fecha, y aquí entran en juego aspectos como la programación que serán claves a la hora de ir un paso más allá en las creaciones, pero con la zanahoria adecuada cualquiera es capaz de animarse, y esa jugada la tienen más que interiorizada en Epic.
El 40% de los beneficios de Fortnite irán destinados a recompensar a los creadores por las experiencias puestas a disposición de la comunidad, y si eso no es calentarnos el hocico a cualquiera con un poco de ambición y conocimientos de cómo funciona una herramienta como Unity o Unreal, que baje Dios y lo vea.
Queda por ver hasta qué punto los creadores de contenido y sus millonarias audiencias pueden, en cierto sentido, fagocitar ese mercado de Fortnite, pero no es menos cierto que las buenas ideas siempre son capaces de terminar asomando, y si indies y dobles A han conseguido mantenerse y triunfar entre mastodónticos desarrollos triple A, vivir aquí una situación similar no parece descabellado. La industria nos da demasiadas razones para ilusionarnos últimamente, pero esta, sin duda alguna, es una de ellas.
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