Si hace un par de días nos hubiésemos sentado todos en una mesa con la intención de montar una lluvia de ideas con nuevos juegos de Blizzard, es muy probable que entre todas ellas no hubiese aparecido la de crear un juego de supervivencia. Sin embargo, tiene todo el sentido del mundo.
El de supervivencia es un género en alza que la industria del triple A parece haber ignorado casi por completo salvo en contadas ocasiones como la de Grounded, así que... ¿Por qué ahora? ¿Qué tiene este género para arrastrar la atención de un gigante como Blizzard?
El embrujo de la supervivencia
Aunque lo que todo hijo de vecino entendería hoy por “juego de supervivencia” se centra en invitar al jugador a cubrir sus necesidades básicas (comer, beber, tener un techo bajo el que dormir), en realidad el género es uno de esos ejemplos en el que la suma de ideas ha acabado pervirtiéndolo un poco.
Lo que empezó como algo más cercano a la pirámide de necesidades de Maslow, hoy es el resultado de una noche de pasión en un motel entre esa idea y el género 4x. El jugador pide sed y hambre, pero también explorar, explotar, expandir y exterminar, así que la supervivencia en un entorno casi siempre hostil es sólo una pata más de una silla que ya suma ruedas, lumbares acolchadas y reposabrazos ajustables.
De hecho, está por llegar quien asegure adorar un juego por lo divertidas que le resultan sus barras de comida y agua. A los juegos de supervivencia llegamos por otras razones mucho más simples y, a su vez, también más difíciles de recrear en la tabla de Excel de una macroempresa. No entra en el molde de superventas al que están acostumbrados.
Buscamos historias sin narrador. Una libertad de acción que permita que el mero hecho de ir a conseguir leña para cocinarte un huevo frito se convierta en la mayor anécdota jamás contada. La de cómo maté a un orco tirándole un árbol encima, sin ir más lejos.
Una experiencia completamente aleatoria e inesperada en la que cubrir esas necesidades básicas -en una lucha constante entre la escasez de recursos y la creatividad a la hora de buscar soluciones- derive en una narrativa emergente que convierta mi historia con el juego en algo completamente distinto a lo que podrías vivir tú.
Por qué Blizzard quiere hacer un survival AAA
No es de extrañar que los indies se hayan agarrado como un clavo ardiendo al género, y es que el auge de los juegos de supervivencia va de la mano del de YouTube, Twitch, creadores de contenido y streamers. ¿Por qué? Porque nadie quiere ver cómo Kratos le revienta la cabeza al mismo tolili 17 veces por 17 jugadores diferentes.
Sin embargo, la experiencia de esos 17 jugadores en un juego como Minecraft puede ser totalmente opuesta, lo que lo convierte en un tipo de contenido mucho más llamativo para esos nuevos públicos y, de rebote, en una oportunidad fantástica para promocionar tu juego sin preocuparte del presupuesto de marketing que requiere cualquier otro tipo de lanzamiento.
Como una bola de nieve en la que unos y otros se retroalimentan, el hambre por ese tipo de juegos ha derivado en una mayor atención del público y, por ende, también en una mayor inversión hacia estas experiencias por parte del jugador.
Para muestra un botón. Basta con acercarse a lo más vendido en Steam para comprobar hasta qué punto los juegos de supervivencia tienen allí una presencia destacable. Y al hacerlo cada ciertas semanas comprobarás que siempre hay una nueva moda a nivel de contenidos que encumbra otra propuesta similar.
Tablas como la de arriba, mostrando la diferencia entre el número de juegos lanzados por género y la media de beneficios generados en cada uno de ellos en un estudio del 2020, da buena cuenta de hasta qué punto el movimiento de Blizzard tiene todo el sentido del mundo. Como antes lo fue el del RTS, el de los MMO, el de los MOBA, o el del Battle Royale, el género de supervivencia está en auge.
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