Cuphead está próximo a su llegada a Switch, por lo que muy pronto los usuarios de la consola híbrida de Nintendo sabrán a qué se debió tanto revuelo cuando se estrenó este trabajo de Studio MDHR en Xbox One y PC, en especial para los fans del maravilloso estudio nipón Treasure.
Al contrario que los run & gun de los 80 y 90, Cuphead era básicamente un enorme Boss Rush con unas pinceladas intermedias de lo que sí solemos ver en clásicos de la talla de Metal Slug. De hecho se retrasó en su día para introducir esas partes y que no fuese al 100% un Boss Rush de principio a fin. Es por ello que vamos a repasar ahora esa clase de juegos cuyo núcleo principal es precisamente un alto ritmo de jefes casi de manera constante.
Alien Soldier
Treasure es uno de los mejores estudios en cuanto a run & gun y shoot'em up se refiere. Ya lo demostró con su excelente debut con Gunstar Heroes. Pero es que con Alien Soldier explotó su faceta jugable, haciéndola más vertiginosa, y bajo un desarrollo de niveles que era, en el fondo, el del modo Boss Rush, ya que las transiciones con enemigos estándar eran anecdóticas. Sigue siendo uno de los clásicos más frenéticos y exigentes de Mega Drive.
Red Earth
Recreativa poco conocida de Capcom por seguir siendo exclusiva de Arcades, Red Earth no era el típico juego de lucha ya que cada combate era, en esencia, un enfrentamiento contra un jefe con una barra de vida de lo más desproporcionada, más propia del típico enemigo final de un beat'em up de los noventa. También resultó llamativo ese tímido toque rolero para subir de nivel a nuestro personaje con cada combate. A modo de curiosidad, decir que se desarrolló bajo la placa CPS-3, la misma del genial Street Fighter III.
Shadow of the Colossus
El vasto mundo de Shadow of the Colossus parecería un gigantesco desierto de no ser por las colosales figuras que teníamos que hacer frente. Porque en esencia esta mágica aventura de Team ICO es un Boss Rush a gran escala. Ahora bien, había que explorar mucho hasta dar con cada criatura, pero el impacto al llegar a cada una es difícil de olvidar. Legendario.
Titan Souls
2015 tuvo dos indies con jefes de gran tamaño y muy llamativos. Por un lado está Jotun, de Thunder Lotus Games, y por otro Titan Souls. Pero para el ejemplo que buscamos se ajusta más a la definición de Boss Rush el segundo, porque en Jotun hay mucha exploración y puzle de por medio. Titan Souls nos plantea enfrentamientos más directos y complejos, tanto por los jefes que nos matan de un toque, como nosotros a ellos casi igual.
Furi
Un año antes de esa fantástica mezcolanza de géneros de NieR: Automata tan bien resuelta por parte de PlatinumGames, tenemos el ejemplo de Furi, donde se entrelazan las mecánicas habituales de los hack & slash con las de los Bullet Hell, todo dentro de un juego en 3D que bebe mucho del Boss Rush. Fue incentivo, además, de PlayStation Plus en julio de 2016 y con el tiempo ha ganado prestigio como pequeño juego de culto y con música exquisita.
Monster Hunter World
Si pensamos en el concepto básico del Boss Rush, donde vamos directamente a los enfrentamientos directos contra cada uno de los jefes, la saga Monster Hunter de Capcom se ciñe bastante a ese estilo porque nuestro objetivo no es otro que ir a por criaturas de gran tamaño. En Monster Hunter World, sin ir más lejos, se hizo de modo espectacular, aunque luego haya mucha miga detrás. Porque no es ir a por el jefe de turno y ya está. Hay toneladas de horas de juego antes de afrontar con garantías todos sus monstruos.
Cuphead
Y llegamos hasta el citado Cuphead, uno de los títulos recientes que más han apostado, sin tapujos, por esta mecánica tan directa del Boss Rush. Lo bueno es que nos da cierta libertad a la hora de decidir cuáles queremos combatir primero, aunque para desbloquear el siguiente mundo haya que pasar por todos inevitablemente. Las partes de run & gun son opcionales, eso sí.
Y vosotros, ¿qué otros ejemplos de Boss Rush como eje destacaríais?
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