Eso de guardar nuestros progresos de los videojuegos en un disco duro o la dichosa nube es un invento más o menos reciente, pero hace unas cuantas generaciones teníamos que comprar unas tarjetitas, especificas para cada consola, donde se almacenaban en bloques. De hecho si queríamos salvar una repetición de un gol, por ejemplo, esta ocupaba de uno a cuatro bloques dependiendo del juego. Y eso era sólo la repetición, ya que la partida o los ajustes del juego iban a parte.
Pero incluso antes de la llegada de las tarjetas, aquellos que querían conservar sus partidas tenían unas pocas opciones: apuntar passwords en forma de indeterminadas filas alfanuméricas, o el truquito de rigor como el famoso código Konami, o que el cartucho incluyera una batería de litio para que sencillamente le pudiéramos dar a salvar y tranquilamente apagar la consola.
Muchos han sido los juegos que se han beneficiado de este sistema, incluidos los primeros juegos de Pokémon. Sin embargo, estas baterías tienen un periodo de vida y al cumplirse ya no es posible guardar los progresos en memoria, salvo que uno decida no apagar jamás la consola, claro. Y esa última fue la decisión del usuario Wanikun, un japonés que mantuvo su partida de Umihara Kawase para Super Nintendo encendida prácticamente 20 años y con la única excepción de la vez que se mudó de casa.
El juego, lanzado a finales de 1994, tuvo sus pertinentes secuelas para plataformas posteriores. Sin embargo, Wanikun se negaba a renunciar a los progresos de su partida y continuó con su vieja y gloriosa Super Nintendo japonesa encendida contra viento y marea desde la aparición de su juego favorito, siendo consciente de que, si la apagaba, la partida podría evaporarse para siempre.
No quiero ni pensar en qué hubiera pasado de haberse producido un corte de electricidad, aunque apostaría a que llevaba sus facturas de luz al día. Y si estás preocupado por tus viejos amigos Pikachu, Charizard, Blastoise o el Zapdos en el que gastaste tu Master Ball tan alegremente, parece que es posible sustituir las baterías, aunque no hay una absoluta garantía de que te encuentres el juego tal cual lo dejaste la última vez.
¿Seguirá la consola encendida?
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