Durante las dos décadas que lleva en activo World of Warcraft ha sido posible recorrer y completar una larga lista de mazmorras de banda que requieren la participación de una gran cantidad de jugadores. Algunas de ellas han acabado siendo muy emblemáticas y de las más reconocidas del MMORPG, ya sea por su diseño o por sus jefes finales, siendo Núcleo de Magma (Molten Core en inglés) una de las más populares de todas.
La fase 4 de la Temporada del Descubrimiento nos invita a regresar a este lugar gobernado por el todopoderoso Ragnaros. No obstante, el verdadero motivo por el que es importante volver a este lugar infernal se debe a una serie de cambios que la han convertido en una mazmorra completamente diferente a la que se conocía originalmente.
Nada más entrar se podrá hablar con un personaje que permitirá seleccionar uno de los tres niveles de dificultad, llamados niveles de calor, que determinarán el tipo de desafío que hay que afrontar:
- Calor Sofocante (Nivel 1): se trata del modo más fácil de todos y para los que no están acostumbrados a este tipo de retos, lo que requerirá utilizar menos consumibles y una menor cantidad de resistencia al fuego.
- Calor virulento (Nivel 2): este segundo modo es algo más complicado y la cantidad de consumibles, encantamientos, beneficios y resistencia al fuego es algo mayor.
- Calor de arrabio (Nivel 3): el nivel más alto y pensado exclusivamente para los jugadores que disponen de una resistencia al fuego muy elevada, con un mínimo de 226 puntos.
Aunque a día de hoy ya no es tan frecuente, originalmente World of Warcraft requería utilizar piezas de equipo que estuviesen más enfocadas a la resistencia de ciertos elementos, que es precisamente lo que se ha querido recuperar en esta mazmorra. No quiere decir que los jugadores vayan a llevar piezas de equipo muy malas con tal de alcanzar los límites de resistencia, dado que los artículos que sueltan los jefes finales cumplen con esta función.
Además de todo esto, Núcleo de Magma ya no pide que se junten grupos de 40 personas, ya que se ha reducido el límite adaptando la cantidad a un total de 20 jugadores. Pero la guinda del pastel la pone la dificultad Calor de arrabio, porque aquellos que logren vencer a Ragnaros tendrán la oportunidad de plantar cara a un jefe final nunca visto hasta ahora, lo que supone la excusa perfecta para volver a este lugar, a pesar de su calor tan sofocante.
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