El universo cinematográfico de Star Wars está repleto de curiosidades de todo tipo, sobre todo de ideas que se plantearon durante la producción de sus diversas películas y que finalmente no se hicieron realidad. Ya os contamos que en un principio Obi-Wan Kenobi iba a sobrevivir en el Episodio IV, pero finalmente se decidió que muriese. En cambio, hubo un personaje con el que sucedió exactamente lo contrario.
El trío principal de protagonistas de la trilogía original nos dejó con personajes muy memorables por sus diversas interpretaciones, logrando que nos sigamos acordando de ellos varias décadas después del estreno de estos largometrajes. Sin duda, uno de ellos fue Han Solo, quien apareció en estas tres entregas, aunque eso no era lo que pretendía Harrison Ford.
El actor tenía muy claro que debía de cometer un acto de sacrificio, porque eso habría aumentado mucho más la tensión y las ganas de los espectadores por ver la película, ya que tendrían el temor y la curiosidad de saber qué destino aguardaría al resto de personajes, por si acaso alguno de ellos era el siguiente en correr la misma suerte.
Lo cierto es que la posibilidad le fue servida en bandeja, porque en el Episodio V: El Imperio Contraataca no hay que olvidar que uno de los momentos más icónicos es cuando Han Solo es convertido en carbonita. Por eso mismo, él quería que ese fuese el punto final para su personaje, ya que encima su destino quedó en el aire al final de esta película sin saber qué sería de él.
Otro motivo para ello se debió a que Mark Hamill y Carrie Fisher firmaron un contrato para participar en las tres cintas, mientras que Harrison Ford firmó solo para las dos primeras. Es por ello que, cuando comenzó la preproducción de El Retorno del Jedi, se reunió con George Lucas y Lawrence Kasdan para expresarles su petición mientras escribían el guion. El último de ellos se mostró muy a favor de la idea, pero a Lucas no le convenció en absoluto porque quería un final muy bueno para todos los personajes. Está claro quién se salió con la suya.
Quizás en ese momento Harrison Ford no cumplió su deseo, pero sí que terminó por hacerse realidad. Eso sí, tuvo que esperar 32 años hasta que llegó ese momento, ya que en el Episodio VII: El despertar de la fuerza fue el propio hijo de Han Solo, Ben Solo, más conocido como Kylo Ren, el que puso fin a su vida asesinándolo y convirtiendo esta muerte como una de las más trágicas y más impactantes de toda la franquicia.
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