La primera regla de El club de la lucha es que no se habla de el club de la lucha y es precisamente la primera que voy a romper. No es culpa mía, la única verdad es que no me esperaba que Rockstar me propusiese lanzarme a una guerra sin cuartel en GTA Online.
Y todo por defender dos marcas, una auténtica batalla sin sentido en el que hay que vestir unos colores asignados casi al azar. Seguro que lo habéis visto en muchos otros ámbitos: deporte, Nintendo vs Xbox vs PlayStation, política... una absurdez como un piano. Sin embargo, he de reconocerlo: me he reído como nunca dando palizas por Los Santos.
Sprunk contra eCola
Hace unas cuantas semanas que la compañía estadounidense propuso un reto basado en que "la lealtad a las marcas es el sueño húmedo del capitalismo, una perfecta harmonía entre oferta y demanda". Las dos bebidas carbonatadas, gaseosas y peligrosas para nuestro organismo de GTA Online se enfrentarían durante días.
eCola o Sprunk. Rojo o verde. La gloria absoluta o ser despreciado hasta el fin de tus días. El funcionamiento era realmente tan sencillo como unirse al grupo que deseases en el Rockstar Games Social Club para inscribirte como miembro. Una vez allí, tocaba organizarse con otros jugadores para conseguir la mayor cantidad de adeptos.
Sería el 14 de septiembre cuando finalizaría la competición y ganaría el que tuviese un número mayor combinando la cantidad de usuarios en su bebida junto con las latas bebidas. Efectivamente, cada lata consumida virtualmente contaría como un voto más, algo que no agrada al estómago ni al sistema digestivo.
De este modo, poco a poco, el espíritu de venganza me invadió. No sabría asegurar por qué, pero lo que es seguro es que tan solo deseaba arrasar con todo lo que fuese verde. Rockstar permitió que comprásemos un bodi gratis con el que vestirnos de nuestra marca y yo escogí eCola.
Apenas he bebido refrescos en mi vida (exceptuemos las barras libres y lingotazos con los amigos), pero me cautivaron más los colores rojo y blanco. Fue pisar la calle e inmediatamente fui asesinado, atropellado, vilipendiado y escarmentado hasta la saciedad. Nota mental: esto es la maldita guerra y hay que librarla como sea.
Batalla urbana
Mi plan inicial consistía en comprar el Declasse Hotring Sabre, totalmente gratis, y colocarle las pinturas promocionales de eCola. Como en cualquier campaña política, es necesario hacer la mayor propaganda posible. Con todo, un despiste realmente grande hace que olvide llevarme el vehículo al garaje, así que desecho estúpidamente esta oportunidad.
Por lo tanto, hay que infundir el miedo en los asquerosos seguidores de Sprunk. ¿Un camión de Sprunk circulando tranquilamente para hacer su reparto? Le ayudo a llegar más rápido con una bomba en la parte de atrás. ¿Un cartel promocional de la bazofia Sprunkiana? Más agujeros que un panal de abejas.
Y así todo el día, oiga. Por supuesto, mi personaje ya se encuentra en la cola de espera para recibir la donación de un nuevo estómago, beber tanto gas en tan poco tiempo no le ha sentado bien. Tuve momentos difíciles, pero darme una vuelta en los foros para recibir el apoyo de mis compañeros me hizo levantarme una vez más. La camaradería sin sentido es lo mejor que tiene el ser humano.
Además, es gloriosa la eCola. Un solo trago y recuperas toda la vida, como si estuviese bendecida por Jesucristo. ¿Alguien me puede negar que convirtiese el agua en eCola? Diantres, esto es peor que leerse 1984.
La inesperada paz
Si bien es idóneo bombardear sin ningún tipo de escrúpulos los aparatos propagandísticos del régimen, no hay nada mejor que acabar con sus adeptos. Con un simple toque al mando despliego la lista de jugadores en una sesión pública y busco a aquel inútil que se ha vestido con el bodi de Sprunk. Lo localizo y me lanzo a por él.
Y he aquí una de las situaciones más rocambolescas, inesperadas y graciosas que he vivido en GTA Online. El sujeto en cuestión se encuentra en Los Santos Custom, el que está cerca de la casa de Michael. Al verme llegar, se detiene, me observa y yo hago exactamente el mismo procedimiento. Medimos distancias, calculamos riesgos y decidimos blandir firmemente el bate de béisbol de madera.
Con más golpes al aire de los que me gustaría reconocer, acabo sucumbiendo para besar el asfalto. La ira recorre mi cuerpo, corro para abrirle el cráneo a ese hijo de Sprunk, pero me detengo. Poco a poco, en una esquina del parking, comienza a colocar nuestros coches para crear una zona cerrada.
Le sigo el juego, aparco un par más para hacer el lugar más grande y capto perfectamente lo que quiere hacer. Nos situamos cada uno en un extremo de ese espacio, con armoniosa ritualidad, y procedemos a apalearnos con el bate una vez más. Me río, a carcajadas, a pleno pulmón durante más de 20 minutos de palizas, aunque esté perdiendo.
Mi amigo Sprunkiano me envía un mensaje diciendo que espere y la paciencia tiene su recompensa. No se le ha ocurrido mejor idea que mandar un difundido, como si esto fuese un grupo de WhatsApp, a todo el mundo en la sesión de GTA Online. "Pelea a puñetazos en Los Santos Custom", reza el mensaje.
Poco a poco, comienzan a agolparse otros jugadores, abrimos todavía más el hueco moviendo los coches y estamos listos. Somos como seis jugadores, vestidos con bodies de Sprunk y eCola, golpeando riñones, pulmones, costillas y todo lo que pillemos. Eso sí, siempre con un respeto implícito en cada guantazo.
El maldito club de la lucha, pero en Los Santos. Ha sido absolutamente maravilloso y tan de forma espontánea como comenzó, termina. Con todo, no será la última vez que me cruce con gente de Sprunk.
eCola Dead Redemption
Durante el resto de días que ha durado el reto de Rockstar, me he dedicado a buscar otros jugadores de Sprunk para comprobar su reacción al verme. Lo que he sacado en claro es que hay una norma no escrita por la cual no se debe disparar ni atropellar. Si quieres acabar con un rival, debe hacerse con un bate de béisbol.
Lo mejor es que eso no impide que haya un tercer tiempo, como en el rugby. Tras dejarnos las caras moradas, he vivido pequeñas aventuras con Sprunkianos, yendo en coche juntos, ayudándonos mutuamente y colaborando sin importar nuestros colores. Una muestra de que el odio es superficial.
Sprunk ha terminado con 158.761 miembros, mientras que eCola ha conseguido atesorar 70.635 fieles y valientes luchadores. Siempre supe que íbamos a la cola, por muchas bebidas que tragase por el gaznate, sabía que no había nada que hacer.
La guerra estaba perdida desde casi el principio, con una diferencia de soldados realmente abismal. A pesar de ello, me he llevado una de las mejores experiencias que he vivido desde que regresé a Los Santos. Bueno, eso, y que he conseguido una chaqueta, gorra y mochila de recuerdo porque hemos ganado a esos perdedores de Sprunk. ¡Hurra por mis valientes de eCola!
Bonus track
Me han llamado diciéndome que estaban atacando mi negocio de documentos, lo cual no puedo consentir, a no ser que sea por encima de mi cadáver. Tras pasar la policía por encima de mi cadáver e incautarme todo el material de contrabando, el juego no ha eliminado a todos los agentes del escenario.
En lugar de ello, los ha trasladado unos cuantos metros, pero agrupados en formación romana en mitad de la carretera. Como podéis imaginar, su destino ha sido cruel y divertido.
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