Que todo planea girar hacia los servicios es algo que llevamos viendo desde hace ya una buena temporada. Que todo tenga cabida y vaya a tener el éxito de Netflix es, evidentemente, otro cantar. Esta semana Apple oficializaba aún más su propuesta de Apple Arcade, servicio de suscripción que por 5 euros al mes nos da acceso a más de 100 juegos en sus plataformas.
Pocas horas antes, Google calentaba el ambiente recordando que su Google Play Pass también está en camino, incluyendo también en su suscripción distintas aplicaciones en vez de limitarse a los juegos. Sin embargo no puedo dejar de tener la sensación de que ni es para mí ni sé muy bien a quién va dirigido.
El público potencial de Apple Arcade
Con gran parte del sector hardcore renegando del juego en móviles y el casual exprimiendo los free to play mientras también impulsan su éxito, no acabo de entender qué sector es el que puede acabar sintiéndose atraído por otra suscripción más. Los primeros probablemente ya están comprometidos con otros servicios y, de entre los segundos, la verdad es que no conozco ningún caso que vea en la compra de aplicaciones y juegos una posibilidad factible.
En un primer momento acudí a la idea de los críos como un clavo ardiendo al que agarrarme. Leía que los padres, preocupados por las facturas de micropagos, optarían por una alternativa de pago sin complicaciones o riesgos limitándose a esa suscripción de 5 euros. No parece descabellado llegar a esa conclusión, pero sólo si no tienes críos.
Si los tienes sabrás que son criaturas caprichosas a las que no les vale cualquier cosa que les eches. Pueden pasar por esa época, sí, pero al final todo se reduce a lo que escuchan en el colegio, juegan con amigos o, si se da el caso, han visto por YouTube.
Ahí, como ya estarás imaginando, entran Fortnite, Brawl Stars, Clash Royale y experiencias muy concretas que, por lo general, suelen ser free to play por el gran tirón que tienen entre ese público que no está dispuesto a pagar.
No veo pues una fiebre inesperada que les invite a jugar a Jenny LeClue o ChuChu Rocket! Universe por mucho que para nosotros sea lo ideal. Si la moda sigue siendo Fortnite, puedes contar con que acabarán volviendo a ello y, a la larga, alguien se replanteará si lo de pagar por algo a lo que no se le está sacando partido es una buena opción.
El primer paso hacia un mercado con más visibilidad
Lo más curioso de todo esto es que, pese a la ceja arqueada y la realidad de mi entorno poniéndome los pies en el suelo, nada me gustaría más que ver cómo Apple Arcade y Google Play Pass se convierten en un éxito rotundo y sin precedentes. Incluso viendo la siesa presentación del servicio hace unos días -mira que había juegos interesantes para mostrar- lo único que me venía a la cabeza era un “ojalá”.
Me resulta increíblemente necesario demostrar, desde un canal con más tirón como puede ser Apple Arcade, el formidable catálogo que tiene el sector de juegos para móviles. Un pozo de joyas realmente impresionantes que a menudo, por no decir siempre, queda ensombrecido por el éxito del match 3 free to play de turno.
Si estás entre los que aún piensan que el juego en móviles no merece la pena es probablemente porque no te has acercado a las experiencias adecuadas. Y no te culpo, las stores y la falta de información en ese ámbito, que sólo celebra los indies destinados a triunfar, están muy lejos de la arqueología y exploración que sí gozan otras plataformas como el catálogo independiente de PC o Switch.
Esos juegazos que parecen haber quedado sepultados bajo una maraña de tragaperras y micropagos realmente están ahí. Sólo necesitan el empujón adecuado para acabar demostrando al gran público que otro mundo de juegos en móviles es posible. Si Apple Arcade y Google Play Pass sirven al menos para devolverles el trono que merecen, bienvenido sea.
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