El lanzamiento de Redfall no ha salido precisamente como esperaba Microsoft. El título de Arkane se ha tropezado con la dura realidad de la crítica de prensa y público, recibiendo un tropezón histórico. A pesar de grandes lanzamientos como Forza Horizon 5, Grounded o Microsoft Flight Simulator, está claro que hay batacazos de aúpa en la división de Phil Spencer.
Muchos de ellos se han vivido a través de Xbox Game Pass, el faro que guía gran parte de los designios de Xbox y uno de sus servicios estrella. Lanzado el 1 de junio de 2017 y abanderando el lugar de encuentro para los juegos creados por las 23 desarrolladoras de Xbox Game Studios, estos son algunos de los errores más sonados.
Redfall
El más reciente y uno de los más dolorosos. Redfall se erigía como una de las fichas más importantes de Microsoft para la partida de 2023, pero Arkane ha terminado fallando en su cometido. Lejos de las propuestas tan redondas como Prey o Dishonored, la caza vampíricia se ha estrellado con todas las de la ley en una herida que tardará en sanar en la desarrolladora.
Sea of Thieves
Un gran ejemplo de cómo mejorar un juego con el paso del tiempo, pero lo cierto es que el lanzamiento de Sea of Thieves no estuvo lleno de alegrías. La obra de Rare tenía la mejor de las intenciones para lanzarnos a surcar los mares con amigos, aunque la falta de contenido lo condenó. Todavía luce un 69 en Metacritic por la escasa variedad de modos y opciones cuando vio la luz en 2018.
State of Decay 2
Undead Labs quiso conquistarnos con una fórmula que, bien refinada, tiene todos los ingredientes para conquistar al público. State of Decay 2 no lo consiguió debido a problemas técnicos graves, una necesidad tan imperiosa como molesta de recolectar recursos por todas partes que convirtió la dinámica de matar zombis en un tedio. Al menos podíamos campar a nuestras anchas contra los infectados en compañía.
Crackdown 3
El poder de Microsoft Azure permitiría que los entornos destructibles de Crackdown 3 fuesen los más espectaculares en mucho tiempo. Nada de eso impidió el batacazo de Sumo Digital con la tercera entrega de la franquicia. El modo multijugador con la Zona de Demolición resultaba entretenido, pero hablamos de un proyecto sandbox que se quedaba muy lejos de las grandes producciones AAA. Había quienes pensaban que pagar 60 euros por él era exagerado.
Bleeding Edge
Ninja Theory está muy centrada en Hellblade 2, pero Bleeding Edge siempre estará presente en su historial como una mancha. Un escasísimo 66 en Metacritic para el arena multijugador que poseía un aspecto visual muy difícil de identificar. Personajes estrafalarios sin demasiado sentido para combatir en batallas donde usar poderes tan locos como congelar rivales en el tiempo, cabalgar misiles o controlar mentes. Una propuesta arriesgada que no cuajó.
Battletoads
El regreso de una leyenda de la industria. Todos nos tiramos de los pelos hace décadas con los infames niveles de Battletoads, pero su puesta a punto para la actualidad patinó. Un beat'em up socarrón, con mucho humor, aunque no aportaba nada nuevo a la fórmula. O lo amabas o lo odiabas, por lo que se quedó a medio camino de convencer al público.
Halo Infinite
Separando los modos online por un lado y completamente gratis, la campaña de Halo Infinite tardó en llegar más de lo previsto. Todas las consolas Xbox Series X/S presentaban imágenes del Jefe Maestro dándonos la bienvenida a la nueva generación, pero 343 Industries necesitó más tiempo de cocción. La idea del gancho y el mundo abierto parecían casar, aunque la reiteración de liberación de campamentos desveló las costuras. Hay pasajes de la trama que se novelizaron y la promesa de un DLC no se ha cumplido mientras el multijugador sí que recibe contenido.
Minecraft Dungeons
Una de esas extrañas ocasiones en las que Mojang se sale de la norma clásica y apuesta por un género rompedor. Minecraft Legends apostó por la vertiente de los dungeon crawlers con amigos en una suerte de Diablo mucho más ligero, pero ese fue precisamente uno de los puntos críticos. Apenas cinco horas son necesarias para completar un juego que apuntaba a ser más ambicioso de lo que fue realmente.
Minecraft Legends
No lleva demasiado en el mercado Minecraft Legends, pero ha pasado sin pena ni gloria ante nuestros ojos. Esta vez Mojang se fue hacia la estrategia en tiempo real para cosechar un paupérrimo 67 en Metacritic, repitiendo errores del pasado. Un amago de Age of Empires sin la complejidad y profundidad de la franquicia de World's Edge. Falta de opciones y contenido que lo deja a la cola del género RTS.
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