No pierde el tiempo Square Enix. La compañía ha decidido vender varias de sus IP y estudios más importantes a Embracer Group, en un movimiento que se ha valorado en 300 millones de dólares. Tomb Raider, Deus Ex, Thief y múltiples franquicias pasan a ser propiedad del conglomerado sueco.
Una decisión que se ha ido gestando desde hace tiempo y ahora la compañía japonesa ha mostrado que tiene más que claro en qué invertir el dinero recibido. En el comunicado en el que detallan la transacción, la compañía apunta a varios campos:
"La transacción permitirá lanzar nuevos negocios con la inversión en campos de blockchain, inteligencia artificial y la nube"
Unos negocios que no nos cogen por sorpresa, realmente. Yosuke Matsuda, presidente de Square Enix, ya valoró hace meses de forma positiva las posibilidades que ofrece la tecnología blockchain. De hecho, el responsable afirmó que "escuchamos a los muchos grupos de usuarios que lo pueblan [el espacio blockchain] y redoblaremos nuestros esfuerzos para desarrollar un negocio en consecuencia, con miras a emitir potencialmente nuestros propios tokens en el futuro".
La inversión de los 300 millones obtenidos también se destinará a mejorar las posibilidades de publicación de obras en el extranjero, revisar la estructura actual de gobierno y maximizar los ingresos a nivel mundial con cada uno de los títulos. Por otro lado, Crystal Dynamics seguirá colaborando con The Initiative en el desarrollo de Perfect Dark.
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