Con la llegada de Death Stranding a Xbox se reabre el debate: ¿qué futuro tienen las exclusividades en consola?

Con la llegada de Death Stranding a Xbox se reabre el debate: ¿qué futuro tienen las exclusividades en consola?

Ante la saturación de videojuegos se impone una nueva máxima: "hay que ensanchar el embudo"

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Death Stranding Dc

Ha tardado cinco añazos, que no son pocos, pero el viaje de Sam Porter Bridges le ha llevado más lejos de lo que esperábamos: las consolas de Microsoft. Tras su debut en PS4, su salto a PC, PS5 e incluso iPhone y tras haber estado disponible durante un tiempo en el Game Pass de PC, los jugadores de Xbox podrán jugar a Death Stranding. El lema del anuncio utilizado por la editora 505, por cierto, no tiene precio: "Unir a los divididos. ¡Una vez más!" ¿Qué supone esto para la Kojima Productions, para los jugadores de Xbox y para una Sony que, por cierto, ya no controla la franquicia?

Lo primero es lo primero: ¿qué es Death Stranding y de dónde ha salido? Digamos que, como juego, es el hijo nacido del creador de Metal Gear Solid. Un viaje emocional, lleno de ideas retrospectivas y hasta arriba de esos simbolismos y kojimadas que tanto le gustan a su autor. Nos llegó tras el sonado divorcio de Hideo Kojima con Konami y fue anunciado junto a una férrea alianza con PlayStation Studios, quien no tardó en incorporar la licencia a su catálogo de exclusividades.

¿Podría existir Death Stranding sin el apoyo de PlayStation Studios? Pese a que Guerrilla, los creadores de la saga Horizon Zero Dawn, le dieron su propio motor gráfico sin concesiones, lo único que tenemos claro es que no existiría sin Kojima. Sony apostó y apoyó enormemente al padre de Solid Snake casi, casi con los ojos cerrados, y no es un secreto: lo sabemos porque esa es una de las temáticas de la docuserie Hideo Kojima: Connecting Worlds que, en realidad, funciona tanto como making-of del juego como a modo de monográfico sobre su creador.

Desde entonces han pasado muchas cosas tanto en PlayStation Studios como en la industria del videojuego en general. Kojima Productions, la compañía levantada por el creativo nipón, se encuentra trabajando en muchos proyectos para varias plataformas, incluyendo un juego de espionaje táctico para Sony o un proyecto más experimental para Xbox Game Studios. Hasta tiene algo entre manos con Jordan Peele y una serie de anime. ¡No para!

Pero también han pasado muchas más cosas: Microsoft ha roto la baraja y ha empezado a lanzar sus mejores juegos en nuevos sistemas. Sony ha replanteado su modelo y contempla PC como la segunda casa de sus grandes sagas. Y en ese contexto algo que no vimos venir: Death Stranding ha pasado a ser propiedad una intelectual de Kojima Productions. Antes de eso, era una marca registrada de Sony. ¿Cómo podemos explicar esto? Para ello hay que entender el contexto en el que todo esto se produce, pero las primeras consecuencias te las digo ya: Sam Bridges pone rumbo a Xbox y a Luna.

Death Stranding ya no forma parte de la cartera de licencias de PlayStation. ¿Y ahora qué?

Ss F64a1140651ff5af30eb63bb6e5b41753d00a98e 1920x1080 Sam Bridges, protagonista de Death Stranding

La fecha escogida por Kojima Productions y 505 Games, quien distribuye el juego más allá de los sistemas de PlayStation, no es casual: es parte de la celebración del quinto aniversario del lanzamiento del juego. En los sistemas en los que ya estaba disponible es posible adquirir la edición Director's Cut (con montones de mejoras) a mitad de precio y, en el proceso, se abren dos nuevas maneras de jugarlo: el juego en la nube de Amazon Luna, como parte de la suscripción Luna+, y las consolas Xbox dónde, además, se habilita poder jugarlo en la nube.

De hecho, y esto es muy significativo, si ya compramos Death Stranding Director's Cut en PC a través de la tienda de Microsoft no tendremos que comprarlo de nuevo ni empezar de cero gracias al Play Anywhere. Y viceversa si lo compramos en Xbox. De hecho, además es compatible con el juego en la nube con lo que podemos jugar desde navegadores o móviles. Funciones adicionales que, de un modo u otro, no afectan al contenido de la obra pero suman un valor adicional a la hora de elegir si comprarlo en Xbox o PS5. Lo cual no quita otra realidad: la secuela, Death Stranding 2: On the Beach solo ha sido anunciada en la consola PlayStation.

Una de las nuevas prioridades de Sony como compañía y PlayStation como marca es expandir el valor de sus franquicias de videojuegos. Algo que hemos visto con las adaptaciones cinematográficas de Uncharted o Gran Turismo, o el éxito de la serie de The Last of Us, pero también con el lanzamiento de sus juegos clave en PC, los cuales reciben un segundo impulso comercial tras su paso por PS4 o PS5.

Ss B171bf276c5f6edb99ca96be0912b64b9136c2ad 1920x1080 Uncharted en PC. Un remaster que fue lanzado en PS4 y relanzado con mejoras en PS5

Un movimiento clave, ya que salvo Helldivers 2, sus grandes sagas tienen una duración muy acotada y su experimento con los juegos como servicio con Concord o The Last of us Online salió muy mal. Las pérdidas ocasionadas por estos proyectos que no despegaron se estiman en de cientos de millones de dólares. Si las sumamos, la cantidad de dinero gastado en proyectos sin futuro es de auténtico vértigo.

Sin embargo, no podemos olvidarnos de algo trascendental: tras la salida de Jym Ryan, este mismo año se optó por reestructurar PlayStation a lo grande, separando el desarrollo de los juegos de el desarrollo de hardware (y servicios) con la visión de dos presidentes: Hermen Hulst tomó las riendas de lo que se hace en los equipos PlayStation Studios y el futuro de sus sagas más allá de las consolas, mientras que Hideaki Nishino se responsabiliza de las consolas, los mandos,  la infraestructura... Un movimiento clave que no busca acomodarse a los tiempos, sino a los consumidores.

Los pros y los contras de las exclusividades en consola en pleno 2024

¿Qué está pasando entonces? Pese a que la compra de Activision Blizzard reposicionó a Xbox y sus estudios en la industria, Microsoft no tardó en ver que la manera de crecer y ser rentable ante el nuevo panorama no era enrocarse en sus sistemas, como ha estado haciendo PlayStation, sino expandirse en todas las plataformas posibles. De manera selectiva, eso sí. Y eso significaba no solo continuar lanzando Call of Duty en PS5, sino también publicar Sea of Thieves o Indiana Jones en la consola de Sony. Obteniendo más beneficios y rentabilidad que limitándose a una única ventana de compra.

Ss 6ea04bdc415c336a195555aec4b97a73a9910fc1 1920x1080 Sea of Thieves, de Rare. Una experiencia multijugador de Xbox Game Studios que hoy también se juega en PS5

De hecho, durante el agitado proceso para poder realizar la compra de Activision Blizzard Sony no solo se opuso, junto a otras, sino que el expresidente de PlayStation Jim Ryan decidió no contestar ante los organismos reguladores sobre si ellos harían Call of Duty una saga exclusiva en caso de poder hacerse con la licencia. Podemos especular con lo que habría respondido, pero lo que sí sabemos que es que Ryan insinuó (de manera deliberada) que se pusiera a la venta la franquicia de shooters. Algo que, como es lógico, no le interesaba ni entraba en los planes ni de Activision y sus estudios, ni mucho menos de Microsoft.

Sin embargo, y esto es sustancial, el motivo por el que Microsoft logró cerrar el millonario trato fue ir en la dirección opuesta a Sony: el gran plan de Xbox Game Studios siempre fue llevar Call of Duty a más plataformas. Devolverlo a las consolas de Nintendo y hacer que se pueda jugar desde la nube en casi cualquier cacharro con pantalla y capaz de conectarse a internet vía juego en la nube. Y no necesariamente el suyo: GeForce Now lo recibió de lanzamiento.

Con todo, un recordatorio sustancial: Nintendo orbita en una dimensión paralela a la industria de los videojuegos. Nadie es más proteccionista con sus títulos y franquicias, y no le va nada mal, ya que pocos se pueden permitir no bajar o reajustar los precios de sus propios juegos durante siete años. El último ejemplo de esto último lo tenemos en Nintendo Music, que en el fondo no deja de ser una plataforma musical propia creada en lugar de poner sus propios temas en otras como Spotify.

Nintendo es la excepción a cualquiera de las reglas de la industria del videojuego, y eso que en sus oficinas se acuñaron muchas de ellas. Y eso deriva en dos realidades: estamos convencidos de que no veremos a Mario en PlayStation, pero hace muy poco nos reencontramos con Banjo y Kazooie en Switch. Y las posibilidades de jugar a Death Stranding en su sucesora han aumentado drásticamente.

Ante la saturación de videojuegos se impone una nueva máxima: "hay que ensanchar el embudo"

Ss 7e7e3b8e580aa46d650a6dbb5d87e3b4f61c29d3 1920x1080 Una de las filosofías de Death Stranding es la de tender lazos con los demás

Este movimiento de replantear las exclusividades para continuar expandiéndose y llegar a más jugadores no es algo nuevo: Phil Spencer dijo en agosto de 2022 que cada vez veríamos menos videojuegos exclusivos. Menos de dos años después, y todavía triunfantes ante la adhesión de Activision Blizzard a sus estudios, tuvo que citar a los fans de Xbox para explicar cómo y en qué condiciones sus propios juegos comenzarían a llegar a PlayStation y Nintendo Switch.

Las razones se justifican solas: abrir las puertas de par en par a juegos como Sea of Thieves y potenciar las ventas de un Indiana Jones que llegará de salida al Game Pass. Porque, y esto es esencial, el servicio de videojuegos es una de las mayores bazas de las consolas Xbox.

Y en mitad de ese torbellino de revoluciones por parte de Microsoft, Sony llegó a tres conclusiones claras: fidelizar a sus jugadores con juegos como servicio no es fácil, el PC debe ser una nueva prioridad y, quizás, haya que tantear nuevos horizontes. O "abrir el embudo", como dijo el antiguo jefe de PlayStation Shawn Layden.

"Cuando los costes de un juego superan los 200 millones de dólares, la exclusividad es tu talón de Aquiles. Reduce el mercado al que puedes dirigirte. Sobre todo cuando estás en el mundo de los juegos con servicio en directo o free-to-play. [...] Otra plataforma no es más que otra forma de abrir el embudo, de que entre más gente."

Esto no implica que Sony haya decidido cambiar de estrategia y vayamos a ver God of War o Uncharted en Xbox, que conste. Pero se están haciendo sondas. Toca recordar que cada año lanza su saga de Baseball en la consola de Microsoft vía Game Pass, además de en Nintendo Switch. La otra realidad es que LEGO Horizon Adventures, el tercer videojuego protagonizado por Aloy, saldrá en todos los sistemas (incluida Switch) con la excepción de Xbox. Al menos, de lanzamiento.

Ss 03a9e4d717a44496dae6e753e9f92de6a384b550 1920x1080 1 LEGO Horizons se lanzará el mismo día en PS5, Steam y Nintendo Switch

Con todo, al final se nos conduce a un escenario interesante: la llegada de Death Stranding a Xbox y el juego en la nube de Luna no solo le da un significado mayor a la filosofía y premisas del propio juego, sino que además es una brillante manera de promover las expectativas y el interés de cara a una secuela que saldrá en 2025. Una que -hasta dónde sabemos- solo ha sido anunciada para PS5.

Y ante esto, y a modo de cierre, tres realidades: las ventas de juegos multiplataf0rma como Call of Duty, EA Sports FC o Dragon Ball Sparking! Zero devoran las expectativas de juegos que solo aparecen en Xbox o PlayStation. Square Enix apostó muy fuerte por PS5 con sus mega-proyectos y desde verano se ha volcado también con Xbox. Pero lo más significativo es que la secuela de Death Stranding acabará compartiendo estanterías y compitiendo en popularidad con GTA 6.

Y ante ese panorama, la llegada a Xbox de un juego que durante cinco años ha pertenecido a la cartera de licencias de Sony Interactive es un movimiento razonable y una buena noticia para todos. Para quienes lo desarrollan, y para quienes lo vamos a jugar. O rejugar.

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