La nueva generación a la vuelta de la esquina, un menor número de exclusivos, grandes adquisiciones de estudios, una cuantiosa rebaja por tiempo limitado en servicios digitales como Game Pass y juegos que antes vendían microtransacciones a espuertas han caído estrepitosamente.
De todo eso se podría extraer que la caída de beneficios de Xbox iría en paralelo, pero sorprendentemente las últimas cifras de Microsoft dicen casi lo contrario. No aumentan en ingresos, eso es cierto, pero es bastante impresionante que con un panorama así hayan conseguido mantenerse en equilibrio.
Los números de Xbox ante el salto a la nueva generación
Según su último reporte, el inicio del año fiscal de la división Xbox se coloca en 2.542 millones de dólares en beneficios frente a los 2.738 millones de dólares conseguidos por Microsoft en el mismo periodo de 2018. Una caída del 7% que, de habernos preguntado hace meses, probablemente habríamos errado al elucubrar.
Pese a una lógica caída en las ventas de consolas que ya va por el 34%, la dupla de venta de contenidos y servicios se mantiene intacta, compensando el aumento de estos últimos con Xbox Live y Game Pass todo lo que ha caído en otras fuentes de ingresos como la venta de juego o microtransacciones.
Lástima que la información por parte de Microsoft no quiera pasar de ahí, negándose a ofrecer datos reales sobre el número de suscriptores o ingresos específicos de sus servicios, pero que ante una situación tan contraria hayan conseguido mantenerse en una curva bastante plana, es realmente impresionante.
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