¿Qué está pasando con Activision Blizzard? Todas las demandas, investigaciones y acusaciones contra la compañía

¿Qué está pasando con Activision Blizzard? Todas las demandas, investigaciones y acusaciones contra la compañía

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Activision Blizzard

Poco más de dos meses han pasado desde el comienzo de las polémicas alrededor de Activision Blizzard. El conglomerado empresarial, uno de los entes más importantes de la industria, ha visto como numerosas asociaciones y organismos le han señalado con el dedo. Las acusaciones de discriminación, acoso sexual y nulas medidas adoptadas para revertir la situación han salpicado a la compañía durante este tiempo.

Prácticamente no ha habido una semana en la que no se haya producido una reacción o un nuevo cargo contra la empresa dirigida por Bobby Kotick. Es por ello que a continuación hemos realizado un recopilatorio, en orden cronológico, con todo lo sucedido hasta el momento.

Primera demanda por acoso y discriminación hacia las empleadas

El 22 de julio comenzó el carrusel de informaciones. El Departamento de Vivienda y Empleo Justo de California presentó una demanda en el Tribunal Superior de Los Angeles, acusando a Activision Blizzard de fomentar una "cultura de la fraternidad". Este ambiente entre la plantilla habría desembocado en discriminación y acoso sexual hacia las empleadas.

Si bien salieron a la luz varios testimonios anónimos de trabajadores relatando ejemplos de malas prácticas, se apuntó como caso más extremo el de una empleada que se quitó la vida tras difundirse imágenes personales entre el resto de compañeros. Acusada de mirar hacia otro lado, Activision respondió asegurando que no permitieron esos casos en el seno de la compañía y se defendió apuntando a "descripciones distorsionadas, y en muchos casos falsas, del pasado de Blizzard".

Pocos días después, antiguos responsables y directivos de Blizzard lamentaron todo lo sucedido, reconocieron errores y solicitaron una solución para los afectados.

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La contundente reacción de los empleados

Cinco días después, más de 2.000 trabajadores de Activision Blizzard, de un total de 9.500 que conforman la plantilla, firmaron y compartieron una carta rechazando de pleno lo sucedido y fijando sus reclamaciones en la directiva. La respuesta inicial de la dirección no sentó nada bien entre los empleados, que exigieron que se "reconozca la gravedad de estas acusaciones y demuestre compasión por las víctimas de acoso".

Con todo, al día siguiente, 28 de julio, se realizó una huelga entre los empleados, de forma virtual y presencial. La reclamación principal residía en mejoras para las condiciones de las mujeres, poniendo especial atención en mujeres de color, transgénero, personas no binarias y todo aquel colectivo marginado. Por otro lado, se realizó otra misiva abordando directamente las soluciones propuestas para la compañía, entre las que se incluían grupos de trabajo de diversidad, equidad e inclusión o mejorar la representación entre los empleados en todos los niveles.

La respuesta de Bobby Kotick, CEO del grupo, tuvo lugar el mismo día de la huelga. Kottick lamentó que "no hayamos proporcionado la empatía y la comprensión adecuadas" y reivindicó algunas de las medidas que se adoptarían, como apoyo a los empleados, sesiones de escucha, cambios en el personal, nuevas prácticas de contratación o modificaciones de contenido en los videojuegos.

J. Allen Brack, presidente de Blizzard, abandona la compañía

Presentado como un abandono "en busca de nuevas oportunidades", J. Allen Brack dejaba su puesto como presidente de Blizzard. Fue el 3 de agosto cuando se reveló este cambio en la compañía, anunciando inmediatamente su relevo. Serían Jen Oneal y Mike Ybarra los que a partir de ese momento realizarían las labores de co-lideres de Blizzard.

El propio Brack señaló en el comunicado de Activision Blizzard la gran decisión a la hora de escoger a ambos para sustituirle. Apuntó que su trabajo "lo harán con pasión y entusiasmo y que se puede confiar en ellos para liderar con los más altos niveles de integridad y compromiso con los componentes de nuestra cultura que hacen que Blizzard sea tan especial".

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Llamada financiera con los inversores

El 3 de agosto fue uno de los días más convulsos para Activision Blizzard, como veremos inmediatamente. Horas después de la marcha de J. Allen Brack, se produjo la llamada con los inversores de la empresa para evaluar los resultados. Uno de los temas tratados por Bobby Kotick fue la demanda inicial y los casos de acoso y discriminación.

El responsable volvió a insistir en que Activision Blizzard "ya ha dado muchos pasos" para prevenir posibles conflictos en el futuro, no puso condiciones a la hora de revisar "todas y cada una de las reclamaciones que recibamos" y anunció medidas decisivas, sin importar el cargo del acusado. Finalmente, reconoció que la demanda podría repercutir negativamente en la reputación e impacto del negocio.

Marcha del vicepresidente de recursos humanos

Jesse Meschuk, el que fue uno de los máximos responsables de recursos humanos en Blizzard, se unía a la caída de fichas. Hasta enero de 2021 ocupó el cargo en el departamento y llevaba desde 2009 en Blizzard. Las acusaciones de menosprecios e intimidaciones y la falta de transparencia fueron algunas de las principales acusaciones por parte de la plantilla de trabajadores.

Segunda demanda a la vista

El día continuaba con otra demanda presentada por The Rosen Law Firm, un despacho que firmaba la acusación en nombre de los inversores de Activision Blizzard entre 2016 y 2021. Concretamente, se alegaba la falta de la compañía para informar acerca de los casos de acoso sexual y discriminación, todo ello con el objetivo de no alterar el valor de las acciones intencionalmente.

Señalando a varios directivos, entre ellos Bobby Kotick, se apunta a la omisión deliberada de esta información a pesar de estar al tanto de ella. El texto legal recoge que se busca una indemnización a los afectados por lo sucedido.

Rechazo de la plantilla a las medidas anunciadas

La ABK Workers Alliance, la asociación conformada por los empleados de Activision Blizzard, publicó también el 3 de agosto una carta rechazando, principalmente, la elección de WilmerHale. Se trata del bufete de abogados que escogió la compañía para supervisar los cambios de políticas en la misma.

Sin embargo, la ABK es contraria a ello ya que apunta que WilmerHale posee "relaciones preexistentes con Activision Blizzard y sus ejecutivos", además de ser reconocidos por especializarse en evitar la creación de sindicatos. Una vez más, reiteraron a adoptar las medidas que ellos mismos proponen.

Overwatch

La Overwatch League pierde a sus patrocinadores

Las consecuencias externas de estos movimientos también se sintieron en el bolsillo de Activision Blizzard, ya que tanto Coca-Cola como State Farm, dos de los principales patrocinadores de la Overwatch League, se encontraban reconsiderando su presencia en el campeonato.

Ambas marcas reconocieron estar evaluando su presencia y relación con la empresa de cara al futuro, al estar al tanto de la vorágine de acusaciones y demandas. La que sí tomó el paso definitivo fue T-Mobile, la empresa de telecomunicaciones que se desvinculó tanto de la Overwatch League como de la Call of Duty League.

Más despidos en Diablo IV y WoW

El 12 de agosto se supo de la marcha de no uno, sino hasta tres desarrolladores de Activision Blizzard. Estamos hablando de pesos pesados como Luis Barriga, director de Diablo 4, el diseñador jefe Jesse McCree y  Jonathan LeCraft, desarrollador de World of Warcraft.

Una vez más, desde la empresa nunca se ha calificado estas marchas como despidos, aunque sí que han sido confirmadas. En el caso de McCree y LeCraft, fueron identificados en la famosa Cosby Suite, una habitación de hotel durante la BlizzCon 2013 y cuyo propósito era el de realizar fiestas entre los empleados. Por parte de Barriga, no trascendió ningún comportamiento inadecuado.

Eliminación de referencias en Overwatch y WoW

Una de las medidas que había anunciado Activision Blizzard era la de eliminar referencias inapropiadas en sus juegos. Por ello, el pistolero McCree ya no tendría ese nombre en Overwatch, ya que se fue de la compañía tras aparecer en la Cosby Suite. Para evitar situaciones similares en el futuro, de ahora en adelante cualquier personaje no llevará jamás un nombre de un empleado real.

Lo mismo sucedió con World of Warcraft en su parche 9.1.5, eliminando cualquier referencia que haya a los ex-empleados Jesse McCree, Luis Barriga y Jonathan LeCraft. En un comunicado se explicaba que se realizaban "cambios adicionales en algunos contenidos para reflejar mejor nuestros valores compartidos".

Acusación de la ABK y nueva dirección de personal

Una vez más la ABK sale a la palestra. El 14 de septiembre el grupo conformado por trabajadores de Activision Blizzard presentaba una demanda ante la Junta Nacional de Relaciones Laborales. Su alegato se basaba en intimidación hacia los empleados y prácticas laborales injustas, contando con el apoyo de los Trabajadores de la Comunicación de América.

El comunicado compartido por la asociación indicaba que se habían producido "tácticas coercitivas para intentar evitar que los empleados ejerzan sus derechos de mantenerse unidos y exigir un lugar de trabajo más equitativo, sostenible y diverso".

Overwatch 2

Ese mismo día, el relevo en la dirección de personal. En este caso es Julie Hodges quien toma el mando en esta área, la que fuera antigua vicepresidenta de recursos humanos en The Walt Disney Company. Hodges aseguró su compromiso con "la diversidad, la equidad y la inclusión, la adquisición de talento, la experiencia de los empleados, el aprendizaje y el desarrollo, la compensación y los beneficios y la planificación de la fuerza laboral"

Los organismos estadounidenses entran en juego

Otro día realmente convulso fue el pasado 20 de septiembre. En primer lugar salió a la luz una investigación de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos, citando a Bobby Kotick y otros miembros de la cúpula por las acusaciones de acoso y discriminación ya conocidas. La SEC solicitó diferentes documentos, entre los que se incluyen actas de reuniones de la junta directiva de Activision desde el año 2019 y archivos relacionados con seis antiguos empleados.

Todo el foco de la investigación se centraba en el mismo punto que la demanda de los inversores por parte de The Rosen Law Firm, con Activision reconociendo que se encontraba colaborando en el proceso. Sin embargo, no terminaban aquí las implicaciones de un organismo nacional.

La Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo comenzó a revisar las denuncias por acoso por motivos de género en Activision Blizzard desde, por lo menos, mayo de 2020. Ya en ese momento las informaciones apuntaban a que la empresa estaba buscando alcanzar un acuerdo millonario para evitar cualquier vía legal.

El remate a la jornada lo ponía la marcha de la directora jurídica de Blizzard, Claire Hart, sin ningún tipo de explicación sobre su abandono, más allá de una declaración de ella asegurando necesitar un "breve descanso".

Marcha del productor ejecutivo de Overwatch

El 22 de septiembre conocíamos el Chacko Sonny, productor ejecutivo de Overwatch, dejaba su puesto en Blizzard. Un comunicado de la división explicaba que Chacko Sonny se va de Blizzard para tomarse un tiempo libre después de cinco años de servicio". El desarrollo de Overwatch 2 ya sufrió otro varapalo este año con el adiós de Jeff Kaplan.

Diablo

Acuerdo millonario para indemnizar a las víctimas

Finalmente, el acuerdo que se había filtrado días antes se produjo. La Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo presentó una demanda el 27 de septiembre contra Activision Blizzard tras las investigaciones realizadas durante los últimos tres años. Una vez más, hablamos de la ocultación y no resolución de los casos de acoso y discriminación entre la plantilla.

Con todo, la duración de esta vía legal ha sido corta. Activision Blizzard anunció haber llegado a un acuerdo con la EEOC para crear un fondo por valor de 18 millones de dólares. El objetivo será el de compensar los daños producidos a todos aquellos miembros de la empresa que reclamen. El acuerdo fuera de los juzgados está pendiente de la aprobación de Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Central de California.

Oposición al acuerdo de indemnización

Sin embargo, cuando todo parecía haber llegado a su fin, el lío continuó. El CODE (Campaña para Organizar a los Empleados Digitales) rechazó este acuerdo, afirmando que 18 millones de dólares "son solo centavos" para una compañía de la magnitud de Activision Blizzard. A esta causa se sumó posteriormente la DFEH, la organización californiana que realizó la demanda original contra la empresa. Los Trabajadores de la Comunicación de América (CWA) fue otro de los grupos que alzó la voz contra el acuerdo.

Diablo

Disputas por la demanda de la DFEH

Si bien el foco de la polémica parecía dirigirse hacia la cantidad de la indemnización, un conflicto inesperado surgió entre la DFEH y la EEOC, con Activision Blizzard por medio. La EEOC, el organismo que acordó con la compañía una indemnización, acusó a la DFEH de conflicto de intereses, una violación de la ética del abogado y una violación de las Reglas de Conducta Profesional de California. ¿El motivo? Varios abogados de la DFEH estuvieron involucrados en la investigación de la EEOC que derivó en el acuerdo extrajudicial, a la vez que representaban al propio organismo californiano.

Con esta cuestión encima de la mesa y con la DFEH retirando de sus puestos a los abogados implicados, Activision Blizzard reclamó al tribunal de Los Angeles que suspendiese su litigio con la DFEH por el conflicto de intereses. Sin embargo, el juez Timothy Patrick Dillion denegó la solicitud, por lo que la demanda sigue adelante.

Medidas disciplinarias de Activision Blizzard

Al mismo tiempo que todo ello sucedía, la empresa, en palabras de Fran Townsend, explicó que "más de 20 personas han salido de Activision Blizzard", mientras que "más de 20 personas se enfrentaron a otro tipo de medidas disciplinarias". Aparte de estas 40 personas implicadas en casos de conducta irresponsable, Bobby Kotick publicó una carta abierta en la que realizaba dos grandes anuncios.

El primero de ellos consistía en cinco puntos clave que transformarían completamente la cultura de la empresa, con reformas estructurales asegurando el bienestar de los empleados. Como segundo anuncio, desveló que reduciría notablemente su salario anual, además de renunciar a los bonus reflejados en su contrato.

Diablo

Responsabilidad de Bobby Kotick ignorando los casos de acoso y nueva huelga

La bomba volvió a estallar cuando un informe señaló directamente a Kotick como responsable de haber ignorado varios casos de acoso y no haber informado debidamente a la junta directiva. Es más, se desveló que el CEO fue autor de maltrato contra dos empleadas en la década de los 2000, incluso llegando a proferir amenazas de muerte.

Por otro lado, Jennifer Oneal, la cual abandonó su cargo apenas unos meses después de ocuparlo, también fue ignorada con sus peticiones de cambio. La información detalla que Oneal solicitó revisiones y modificaciones, además de sentirse minusvalorada en Activision Blizzard. Dean Bunting, codirector de Treyarch, renunció a su puesto tras conocerse que acosó sexualmente a una empleada en 2017.

La contestación de Activision Blizzard ante este informe fue un apoyo total y unánime de la junta directiva, no solo negando las acusaciones sino reforzando en el cargo a Bobby Kotick. Los trabajadores de la empresa se movilizaron y convocaron una segunda huelga exigiendo la dimisión inmediata de Kotick. Incluso los accionistas han tomado la palabra y han solicitado el cese de Kotick junto con el de otros dos directivos.

Los socios de la industria mueven ficha

Si bien las consecuencias de todo lo sucedido durante estos meses tenían repercusiones a nivel interno, ha sido en el momento en el que Kotick ha sido señalado cuando el resto de agentes del mercado se han posicionado. Tanto Jim Ryan, jefe de PlayStation, como Phil Spencer, responsable máximo de Xbox, mostraron su preocupación sobre todo lo sucedido, a nivel interno en ambos casos.

Spencer aseguró estar "perturbado y profundamente preocupado por los horribles eventos y acciones", mientras que Ryan trasladó directamente a Activision Blizzard que "no creemos que sus medidas encaren correctamente la situación". La situación se ha agravado más, pues desde Xbox están "evaluando todos los aspectos de nuestra relación con Activision Blizzard y haciendo ajustes proactivos en curso". Por su parte, desde Activision respondieron indicando que "respetamos todos los comentarios de nuestros valiosos socios".

Nintendo fue la última en sumarse a esta queja formal ante la empresa y se puso en contacto con la ESA, organismo encargado de organizar el E3, para buscar medidas conjuntas para evitar casos similares. También la propia ESA se pronunció al respecto, sin mencionar de forma explícita a Activision Blizzard.

Carta contra Kotick, que valora dejar el cargo

Con todo, la situación a nivel interno continúa siendo preocupante. Más de 1.300 empleados han firmado una carta, la segunda desde que estalló la polémica, exigiendo el cese inmediato de Kotick de su cargo. Además, solicitan depuración de responsabilidades para aquellos miembros de la junta directiva que estén implicados.

Desde The Wall Street Journal se apuntaba que el CEO reconocía estar avergonzado por todo lo sucedido. Es más, en caso de no conseguir atajar los casos de acoso y discriminación, valoraría abandonar su puesto, algo que no ha llegado a suceder todavía.

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Nuevas movilizaciones y presiones sobre la empresa

Este último escándalo desencadenó en una nueva huelga por parte de los trabajadores de la compañía, exigiendo la renuncia inmediata de Kotick. A ello hay que sumar el grupo de accionistas que se han opuesto de forma frontal al comportamiento de Kotick, además de amenazar con no votar a su reelección.

Con todo, la directiva de Activision Blizzard se puso de perfil y decidió no tomar medidas contra el presidente alegando que no existen pruebas reales contra su persona. Las repercusiones del escándalo traspasaron los muros de la marca, con Xbox, Nintendo y Sony posicionándose de forma contraria al comportamiento de la junta y advirtiendo con romper relaciones con la empresa. La ESA también se sumó a la protesta.

Tras una dura carta firmada por más de 1.500 empleados contra Kotick, el responsable declaró en privado que se encontraba barajando la posibilidad de dejar su cargo. Eso sí, el condicionante para que ello sucediera pasaba por poder arreglar los casos de acoso y discriminación en el menor tiempo posible.

Mientras esto último no sucedía, la principal organizadora de las huelgas en Activision Blizzard y una reconocida activista entre la plantilla, dejaba su cargo en la compañía. Una vez más, cargos estatales de los Estados Unidos pusieron el foco sobre la empresa, exigiendo medidas disciplinarias, al mismo tiempo que una empleada de Blizzard decidía dar el paso adelante de  mostrarse y contar su caso de acoso al público.

Un nuevo golpe en la mesa provino desde Raven Software, con una huelga prolongada por parte de los empleados al ser su futuro incierto y poco claro. A día de hoy, esta protesta sigue en pie y sin respuesta por parte de Activision Blizzard.

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