Aunque por aquí ya hemos hablado de consejos para principiantes en ‘Fortnite Battle Royale’, mi rendimiento con el juego estaba muy lejos de ser el ideal. Mi falta de mano era, además, una de las razones por las que el popular modo de ‘Fortnite’ no acababa de encajarme.
Fue hace un mes, coincidiendo con la publicación de nuestra guía de ‘Fortnite Battle Royale’ desgranando los desafíos semanales, cuando decidí que me apetecía poder disfrutar del juego como se merece. Así que me puse manos a la obra para cambiar esa situación y, bromas sobre manquismo a un lado, he visto no sólo cómo mi rendimiento cambiaba por completo, también el cómo disfrutaba del juego.
Un aviso a los más jóvenes: la edad no perdona
Para ponernos en situación cabe decir que mi bagaje con juegos no es precisamente corto y he sido un gran fan de los shooters multijugador desde que el género empezase a explotar. Metí un buen puñado de horas en ‘Quake III’, en ‘Counter-Strike’, en los distintos ‘Battlefield’ y ‘Call of Duty’, así como en otros juegos de tiros, esta vez en tercera persona, como pueden ser ‘Gears of War’, ‘SOCOM’...
Nunca he tenido dotes de jugador profesional, ni es algo a lo que me haya interesado acercarme, pero siempre he tenido cierta facilidad para cogerle rápido el truco al tempo y la forma de jugar de cada juego al que me he enfrentado. Podría decirse que, sin grandes alardes, es algo que se me da bastante bien.
Aunque en realidad debería decir “daba”, y es que aunque eso de ver cómo los jugadores profesionales se retiraban muy jóvenes siempre me había causado una sensación extraña, al superar cierta edad he empezado a verlo en mis propias carnes. Falta el tiempo para dedicarlo a un juego de forma exhaustiva, faltan las ganas por llevar una vida más ajetreada, pero sobre todo faltan los reflejos, tanto a nivel de velocidad al controlar una situación como de anteponerme a ella. Ley de vida, pero de vida de jugador tras pasar el umbral de los 30, en este caso.
Consciente de esa situación, mosqueado por no hacer bien lo que antes me era relativamente fácil, había intentado acercarme a ‘Fortnite’ desde una óptica incorrecta. Pese a que parecía que estaba haciendo lo correcto, en realidad lo estaba haciendo todo mal. Ser consciente de tus errores es, como en casi cualquier otro aspecto de nuestro día a día, el primer paso para solucionarlo.
Errores de principiante y cómo solucionarlos
Hay tres errores básicos que he estado repitiendo una vez tras otra durante mis partidas a ‘Fortnite’, y una vez cambiada la mentalidad respecto a ellos, mi juego ha mejorado muchísimo. Mi problema principal, el que probablemente arrastraba a todos los demás, era que jugaba para ganar. Lógico, ¿no? Al fin y al cabo un multijugador va de eso. Y sí, no hay falta de razón en ese argumento, pero era imposible mejorar si perseguía ese objetivo.
Por tener más opciones de ganar jugaba de una forma muy comedida, evitando las zonas en las que más enemigos había, escondiéndome cuando había un peligro potencial e intentando aprovechar los despistes del contrario para que, con algo de suerte, pudiese llevarme alguna muerte a casa mientras luchaba por intentar sobrevivir hasta el final de la ronda.
Lo de la suerte no es baladí, y es que con esa perspectiva, sólo con suerte, no vas a conseguir ganar. Hay 100 variables en el juego capaces de arruinarte ese golpe de gracia, y si no estás preparado para el enfrentamiento, de nada servirá llegar al uno contra uno final.
¿Qué ha cambiado? Ya no busco zonas apartadas y tranquilas en las que rapiñar cofres sin molestias. Salto del autobús lo antes posible y me dirijo a la zona más cercana (como muchos otros) intentando ser de los primeros en aterrizar. Con ello no sólo favoreces los enfrentamientos provocando que aprendas a disparar y defenderte mejor, también te acostumbras a caer en zonas muy concretas que acabas conociendo al dedillo.
Sabiendo qué puertas hay y por dónde te puede llegar el peligro, pero además conociendo la localización del botín, salir de esas situaciones es mucho más fácil.Con esa estrategia al principio mueres una cantidad de veces brutal, pero cuando limpias una zona de enemigos y recoges todos los cofres (y las armas que han dejado caer los contrarios), embarcándote en tu viaje hacia el círculo, la sensación de satisfacción es brutal. Simplemente espectacular.
Construir y lootear, importante como disparar
Acostumbrado a otro tipo de shooters, mi mentalidad respecto a la construcción era muy comedida. Pensaba que, si se me daba bien disparar, no importaba demasiado el saber construir con rapidez, que mis balas llegarían antes de dar tiempo al contrario a defenderse. Error. No sólo es muy fácil aprender a construir un fuerte en cuestión de segundos, también es imprescindible, especialmente en los últimos momentos del juego.
La verticalidad que te da saber construir es una combinación ganadora para pillar desprevenidos a los contrarios, especialmente cuando llegas pronto al círculo y puedes disparar a los que llegan con prisas a la zona segura. Además, en ‘Fortnite’ la mejor defensa no es un buen ataque. Si vienen disparos, defiéndete construyendo. Si vas hacia un enemigo, construye para evitar sustos. Si crees que te has quedado sin opciones. Adivina.
El último punto que me obligué a cambiar pasaba por el looteo. Qué pereza ponerme a destrozar paredes, pensaba. Con esta arma ya voy bien, me repetía. Otro craso error. Los materiales van a ser necesarios para los enfrentamientos por lo que comentábamos antes, y si no los consigues a base de acabar con enemigos, tendrás que hacerlo por tu cuenta.
Con las armas pasa algo similar. Necesitas una distinta para cada situación y, si tienes la mejor arma de cada categoría, tus opciones de salir victorioso en un enfrentamiento van a estar mucho más compensadas. Conoce cómo funcionan, en qué momento recargar y cómo apuntar para hacer el mayor daño posible. Con esos consejos y algo de temple para saber enfrentarte a cada situación, el resto, y la victoria, acabarán llegando solos.
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